En la foto 8922,enviada por el Sr. Ignacio Iriarte,transcribì el texto de la presente nota:
LAS CARTAS DE VERANO-
¡Carteroooo!
Bajo la portada del chalet,jinete en un zaino que escarcea,el cartero asoma su silueta gritando alegremente.La casa se anima,bajan el mucamo,el portero,el groon,o algùn niño y la mano hàbil elige las cartas,los sobres cuadrados,los paquetes,o los diarios o revistas con sus fajas amarillas.
-¡Para mi!
-¡Esta! ¡Esta!
-¿Y yo?…
es la pregunta diaria de la huerfanita,la abandonada,la que no recibe cartas de nadie,la que no tiene en el mundo quien la bendiga.Sus tristes pupilas se humedecen ante la ilusiòn de cada semana.Su madre,que està en el cielo,le escribìa alguna vez ¡Alguna vez!.La lejanìa aumenta las ansias de saber lo que ocurre allà,a travès de la distancia,en el sitio donde ayer dejamos el corazòn y con èl,quizàs,las mas hondas ternuras.Por un espejismo,la ausencia agranda,aviva el recuerdo,hasta que la nueva vida reemplaza a la otra,a la que dejamos atràs,a la que no vemos y no nos envuelve en su torbellino,implacable destino que pulveriza hasta a las rocas.En cuanto el cartero desaparece,con su carga de ilusiones,esperanzas,nostalgias y realidades,la madre lee,relee las letras de su hijo,la novia,las frases de su prometido,dulces palabras que no se escriben sino cuando el alma vibra.Sentada allì,en el rincòn del toldo,acariciando el pliego blanco y suave,sus labios reflejan como la oraciòn matutina,el fuego de aquella pasiòn,y resbala haasta caer sobre las lìneas varoniles,la làgrima del casto amor.¡Cartas de amor,cuantas delicias,cuan sutil son las sensaciones que producen y los ensueños que evocan!
-¿Me quiere leer esta carta?
Es una robusta niñera que ruega al viandante,en plena Rambla,que le descifre la epìstola de su futuro esposo.
-¿Y que dice mas abajo? ¡Ah! ¿Y como se despide? ¿Tu Càstulo que te adora con sus corazones? ¡Que bueno Repita…repita…que la Ignacia se enfermò…¡Malo! Y lo del chico de la Mari-Pepa…que tuvo sarampiòn…Con su sobre en la mano,la fàmula,triunfante,va recitando:
-¡Càstulo,tu Càstulo que te adora con sus corazones! ¡Dios lo bendiga,que me los conceda a mì,toditos!
El grave potentado,jefe de trust,cuyos capitales cuantiosos se esparcen en el paìs reproducièndose con fertilidad asombrosa,abre su correpondencia,con pausado ademàn,en el lujoso escritorio de su castillo de la Avenida Colòn.Maneja con maestrìa el corta-papel de marfil con cabo de oro.
Aquì el montòn de esquelas comerciales,de negocios,que el secretario,solìcito,ordenarà;allà,las sociales,los reclamos,los pedidos,un obrero que exige aumento de sueldo,la mujer del operario de la fàbrica a quien la màquina fulminò,que implora el subsidio para sus chicos;indiferente anota al margen una cifra y la aparta.Al final,dos sobres:
uno rojo,color sangre,la direciòn clara,fuerte,sin tìtulo que preceda a su nombre.
-¡Uff! ¡Otro anònimo! ¡Cobardes! ¡Maldito cartero! ¿A que la entregarà?.
El otro es minìusculo,rosado,oliendo a leve perfume,cerrado por un lado,y grabado en el pliego una N.
-¡Ninnon! ¡Veamos!
-La carta està en francès,hay errores ortogràficos,pero no importa;èl la entiende.Ninon,la petit Ninon,el entretenimiento del poderoso,la que sabe distraerlo con sus mimos de gatita,pide un cheque,Mon Chèri,para la modista,el casero,el teatro,la joyerìa.Si,Ninon;el gentil hombre enviarà el cheque de diez mil francos,como entiendes,francos y no pesos,a tu orden,para que no escribas,para que no inoportunes el plàcido veraneo del encopetado terrateniente.Un poco mas tarde el hermoso perro que domina en el gabinete,juega con un pliego,es el que vino dentro de la cubierta roja,es el anònimo,con una calavera,un puñal y el infaltable frasco de veneno como rùbrica,que ahora va al canasto dorado y de donde solo sale en añicos,triturado por el can.
-¿Te escribiò?
-No,espero al cartero y nada.
-Te habrà olvidado.
-No es capaz.Alguien esconde las cartas.A la hora que el cartero surge en la esquina,con su paso apresurado,la niña rubia acecha con ansiedad.
-¡Ahì viene! ¿Nada para mì?
-Nada,señorita,responde,y sigue su viaje,sin comprobar el efecto del golpe que a asestado.El conoce el misterio del bello palacio,donde se desarrolla un drama y en el que las cartas para la desolada,no llegaràn nunca,porque alguien las retira con astuta anticipaciòn.Todas las madrugadas arriba el tren con su estafeta repleta,los canastos llenos,las valijas reventando.Es el correo del verano,en el que la Metròpoli vuelca su espìritu: cartas y mas cartas,miles y miles,que viajan de uno a otro extremo,que vienen y van,que consuelan,que excitan,que irritan,que curan,que enferman o que provocan la risa.
El nene que ya deletrea,que destruye la pluma con que su padre trabaja,escribe una epìstola adorable y la dirige a San Pedro,en las puertas del Cielo.Te mando muchos besos y espero que te acuerdes de mi y el año que viene me obsequies con un angelito y me lo envìes con esos reyes que pasan montados en los camellos que suben por la Explanada.Yo,en cambio,te obsequiarè con caramelos.El caballerito,trepado a la ventanilla del correo de la Rambla,compra una estampilla,la humedece con la lengua,la fija y la arroja al buzòn.El paciente cartero busca el domicilio: al señor San Pedro-Puertas del Cielo-Mar del Plata.No conocen,escribe detràs del sobre.No dan razòn.A la lista de cartas detenidas,ordena el jefe.Pero el cartero adivina que San Pedro se entera de su correspondencia sin necesidad que se la alcancen y que ha respondido ya a su amigo de Mar del Plata,trasmiiendo su respuesta en un telegrama urgennte-recomendado,que llevò al chalet un mensajero rubio,en bicicleta,que marchaba tan ligero que parecìa adelantar al viento.
-Puertas del Cielo-Fechado en la eternidad-A ninguna hora-Empleado que lo expidiò: San Gabriel-Que lo recibò San Antonio-Recibe mi bendiciòn.Si te portas bien te regalarè un angelito para el año que viene-San pedro.
-¡Viva San Pedro! ¡Viva el cartero!-prorrumpe el nene,palmoteando,y remedando con su vocecita la bocina del automòvil de su casa.
Los epìgrafes de las 7 fotos de esta nota dicen:
.Señor Julio Ponce,jefe del correo de Mar del Plata.
.Sala del telègrafo que transmite en el dìa mil despachos.
.Mensajeros del telègrafo.
.Personal de carteros.
.Ramòn Vidal,el cartero mas antiguo de Mar del Plata
.Las encomiendas llegan en el dìa.
.Escuadròn de carteros
En la foto 8922,enviada por el Sr. Ignacio Iriarte,transcribì el texto de la presente nota:
LAS CARTAS DE VERANO-
¡Carteroooo!
Bajo la portada del chalet,jinete en un zaino que escarcea,el cartero asoma su silueta gritando alegremente.La casa se anima,bajan el mucamo,el portero,el groon,o algùn niño y la mano hàbil elige las cartas,los sobres cuadrados,los paquetes,o los diarios o revistas con sus fajas amarillas.
-¡Para mi!
-¡Esta! ¡Esta!
-¿Y yo?…
es la pregunta diaria de la huerfanita,la abandonada,la que no recibe cartas de nadie,la que no tiene en el mundo quien la bendiga.Sus tristes pupilas se humedecen ante la ilusiòn de cada semana.Su madre,que està en el cielo,le escribìa alguna vez ¡Alguna vez!.La lejanìa aumenta las ansias de saber lo que ocurre allà,a travès de la distancia,en el sitio donde ayer dejamos el corazòn y con èl,quizàs,las mas hondas ternuras.Por un espejismo,la ausencia agranda,aviva el recuerdo,hasta que la nueva vida reemplaza a la otra,a la que dejamos atràs,a la que no vemos y no nos envuelve en su torbellino,implacable destino que pulveriza hasta a las rocas.En cuanto el cartero desaparece,con su carga de ilusiones,esperanzas,nostalgias y realidades,la madre lee,relee las letras de su hijo,la novia,las frases de su prometido,dulces palabras que no se escriben sino cuando el alma vibra.Sentada allì,en el rincòn del toldo,acariciando el pliego blanco y suave,sus labios reflejan como la oraciòn matutina,el fuego de aquella pasiòn,y resbala haasta caer sobre las lìneas varoniles,la làgrima del casto amor.¡Cartas de amor,cuantas delicias,cuan sutil son las sensaciones que producen y los ensueños que evocan!
-¿Me quiere leer esta carta?
Es una robusta niñera que ruega al viandante,en plena Rambla,que le descifre la epìstola de su futuro esposo.
-¿Y que dice mas abajo? ¡Ah! ¿Y como se despide? ¿Tu Càstulo que te adora con sus corazones? ¡Que bueno Repita…repita…que la Ignacia se enfermò…¡Malo! Y lo del chico de la Mari-Pepa…que tuvo sarampiòn…Con su sobre en la mano,la fàmula,triunfante,va recitando:
-¡Càstulo,tu Càstulo que te adora con sus corazones! ¡Dios lo bendiga,que me los conceda a mì,toditos!
El grave potentado,jefe de trust,cuyos capitales cuantiosos se esparcen en el paìs reproducièndose con fertilidad asombrosa,abre su correpondencia,con pausado ademàn,en el lujoso escritorio de su castillo de la Avenida Colòn.Maneja con maestrìa el corta-papel de marfil con cabo de oro.
Aquì el montòn de esquelas comerciales,de negocios,que el secretario,solìcito,ordenarà;allà,las sociales,los reclamos,los pedidos,un obrero que exige aumento de sueldo,la mujer del operario de la fàbrica a quien la màquina fulminò,que implora el subsidio para sus chicos;indiferente anota al margen una cifra y la aparta.Al final,dos sobres:
uno rojo,color sangre,la direciòn clara,fuerte,sin tìtulo que preceda a su nombre.
-¡Uff! ¡Otro anònimo! ¡Cobardes! ¡Maldito cartero! ¿A que la entregarà?.
El otro es minìusculo,rosado,oliendo a leve perfume,cerrado por un lado,y grabado en el pliego una N.
-¡Ninnon! ¡Veamos!
-La carta està en francès,hay errores ortogràficos,pero no importa;èl la entiende.Ninon,la petit Ninon,el entretenimiento del poderoso,la que sabe distraerlo con sus mimos de gatita,pide un cheque,Mon Chèri,para la modista,el casero,el teatro,la joyerìa.Si,Ninon;el gentil hombre enviarà el cheque de diez mil francos,como entiendes,francos y no pesos,a tu orden,para que no escribas,para que no inoportunes el plàcido veraneo del encopetado terrateniente.Un poco mas tarde el hermoso perro que domina en el gabinete,juega con un pliego,es el que vino dentro de la cubierta roja,es el anònimo,con una calavera,un puñal y el infaltable frasco de veneno como rùbrica,que ahora va al canasto dorado y de donde solo sale en añicos,triturado por el can.
-¿Te escribiò?
-No,espero al cartero y nada.
-Te habrà olvidado.
-No es capaz.Alguien esconde las cartas.A la hora que el cartero surge en la esquina,con su paso apresurado,la niña rubia acecha con ansiedad.
-¡Ahì viene! ¿Nada para mì?
-Nada,señorita,responde,y sigue su viaje,sin comprobar el efecto del golpe que a asestado.El conoce el misterio del bello palacio,donde se desarrolla un drama y en el que las cartas para la desolada,no llegaràn nunca,porque alguien las retira con astuta anticipaciòn.Todas las madrugadas arriba el tren con su estafeta repleta,los canastos llenos,las valijas reventando.Es el correo del verano,en el que la Metròpoli vuelca su espìritu: cartas y mas cartas,miles y miles,que viajan de uno a otro extremo,que vienen y van,que consuelan,que excitan,que irritan,que curan,que enferman o que provocan la risa.
El nene que ya deletrea,que destruye la pluma con que su padre trabaja,escribe una epìstola adorable y la dirige a San Pedro,en las puertas del Cielo.Te mando muchos besos y espero que te acuerdes de mi y el año que viene me obsequies con un angelito y me lo envìes con esos reyes que pasan montados en los camellos que suben por la Explanada.Yo,en cambio,te obsequiarè con caramelos.El caballerito,trepado a la ventanilla del correo de la Rambla,compra una estampilla,la humedece con la lengua,la fija y la arroja al buzòn.El paciente cartero busca el domicilio: al señor San Pedro-Puertas del Cielo-Mar del Plata.No conocen,escribe detràs del sobre.No dan razòn.A la lista de cartas detenidas,ordena el jefe.Pero el cartero adivina que San Pedro se entera de su correspondencia sin necesidad que se la alcancen y que ha respondido ya a su amigo de Mar del Plata,trasmiiendo su respuesta en un telegrama urgennte-recomendado,que llevò al chalet un mensajero rubio,en bicicleta,que marchaba tan ligero que parecìa adelantar al viento.
-Puertas del Cielo-Fechado en la eternidad-A ninguna hora-Empleado que lo expidiò: San Gabriel-Que lo recibò San Antonio-Recibe mi bendiciòn.Si te portas bien te regalarè un angelito para el año que viene-San pedro.
-¡Viva San Pedro! ¡Viva el cartero!-prorrumpe el nene,palmoteando,y remedando con su vocecita la bocina del automòvil de su casa.
Los epìgrafes de las 7 fotos de esta nota dicen:
.Señor Julio Ponce,jefe del correo de Mar del Plata.
.Sala del telègrafo que transmite en el dìa mil despachos.
.Mensajeros del telègrafo.
.Personal de carteros.
.Ramòn Vidal,el cartero mas antiguo de Mar del Plata
.Las encomiendas llegan en el dìa.
.Escuadròn de carteros
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