EL “GRAN CUARTEL” EN SUS COMIENZOS , EL AGRESTE PAISAJE CIRCUNDANTE Y LA VIDA DE SUS HUÉSPEDES.
RECUERDOS EN PRIMERA PERSONA.
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“…¡Qué lejos se está de aquel verano de 1887! —cuando un pequeño grupo de familias distinguidas se albergaban en un ángulo del hoy “Grand Hotel” , o “gran cuartel” , por sus chatas dimensiones , que estaba entonces en la primera parte de su edificación— . El campo abierto , verde y ondulado
lo rodeaba y a su frente —donde a fines del mismo año apareció emplazado el Bristol Hotel— , los señores se entretenían muchas tardes en remontar barriletes ; y en las noches de luna sobre las arenas plateadas por su luz pálida , la diversión se hacía en común : las damas y los caballeros jugaban al gallo ciego formando una inmensa “ronda catonga” —como decían
los niños de antaño—…”
“…También parecían ritos litúrgicos las vueltas que se daban en noches oscuras, alrededor de la manzana del hotel , circuida por un tapial. Después de comer , todo el grupo veraneante salía en procesión , de dos en dos , por la angosta acera de piedra tosca frente al edificio , y en lo demás , a suelo limpio , bordeado de un ladrillo de canto.
La procesión marchaba lenta , sin más luz que la que proyectaban la puerta y las ventanas del hotel.
En obscuridad completa se recorría la mayor parte del trayecto. La campaña ilimitada era una sola mancha negra y densa ; los ojos se hundían en ella sin penetrarla , cual si se hubiera apagado la luz en sus retinas.
Y el profundo silencio de su letargo nocturno se ahogaba en el golpear potente de las olas del mar . Si la tierra desaparecía en tenebrosidades , el cielo infinito , con el privilegio de sus estrellas , esmaltaba de fulgores el cóncavo de su bóveda…”
“…Las tinieblas , estrechándolo todo , y el hondo silencio del campo , sólo interrumpido por el acompasado rugir del océano , sobrecogían a los procesionantes : su andar era lento y cual si musitaran oraciones de extraña liturgia , hablaban en voz baja las parejas entre sí…”
“…En cambio se charlaba a toda voz y se reía expansivamente cuando el frío , el viento o la lluvia obligaban a los huéspedes del hotel a agruparse en el salón —si es que podía llamarse salón el cuarto de escasas dimensiones , con sus paredes encaladas y una fila de modestas sillas en su contorno—…”
“…Todo su lujo era el piano , arrinconado en un ángulo , del lado de la
ventana que daba al mar —cuyos postigos se cerraban para que no penetraran las obscuridades del espacio—…”
FUENTE : Aldao de Díaz , Elvira ; Veraneos marplatenses : de 1887 a 1923 ; Buena Vista Editores ; Córdoba ; 2012 .
El Grand Hotel:
La información sobre este tema no abunda,principalmente la de los comienzos,pero sostendremos también aquí nuestras hipótesis.En la esquina que mira al E de Luro y Entre Ríos,antes de la traza urbana y por consiguiente no alineado con ella,se levantaba el Almacén La Proveedora,es decir,la antigua pulpería del saladero de 1857.
Más tarde,no sabemos cuándo pero a partir de 1877,Pedro Luro demuele el local y lo vuelve a construir,esta vez alineado con las calles referidas.Allí Luro siguió con el negocio,que abarcaba el almacén La Proveedora y la Fonda La Marina en sociedad con Eduardo Peralta Ramos, a quien correspondía un tercio de las utilidades.
Con el tiempo la fonda se transformó en el Grand Hotel,construìdo en etapas,que ocupaba toda la manzana y llegó a tener 110 habitaciones. Cabe consignar que de ellas 54 daban a la calle y la mayoría tenía una puerta vidriera de dos hojas y celosías de madera que se abría sobre la vereda,con las consiguientes irregularidades que el hecho puede suponer,sobre todo si nos atenemos al nombre de una pieza del teatro español antiguo: Casa con dos puertas mala es de guardar…
Y el Grand Hotel no tenía baños,cosa que costará creer a los jóvenes de este tiempo pero así fue.Había algunos retretes sueltos por los patios pero baños propiamente dichos sólo había dos,por lo cual el que se quería bañar debía reservar turno con la consiguiente anticipación.
Por lo demás,en las habitaciones había recipientes varios,dentro,debajo o encima de los muebles.Y por los corredores circulaban las mucamas.
Recordamos al Grand Hotel y con dos anécdotas personales cerraremos sus referencias.Primera: las entradas del hotel,además de las que comunicaban las habitaciones directamente a la calle,eran varias.Pero había un par de zaguanes,uno abierto a Entre Ríos,que podría tomarse como la entrada principal del establecimiento,y otro a Corrientes, perfectamente alineados en el eje Sudeste-Noroeste de la manzana.
Esos zaguanes estaban siempre abiertos de día.Y recordamos como en un sueño el asombro del niño que fuimos,al mirar ese largo y angosto camino interior por el que se veían pasar vehículos y gente por la calle que quedaba a una cuadra.
(Arq. Roberto O. Cova/Toledo con Todos/Ene-Feb/2001).
Podemos agregar la foto 5863,remitida por el Sr. Carlos Alberto de Adà,en cuyo epìgrafe menciona:
“Foto que nos muestra,al Gran Hotel,Hotel Bristol,plaza Mesquita…..”
El Grand Hotel,se vió repleto de pasajeros en el verano 1886-87, primera temporada balnearia de MdP;en el salón comedor se realizaban interesantes reuniones,se hacía música y se bailaba con gran “entrain”. Que alegres y animadas eran las excursiones que efectuaban los veraneantes en aquel año tan lejano! Terminado el baño,se realizaban excursiones,a caballo al arroyo La Tapera,a la Laguna de los Padres,a las barrancas de la Lobería,y a las estancias vecinas.Los paseos cortos se realizaban,a pié,por el borde del mar,hasta las piedras y trepándolas y descendiendo en grandes saltos,al rumor de las olas que estallaban en ellas,llegando hasta la Gruta,aquella que al desaparecer sepultó entre sus enormes piedras toda la primera época de Mar del Plata.Algunos veraneantes se entretenían muchas tardes en remontar barriletes y en las noches de luna,sobre las arenas plateadas por su luz pálida,la diversión se hacía común;las damas y caballeros jugaban al Gallo Ciego,formando una inmensa “ronda catonga”,como decían los niños de antaño.Las voces y las risas,dice la escritora Elvira Aldao de Díaz,en su libro “Veraneos Marplatenses”,resonaban cristalinas en la inmensidad del espacio negro azulado y se extinguían en el cadencioso rumor del mar.Y a los soñadores,aquellas rondas veloces es la casta soledad circundandante,al borde de las olas bruñidas por la luna, flotando en el viento las ropas y el cabello de las mujeres y de los hombres parecianles rituales de extinguidos paganismos.Diez años continuó Felix Menvielle al frente del Grand Hotel,falleciendo en el invierno de 1897;la Sra. y su hijo Luis continuaron hasra 1908,año que cedió al Sr. Antonio Barrio sus derechos al contrato de locación del establecimiento.(Fuente: Roberto T. Barili).
En la temporada 1926-27,en el Grand Hotel se alojaron entre otros:
Mayor Eugenio Pini y Señora
Dr. Rodolfo Buzzi y Señora
Dr. Rodolfo Cutter y Familia
Señora Freeland Posse y Familia
Dr. Saul Perkins y Familia
Trabucco y Familia
Dr. Guillermo Anzorena
Familia Matta
Dr. Inocencio Rillo
Señora de Negri y Familia
Dr. Iglesias y Señora
Dr. Alfredo Cano y Familia
Francisco Medina
Dr. Juan Caste y Familia
Señora Lola Cabral de Bravo y Familia
Dr. Daniel Infante y Familia
Dr. Severo del Castillo y Familia
Señora de Tuculet y Familia
Señora Zaldivar y Familia
Dr. Corominas Segura y Familia
Señora López de Peña
Señora Maisé Delfino
Dr. Héctor Norrie y Señora
L. Loubié
R. Kemedy
Germán Tirugali
Dr. Guillermo Sotello
José Pirovano y Familia
Dr. Alberto Vadone
Profesor Manuel Silva y Familia
Conrado Céspedes y Familia
Gonzalez Chaves y Familia
Señora Lucía Céspedes
Dr. Antonio Lozano y Familia
Schoroeder y Familia
Señorita Bustamante
Dr. Sergio Venezian
Ignacio Céspedes
Dr. Luis Lacour
Dr. Osvaldo de la Croce y Familia
Dr. Tiburcio López y Señora
Dr. Romeo Caferatta
Dr. José Lázaro Costa
José Causa y Familia
Dr. Rignou Santiago (hijo)
Renardié y Familia
Juan Roncoroni y Familia
Dr. Celesia y Familia
Julio Castiñeiras
Señora de Jáuregui
Pablo Nuvaro.
En la foto 5539,enviada por el suscripto,podemos ver en 1924,el comedor del “Grand Hotel” de Luis Nogaró,fundado en 1886,tuvo varias reformas, hasta ésta última de la foto que fué en 1900.Superaba los 400 pasajeros.
En la foto 4801,enviada por el Sr. Enrique M. Palacio,en su epìgrafe entre otras cosas leemos:
“…a la izquierda el “Grand Hotel”,(actual Av. Luro y Entre Ríos),y enfrente la Rambla Pellegrini.”
En la foto sobresale un edificio de Cuatro pisos y manzarda (buhardilla) del Sr. Nicolas Rodriguez como lo describió la Sra. Virginiae en los comentarios que genero la foto 5338 remitida por el Lic. Angel Somma diciendo que era el Hotel Nogaro, esto desperto entusiasmo en el Blog para descubrir a quien pertenecía el edificio, el Lic. Somma con la cooperacion del Sr. Marcelo A. Barili se llega a saber que fue anexo del Hotel Nogaro. Atte saluda José Alberto Lago
EL “GRAN CUARTEL” EN SUS COMIENZOS , EL AGRESTE PAISAJE CIRCUNDANTE Y LA VIDA DE SUS HUÉSPEDES.
RECUERDOS EN PRIMERA PERSONA.
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“…¡Qué lejos se está de aquel verano de 1887! —cuando un pequeño grupo de familias distinguidas se albergaban en un ángulo del hoy “Grand Hotel” , o “gran cuartel” , por sus chatas dimensiones , que estaba entonces en la primera parte de su edificación— . El campo abierto , verde y ondulado
lo rodeaba y a su frente —donde a fines del mismo año apareció emplazado el Bristol Hotel— , los señores se entretenían muchas tardes en remontar barriletes ; y en las noches de luna sobre las arenas plateadas por su luz pálida , la diversión se hacía en común : las damas y los caballeros jugaban al gallo ciego formando una inmensa “ronda catonga” —como decían
los niños de antaño—…”
“…También parecían ritos litúrgicos las vueltas que se daban en noches oscuras, alrededor de la manzana del hotel , circuida por un tapial. Después de comer , todo el grupo veraneante salía en procesión , de dos en dos , por la angosta acera de piedra tosca frente al edificio , y en lo demás , a suelo limpio , bordeado de un ladrillo de canto.
La procesión marchaba lenta , sin más luz que la que proyectaban la puerta y las ventanas del hotel.
En obscuridad completa se recorría la mayor parte del trayecto. La campaña ilimitada era una sola mancha negra y densa ; los ojos se hundían en ella sin penetrarla , cual si se hubiera apagado la luz en sus retinas.
Y el profundo silencio de su letargo nocturno se ahogaba en el golpear potente de las olas del mar . Si la tierra desaparecía en tenebrosidades , el cielo infinito , con el privilegio de sus estrellas , esmaltaba de fulgores el cóncavo de su bóveda…”
“…Las tinieblas , estrechándolo todo , y el hondo silencio del campo , sólo interrumpido por el acompasado rugir del océano , sobrecogían a los procesionantes : su andar era lento y cual si musitaran oraciones de extraña liturgia , hablaban en voz baja las parejas entre sí…”
“…En cambio se charlaba a toda voz y se reía expansivamente cuando el frío , el viento o la lluvia obligaban a los huéspedes del hotel a agruparse en el salón —si es que podía llamarse salón el cuarto de escasas dimensiones , con sus paredes encaladas y una fila de modestas sillas en su contorno—…”
“…Todo su lujo era el piano , arrinconado en un ángulo , del lado de la
ventana que daba al mar —cuyos postigos se cerraban para que no penetraran las obscuridades del espacio—…”
FUENTE : Aldao de Díaz , Elvira ; Veraneos marplatenses : de 1887 a 1923 ; Buena Vista Editores ; Córdoba ; 2012 .
Prof. Julián Mendozzi.
El Grand Hotel:
La información sobre este tema no abunda,principalmente la de los comienzos,pero sostendremos también aquí nuestras hipótesis.En la esquina que mira al E de Luro y Entre Ríos,antes de la traza urbana y por consiguiente no alineado con ella,se levantaba el Almacén La Proveedora,es decir,la antigua pulpería del saladero de 1857.
Más tarde,no sabemos cuándo pero a partir de 1877,Pedro Luro demuele el local y lo vuelve a construir,esta vez alineado con las calles referidas.Allí Luro siguió con el negocio,que abarcaba el almacén La Proveedora y la Fonda La Marina en sociedad con Eduardo Peralta Ramos, a quien correspondía un tercio de las utilidades.
Con el tiempo la fonda se transformó en el Grand Hotel,construìdo en etapas,que ocupaba toda la manzana y llegó a tener 110 habitaciones. Cabe consignar que de ellas 54 daban a la calle y la mayoría tenía una puerta vidriera de dos hojas y celosías de madera que se abría sobre la vereda,con las consiguientes irregularidades que el hecho puede suponer,sobre todo si nos atenemos al nombre de una pieza del teatro español antiguo: Casa con dos puertas mala es de guardar…
Y el Grand Hotel no tenía baños,cosa que costará creer a los jóvenes de este tiempo pero así fue.Había algunos retretes sueltos por los patios pero baños propiamente dichos sólo había dos,por lo cual el que se quería bañar debía reservar turno con la consiguiente anticipación.
Por lo demás,en las habitaciones había recipientes varios,dentro,debajo o encima de los muebles.Y por los corredores circulaban las mucamas.
Recordamos al Grand Hotel y con dos anécdotas personales cerraremos sus referencias.Primera: las entradas del hotel,además de las que comunicaban las habitaciones directamente a la calle,eran varias.Pero había un par de zaguanes,uno abierto a Entre Ríos,que podría tomarse como la entrada principal del establecimiento,y otro a Corrientes, perfectamente alineados en el eje Sudeste-Noroeste de la manzana.
Esos zaguanes estaban siempre abiertos de día.Y recordamos como en un sueño el asombro del niño que fuimos,al mirar ese largo y angosto camino interior por el que se veían pasar vehículos y gente por la calle que quedaba a una cuadra.
(Arq. Roberto O. Cova/Toledo con Todos/Ene-Feb/2001).
Fotografìa tomada desde la vereda del Club Mar del Plata, a la izquierda se vè la Plaza Mesquita ( actualmente està el Hotel Antàrtida.
Podemos agregar la foto 5863,remitida por el Sr. Carlos Alberto de Adà,en cuyo epìgrafe menciona:
“Foto que nos muestra,al Gran Hotel,Hotel Bristol,plaza Mesquita…..”
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/5863
En la foto 4316,enviada por el suscripto,podemos ver entre otras edificaciones,una parte del Gran Hotel,por Av. Luro y Entre Rìos,datada en 1924.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/4316
El Grand Hotel,se vió repleto de pasajeros en el verano 1886-87, primera temporada balnearia de MdP;en el salón comedor se realizaban interesantes reuniones,se hacía música y se bailaba con gran “entrain”. Que alegres y animadas eran las excursiones que efectuaban los veraneantes en aquel año tan lejano! Terminado el baño,se realizaban excursiones,a caballo al arroyo La Tapera,a la Laguna de los Padres,a las barrancas de la Lobería,y a las estancias vecinas.Los paseos cortos se realizaban,a pié,por el borde del mar,hasta las piedras y trepándolas y descendiendo en grandes saltos,al rumor de las olas que estallaban en ellas,llegando hasta la Gruta,aquella que al desaparecer sepultó entre sus enormes piedras toda la primera época de Mar del Plata.Algunos veraneantes se entretenían muchas tardes en remontar barriletes y en las noches de luna,sobre las arenas plateadas por su luz pálida,la diversión se hacía común;las damas y caballeros jugaban al Gallo Ciego,formando una inmensa “ronda catonga”,como decían los niños de antaño.Las voces y las risas,dice la escritora Elvira Aldao de Díaz,en su libro “Veraneos Marplatenses”,resonaban cristalinas en la inmensidad del espacio negro azulado y se extinguían en el cadencioso rumor del mar.Y a los soñadores,aquellas rondas veloces es la casta soledad circundandante,al borde de las olas bruñidas por la luna, flotando en el viento las ropas y el cabello de las mujeres y de los hombres parecianles rituales de extinguidos paganismos.Diez años continuó Felix Menvielle al frente del Grand Hotel,falleciendo en el invierno de 1897;la Sra. y su hijo Luis continuaron hasra 1908,año que cedió al Sr. Antonio Barrio sus derechos al contrato de locación del establecimiento.(Fuente: Roberto T. Barili).
En la temporada 1926-27,en el Grand Hotel se alojaron entre otros:
Mayor Eugenio Pini y Señora
Dr. Rodolfo Buzzi y Señora
Dr. Rodolfo Cutter y Familia
Señora Freeland Posse y Familia
Dr. Saul Perkins y Familia
Trabucco y Familia
Dr. Guillermo Anzorena
Familia Matta
Dr. Inocencio Rillo
Señora de Negri y Familia
Dr. Iglesias y Señora
Dr. Alfredo Cano y Familia
Francisco Medina
Dr. Juan Caste y Familia
Señora Lola Cabral de Bravo y Familia
Dr. Daniel Infante y Familia
Dr. Severo del Castillo y Familia
Señora de Tuculet y Familia
Señora Zaldivar y Familia
Dr. Corominas Segura y Familia
Señora López de Peña
Señora Maisé Delfino
Dr. Héctor Norrie y Señora
L. Loubié
R. Kemedy
Germán Tirugali
Dr. Guillermo Sotello
José Pirovano y Familia
Dr. Alberto Vadone
Profesor Manuel Silva y Familia
Conrado Céspedes y Familia
Gonzalez Chaves y Familia
Señora Lucía Céspedes
Dr. Antonio Lozano y Familia
Schoroeder y Familia
Señorita Bustamante
Dr. Sergio Venezian
Ignacio Céspedes
Dr. Luis Lacour
Dr. Osvaldo de la Croce y Familia
Dr. Tiburcio López y Señora
Dr. Romeo Caferatta
Dr. José Lázaro Costa
José Causa y Familia
Dr. Rignou Santiago (hijo)
Renardié y Familia
Juan Roncoroni y Familia
Dr. Celesia y Familia
Julio Castiñeiras
Señora de Jáuregui
Pablo Nuvaro.
En la foto 5569,enviada por el Sr. Lucio Strap,leemos en su epìgrafe:
“Plaza Mesquita y Grand Hotel……”
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/5569
En la foto 5539,enviada por el suscripto,podemos ver en 1924,el comedor del “Grand Hotel” de Luis Nogaró,fundado en 1886,tuvo varias reformas, hasta ésta última de la foto que fué en 1900.Superaba los 400 pasajeros.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/5339
En la foto 4801,enviada por el Sr. Enrique M. Palacio,en su epìgrafe entre otras cosas leemos:
“…a la izquierda el “Grand Hotel”,(actual Av. Luro y Entre Ríos),y enfrente la Rambla Pellegrini.”
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/4801
En la foto 3756,enviada por el suscripto,podemos ver el edificio original del Grand Hotel.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/3756
En la foto sobresale un edificio de Cuatro pisos y manzarda (buhardilla) del Sr. Nicolas Rodriguez como lo describió la Sra. Virginiae en los comentarios que genero la foto 5338 remitida por el Lic. Angel Somma diciendo que era el Hotel Nogaro, esto desperto entusiasmo en el Blog para descubrir a quien pertenecía el edificio, el Lic. Somma con la cooperacion del Sr. Marcelo A. Barili se llega a saber que fue anexo del Hotel Nogaro. Atte saluda José Alberto Lago