Gran Circo Berlin en Mar del Plata. Foto suministrada por el Sr. Héctor Fráncica, investigador y creador del Archivo Internacional del Circo para el suplemento publicado por LA CAPITAL el 10 de febrero pasado con motivo del 139 aniversario de Mar del Plata. Reproducimos a continuación el pormenorizado artículo que el Sr. Fránciaa escribió para esa edición especial:
La primera ciudad con un circo estable
Una de las actividades artístico-culturales que mucho aportó a aquel pueblo naciente, más tarde ciudad de Mar del Plata, fue el circo, hoy tan vapuleado.
Bajo sus carpas llegaron las primeras obras de teatro.
No es fácil hallar datos precisos de los primeros circos que actuaron en Mar dle plata, por falta de información escrita o referencias, pero luego de Buenos Aires, fue la ciudad balnearia la primera localidad del interior que contó con un circo estable por donde desfilaron los mejores exponentes del género de aquella época. Se llamó Circo Romano, su estructura totalmente de madera, fue obra de los arquitectos Casajus y Ray.
En ese circo, mi madre vio actuar a la pareja de payasos “Dick y Biondi”, quien con el tiempo se convertiría, por su actuación en televisión, en el popular Pepe Biondi, que en el circo encarnaba el payaso cara blanca, en tanto Dick era el tony.
En ese establecimiento actuaron muchos circos que llegaban a esta ciudad, entre otros el “Campos”, al cual también concurrió mi madre. Este circo, al igual que otro, poseía la característica del circo criollo o de segunda parte, es decir que el espectáculo se componía de una primera parte auténticamente circense, y luego de unos minutos de intervalo, se presentaba en un escenario que se encontraba montado detrás de la pista tradicional, una obra de teatro generalmente gauchesca. Luego, la pista solía ser utiilzada para bailar el pericón y en ocasiones se ingresaba con los caballos de los gauchos.
Por ello, no debemos olvidar que los “pañales” del teatro nacional fueron de lona…
Es muy triste comprobar hoy la subestimación del circo.
Según el diario La Prensa de Buenso Aires, del 28 de diciembre de 1892 , se encontraba trabajando en el circo de Mar del Plata, la compañía Podestá-Scotti.
El mencionado local se encontraba instalado en la actual calle Catamarca entre Belgrano y Moreno, sobre la vereda impar.
Un dudoso incendio terminó con la vida de este circo estable por el cual desfilaron reconocidos artistas, como el ya mencionado Pepe Biondi, José Podestá, etc.
No poseo datos de la fecha de su destrucción, pero tengo en mi poder programas originales del año 1930 de un circo que se encontraba actuando en el lugar.
En la década del 40, el terreno habitual de los circos ambulantes, fue el de la avenida Luro al 5500, frente al Molino Harinero, allí pude ver en mi tierna infancia al entonces famoso circo “Hnos. Rivero”, el circo “Facio”, de don Victor Facio. Años más tarde, al encontrarse ocupado ese lugar, los circos se instalaban en la cuadra siguiente, donde en estos dias funciona una firma de lácteos.
Aquí en distintas temporadas desarrollaron sus actividades los circos “Sudamericano” de la empresa Hnos. Tejedor, el “Hnos. Rivero” de la familia Rivero, el “Buffalo Bill” de Julio Stevanovich, donde en una oportunidad fueron sorprendidos por la presencia en la función nocturna, del general Juan Domingo Perón y acompañantes, sin anuncio previo alguno. Vale acotar que el general Perón fue un gran aficionado al circo y fue quien propició el decreto-ley en favor del circo y que hoy, quienes dicen responder y/o representar la doctrina de aquel político no respetan o ignoran, colmando de obstáculos la actividad de los circos o prohibiéndolos tan solo por caprichos personales de funcionarios ineptos que hacen mal uso y abuso del poder circunstancial que les otorga su investidura.
En 1951, se instala en la avenida Luro y Malvinas, un modesto circo criollo (de segunda parte), de la familia López.
Chelo, Alberto y Coco y los hijos de éstos de corta edad, como la mia. Mantengo aun fresco en mi memoria aquel entrañable circo, que me brindó el enorme regalo de trasladarse desde el lugar mencionado, a la actual avda. Libertad esquina Chaco.
Mi domicilio era Misiones entre Balcarce y Libertad. Aun hoy mantengo contacto con aquellos “chicos” de entonces, continuadores de la bohemia circense de sus mayores que ya no se encuentran entre nosotros. Disfruté de grandes y lujosos circos, pero ninguno logró borrar el recuerdo del querido circo Panamericano de la familia López.
Al mismo tiempo que el terreno de la avda. Luro al 5600, comenzaron a instalarse circos en la avda. Independencia al 3700, donde desfilaron espectáculos circenses de gran nivel artístico, el circo Nortemericano de Bebo Stevanovich con un espectáculo deslumbrante en el cual se intercalaban actos de la pista de hielo con el fondo de las novedosas (en aquel momento) Aguas Danzantes y los grandes actos circenses que se desdarrollaban en la pista circular, donde pudimos aplaudir a artistas como los Kan Tay Ko de China, los malabaristas Akimoto de Japón, los Brocklin equilibristas franceses que llegaron a Mar del Plata procedentes del circo “Medrano” de París, “Los 8 Yacoppis” acróbatas de báscula, esta troupe llega a Mar del Plata procedente del Ringling Bros. and Barnum y Bailey Circos de USA (el espectáculo más grande del mundo), actuando en dicho circo fueron incluidos en el libro Guinnes por el cuádruple salto mortal logrado en ese tipo de trabajo. Esta troupe era argentina, pues lo era Yacoppi, su creador, pero en el grupo había artistas de distintas nacionalidades, por ejemplo el portor Sr. Corat de origen colombiano. Difícil resulta determinar en este espectáculo, qué número artístico era atracción, pero sin duda alguna los Yacoppis se llevaban las palmas y no dudo que del mismo modo lo entendió la dirección artística, al colocarlos como número final del programa.
También allí pudimos ver por primera vez un circo de tres pistas, en el momento en que había producido un suceso la pelicula “El espectáculo más grande del mundo”, hace su llegada el circo Sudamericano de la empresa Tejedor Hnos, con sus tres pistas con un muy buen espectáculo que pude ver y en el que destaco la actuación de la alambrista chino-germana Kimiko (simplemente sensacional), entre otras grandes atracciones.
En el mismo espacio durante la temporada 1959, se instala por primera vez en la ciudad un circo de no grandes dimensiones, pero “coquetamente” presentado y con un agradable espectáculo montado con muy buen gusto. Se trataba del Circo Mágico Tihany en sus comienzos, el que con el tiempo llegaría a convertirse en uno de los más prestigiosos del mundo. Creado por Franz Czeisler “Tihany”, el espectáculo giraba en torno a su figura artística, un gran mago, un talentoso empresario y un ser humano que debiera ser un referente para tener una sociedad ejemplar.
Este hombre que conoció y soportó los horrores de la guerra, la persecusión, el frio, el hambre en su juventud, finalmente en su ancianidad, pero plenamente lúcido y antes de su retiro le es reconocida su trayectoria y acciones en la vida otorgándosele la distinción de Dr. Honoris Causa por la Universidad de México.
Los marplatenses tuvimos el privilegio de recibir en reiteradas oportunidad la visita de este hombre excepcional que nos deleitó con su obra magnífica, su sin igual circo Tihany.
En el mes de febrero de 1963, en los terrenos delimitados por las calles Las Heras, Sarmiento, Garay y Castelli, se alzó la más majestuosa carpa levantada hasta entonces en esta ciudad, realizada por su propietario, Marcos Eguino. En dicha carpa se presentó el circo Berlín del empresario y productor alemán Wilhelm Butz, quien llegaba luego de un resonante éxito en el Luna Park de Buenos Aires. En ese espectáculo pudimos disfrutar de verdaderas atracciones mundiales del momento, como el afamado mago Chefalo, el equilibrista Fatini, la familia Renz en su acto de alambre en altura, Harri Belly y su tigre jinete, las hermanas Mascot, entre otros actos de no menor jerarquía, que omitiré por razones de espacio.
En el año 1964, llega por primera vez a Mar del Plata el Circo uruguayo City Star.
Desconociendo la ciudad, se instalaron en la intersección de las avenidas Colón y Champagnat (donde actualmente funciona una estación de servicio), pero a los pocos dias cambiaron de ubicación y se trasladaron al puerto, iniciando de ese modo lo que por su actividad hoy tradicional, se ha dado en llamar la Manzana de los Circos, aun cuando el predio en cuestión abarca varias manzanas…
En 1970 la señora Trude Stoch Sarrasani, en su último intento por recuperar el cetro que otrora ostentó el mundialmente famoso Circo Alemán, se asocia con Antonino Segura, empresario del circo Real Madrid y emprende una nueva etapa bajo el nombre de circo Sarrasani, para lo cual fueron contratados artistas de Alemania.
Llegaron a la Argentina, actuando durante la temp0orada 1970/71 en Mar del Plata, la familia Sinecker con sus caballos y elefantes, la pareja turco-germana Edda y Kemal con sus osos pardos, la domadora alemana Margarita Sexahur con su grupo mixto de fieras integrada por dos leones, un tigre, un leopardo y una pantera negra.
También en la temporada 1971/2, llegan a esta ciudad los famosos payasos Gaby, Fofó y Miliki, la familia Aragón de una gran dinastía circense, traidos por el emprendedor e inquieto empresario Julio Sandor.
En 1979 nos visita el circo “De los Muchachos”, que bajo la dirección de su creador, el sacerdote Jesús César Silva Méndez, recorría el mundo con un mensaje de paz y justicia.
Componían su elenco 120 adolescentes y niños de ambos sexos de distintos orígenes y nacionalidades. La gira latinoamericana no fue fácil y a los grandes obstáculos, se agregaron persecusiones y amenazas de los gobiernos dictatoriales de ese momento, llegaron a Argentina procedentes de Chile.
En la temporada 1981/2, llega a Mar del plata un trotamundo incansable, Orlando Orfei con su circo y un elenco compuesto por artistas (en su mayoría) procedentes del circo estatal de Rumania.
En 1982/3 nace en Mar del Plata un muy buen circo de efímera vida. Se trata del circo Satany, con un estilo similar al Tihany, pero la prematura muerte de Dalmacio Sanchez, su director y fundador junto con el mago Satany, terminó con este ambicioso proyecto.
En 1985 llega a esta ciudad el circo mexicano Fuentes Gasca, con un espectáculo discreto en el que resalta con brillo propio los fantásticos trapecistas Hermanos Gaona,
que fueron atracción en el Ringlin Bros. and Barnum y Bailey Circus de USA durante décadas y en el año 1980 lograron la máxima distinción en el Festival Internacional de Circo De Montecarlo, logrando el preciado “Payaso de Oro”. Solo por ver este acto se justificaba concurrir al espectáculo.
En 1991, el circo de Moscú hace su primera presentación en Mar del plata, actuando en las instalaciones del desaparecido Superdomo.
La inexperiencia de la empresa que lo patrocinaba, fue la causa del poco éxito de aquel buen espectáculol
En la decada de 1980/90, durante varios años consecutivos actuó en nuestra ciudad un cuirco que llegó a merecer el calificativo de muy bueno e importante. El cuirco Rodas, de Miguel Angel Percudani.
Lamentablemetne razones ajenas a la voluntad de este empresario, lo obligaron a bajar definitivamente su carpa cuando se encontraba instalado en el Parque Sarmiento de la ciudad de Buenos Aires por un acuerdo con un funcionario político, acuerdo que culminó con la vida del verdadero circo Rodas. Lo de verdadero es importante aclarar, pues en la actualidad se está utilizando aquel nombre de prestigio, para engañar el público.
El espacio de Avenida Juan B. Justo al 300 perteneció a Marcos Eguino y Flia, emrpesario en distintos períodos de los circos Eguinio Bros, Ringlin y Bahuken, que tantas temporadas visitaron Mar del Plata y cuando no lo hacían, alquilaban el lugar a otros circos como el Sarrasani, Fuentes Gasca, etc. Fallecido Marcos Eguino, su familia tomó otro tipo de actividades.
En 1999/2000 desde España llega a Mar del plata el circo Museo Raluy, merecedor de un parrafo aparte.
Cada lugar de ese circo era una estrofa de un poema circense, que culminaba con una función magnificamente ajustada y que al finalizar, no eramos pocos los que derramábamos lágrimas de emoción.
La calidad de su gente, conformando un grupo humano por demás destacable, hace que aun hoy perdure fresco en nuestro recuerdo su paso por Mar del Plata.