Presentación a tres páginas de una nota de Soiza Reilly en referencia al conocido “Solarium de Mar del Plata” . Conservo versión digitalizada de dicha nota , la cual pongo a disposición del interesado.
Impactantes imágenes de los niños en pleno tratamiento médico.
Revista “Caras y Caretas” del 08-02-1930.
Enviada por : Prof. Julián Mendozzi.
En la foto 9167,enviada por el Sr. Ignacio Iriarte,trancribì,las notas referentes a la presente nota:
-Males Modernos:
Yo elogio la utilidad del “Solarium”.
El Dr. Rodriguez Egaña me responde:
-¡Làstima que no podamos hacer lo que debiera hacerse! Faltan recursos para ampliar el establecimiento.Estamos obligados a rechazar muchos enfermos que aquì se curarìan.La Sociedad de Benefiencia realiza una obra heroìca con lo mucho que hace.Pero escasea el dinero.Es menester ampliar la playa.En el Hospital Marìtimo apenas caben 230 niños y en el “Solarium” 130.Luego me habla de la enorme difusiòn de la tuberculosis en los huesos.Especialmente entre los niños.El ùnico remedio està en la cirugìa y en los rayos solares.Sobre todo en el tramiento del sol a la orilla del mar.En Europa se prefiere,a veces,el sol de la montaña.Pero en nuestro paìs,las ùnicas montañas que tenemos no sirven por el clima,por las contìnuas tempestades,por la falta de comunicaciones,por el aislamiento de las nieves en que estarìan bloqueados los enfermos.
-La estadìstica de esta clase de enfermedades -agrega el Dr. Rodriguez Egaña- es de sobra inquietante,no solo por los niños.Tambièn en los adultos.Sin embargo,carecemos de establecimientos especiales donde los enfermos pueden ser atendidos de acuerdo con las pràcticas modernas.En todos los hospitales de la repùblica abundan los perseguidos por el mal de Pott,por la osteo artritis,por la tuberculosis a la cadera,a la rodilla,a los piès y a los brazos.Mezclados a los otros enfermos no pueden ser sometidos a la tècnica propia que aconsejan los especialistas.
Los poderes pùblicos estàn en el deber de prestar atenciòn a este asunto muy grave.Si el gobierno creara un sanatorio quirùrgico de tuberculosos para adultos,con un “Solarium” a la orilla del mar,yo creo que 400 camas serìan pocas para atender a los pacientes.Ademàs,con ello se obtendrìa un enorme beneficio cientìfico: la especializaciòn de los estudios,la formaciòn de mèdicos especiales capaces de afrontar el peligro que se nos viene encima…
En efecto la estadìstica de estos males que avanza de un modo asombroso,debiera conmover al gobierno argentino.Basta observar la mortalidad general en los casos del mal de Pott,el terrible flagelo que agostò en pocos años la vida de dos brillantes escritores:
Alberto Tena y Ricardo Güiraldes.
En el “Solarium” sobre 222 casos de mal de Pott,han fallecido 33,han mejorado 27 y han logrado curarse 50.Los porcentajes de mortalidad en los demàs enfermedades de esa ìndole,disminuyen mediante el tratamiento del “Solarium”,pero en Buenos Aires el porcentaje de las vìctimas de la tuberculosis a los huesos llega a cifras que espantan: 90 por ciento.
-Y para colmo- agrega el doctor Rodrìguez Egaña,- no hay un solo hospital que estè en condiciones cientìficas apropiadas para salvar de la muerte a los contaminados.
(Juan Josè de Soiza Reilly/Caras y Caretas 8-2-1930).
-Con el Doctor Egaña:
El Dr. Alberto Rodriguez Egaña,dirige,ademàs del Solarium,el Hospital Marìtimo y el Asilo Unzuè,que la Sociedad de beneficencia posee en Mar del Plata.
Mas que el director tècnico es el alma de esas instituciones.
Con que cariño,con que ternura va mostràndome todas las dependencias y con que admiraciòn elogia la obra de las excelsas damas argentinas.
Nombrado director hace 8 años -electo por concurso- prefiriò abandonar su residencia de Buenos Aires para instalarse aqui,abnegadamente,en Mar del Plata,y consagrarse,invierno y verano,a los niños.
Solo va a Buenos Aires para dictar sus càtedras en la Facultad de Medicina,como docente libre de patologìa quirùrgica.En norteamerica se especializò en la materia frecuentando las aulas y las clìnicas,donde se estudian,con preferencia,dichas enfermedades.Acaba de ser designado para el II Congreso de Cirugìa a realizarse en Julio,relator oficial del tema:
“Estado actual del tratamiento del mal de Pott en los niños”.
Tan pronto como los enfermitos ven llegar al Dr. Rodrìguez Egaña,exteriorizan
su alegrìa con saludos cordiales:
-Buenos dìas,doctor- Buenos dìas,doctor-,todos pretenden saludarlo primero.Y,cuando callan,los mira,lo remiran,lo admiran.El los acaricia,los besa,les observa las partes enfermas,les dirige palabras dulzonas,tiernas,que no aprendiò sin duda,en los libros cientìficos,si no al borde las 3 camitas deliciosas que tiene en su casa.El cielo se nubla.Va a llover.Hace frìo.Previendo el mal tiempo,los enfermeros traen a los salones las camas rodantes con niños y niñas que ahora,dentro de sus blancos camisones,se acurrucan bajo las cobijas,en la delicia tibia de la calefacciòn que el sol dejò en los muros.
El activo repòrter gràfico,Sr. Abras ha encendido el magnesio.Una chica de 3 años se asusta al ver el resplandor.Llora sin consuelo.
-No llores- le dice Rodìguez Egaña con suavidad,subièndole la sàbana.
-No tengas miedo,nena.Esla fotografìa.-La piba continùa llorando.-¿Que tienes? ¿Por què lloras? -Lloro doctor -contesta en su media lengua la chiquilla- porque me hago…Corre la enfermera con la “chata”.
-Ya me… hice,doctor.Y sonrìe bajo las làgrimas viendo que sus compañeritas festejan su desgracia.La sala entera rìe a carcajadas.
(Juan Josè de Soiza Reilly/Caras y Caretas 8-2-1930).
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/9167
Lic.Angel Somma-Prof. Juliàn Mendozzi… Hace ya mucho tiempo, solìa irme con una bicicleta rodado 26 hasta el Paque Camet. tendrìa en ese tiempo 8 ò 9 años. Tomaba Por Carlos Tejedor en ese tiempo de tierra. Y totalmente despoblada, me llamaba la atenciòn la zanjas y los eucalìptos al costado de la calzada que màs que calzada era un camino de tierra, con huellones de ruedas de carros y marcas de pezuñas de las vacas de unos pequeños tambos. Me llamaba la atenciòn una entrada de piedra bièn trabajada, con un camino hacìa una distante edificaciòn. En la entrada en la piedra se leìa Villa Gral. Nazar. Me atraìa pedalear en verano a la hora de la siesta por ese lugar. Con el afàn de curiosear, una tarde doble en direcciòn al mar. Me encontrè con una edificaciòn àmplia, con extensa galerìa en su zona perimetral. La galerìa tenìa màmparas con vidrios, la mayorìa rotos. El edificio no se encontraba deteriorado. Si vidrios rotos, se notaba que hacìa tiempo nadie lo habitaba. El lugar si bièn estaba muy iluminado por el sol, tenìa algo de adusto que inspiraba respeto. No sabìa yo que habìa sido en su tiempo aquella construcciòn. Claro ya no estaba el Dr. Rodriguez Egaña ni sus pequeños pacientes. Ni las emfermeras, ni las monjas. Vino la penicilina, y no hizo ya falta el Solarium. Gracias al Prof. Mendozzi y al Lic. Somma, sè de que se trataba aquella edificaciòn que visitè por curiosidad. El tiempo borrò todo, y algunos ex-pacientes o memoriosos recuedan aquello. Pero hay un algo que todavìa està vigente, actual. El Dr. Rodriguez Egaña decìa el 8-2-1930: Làstima que que no podamos hacer lo que debiera hacerse! Faltan recursos para ampliar el establecimiento. Estamos obligados a rechazar muchos enfemos que aquì se curarìan…..La sociedad de Beneficencia realiza una obra heroìca….Los poderes Pùblicos estan en el deber de prestar atenciòn a este asunto muy grave…..Inmensa gratitud al Dr. Rodriguez Egaña, a quièn conozco hoy, y como yò posiblemente muchos lectores màs. Dr. Egaña un grande, pero…si volviese nuevamente a la vida, con toda seguridad volverìa a a hacer lo mismo, un mèdico, claro que la tarea serìa màs fàcil hoy con los antibiòticos. Pero hay un algo que no curan ni revierten los antibiòticos ni el sol. Los Poderes Pùblicos, igual que en su tiempo… igual……
Sr. Taboada , un relato maravilloso de su infancia , y un pensamiento final para reflexionar.
Muchas gracias por compartirlos aquí para todos nosotros.
Atte. Julián Mendozzi.