Las famosas chicas de Rico Tipo veraneaban en Mar del Plata. Ejemplar del 11 de enero de 1945. Imagen del blog “Toda la vida y obra de José Antonio Guillermo Divito” creado por su sobrino Horacio Lares Divito.
Divito:
En la esquina de Agüero y Arenales está el viejo boliche de los Ferrari.Un boliche sin pretensiones snobs.Con enormes ventanas de rejas y sopresattas colgadas.Igual que hace 50 años.Allí concurre la gente del barrio y algunos iniciados,como Alberto Fernández De Rosa,Eva Giberti y Florencio Escardó,o Sergio Malbrán,que no van porque el boliche esté “en onda”,sino porque van a gustar la Gran Pizza Argentina Salud.Allí suele comer los domingos el viejo César Bruto.Allí lo encontré.Si lo ves,a lo mejor no lo conoces,Willy.La barba blanca es como una niebla rodeando sus ojos fulgurantes,agudos y jóvenes como nunca.Al verlo allí,frente a la pizza fragante y la cálida botella amiga,te invoqué,Willy Divito.Me pareció,de pronto,que allí estaba el sitio propicio para la convocatoria.Vos,y Calé,y Levalle,y Laniro,y Wimpi,todos junto a César Bruto que,si pudieras verlo,tiene aspecto de profeta.¡El,que a los ta y tantos sigue siendo un niño terrible! En la mesa habría lugar para Cotta,para Borocotó,para Columba,para Frascarita.Para todos los que han teñido de belleza y bondad esta vida que a veces,como lo quiere el tango, es una herida absurda. Pero que gracias a ustedes se soporta mejor.Lo abracé al viejo Warnes César Carlos Bruto y me fui pensando que,como una homilía rea,debía escribir esto.Hasta siempre,Willy Divito.
DE LA VIDA EN ORSAl,DEL TIEMPO LOCO.. .
Allá por los años 40 Buenos Aires era una ciudad de lo más formalita. Vestida de un gris discreto muy paquete,muy de Paris.La calle Corrientes aún no estaba invadida por el tufo grasiento de las pizzerías y tenía en cambio una confitería muy europea.El Galeón, donde Dajos Bela tocaba valses vieneses.Y en Odeón se tomaba café mientras se oían conjuntos de jazz.Y había muchos bares lácteos y,desde luego, desde Esmeralda hasta Callao,la calle era un almacigo de cafés con orquestas de tango.Los hombres vestían ropas oscuras y el pasear por Florida a la salida del trabajo era una suerte de “vuelta del perro” para encontrar conocidos y echar un parrafito o compartir un trago. Buenos Aires entonces era gris y modosa.Tenía los modales correctos y recatados de una maestra normal nacional en edad de tener festejante.
Pero de pronto a esa ciudad circunspecta le nació un duendecillo narigón y travieso. Una suerte de fauno bailarín y divertido que en lugar del caramillo o la siringa llevaba en su mano derecha un pincel mágico y en la izquierda un cigarrillo siempre encendido. Retrepando incansable por los muros de la ciudad y metiéndose en sus más recoletos vericuetos,aquel duendecillo,aquel fauno alegre y narigón,ebrio de risa y luna,repintó la ciudad,la volvió colorida y bochinchera.Pintó y dibujó a los habitantes de esta ciudad.Les mostró que eran como eran y no como creían ser.Y les enseñó el bello hábito de reírse de si mismos. Que es el comienzo del camino de la sabiduría.A las mujeres les estrechó la cintura,les amplió las caderas,les embelleció las piernas enseñándolas a lucirlas en todo su esplendor acortando las faldas.Les cambió el peinado,les dibujó otros ojos y otros labios.Y a los hombres los desterró para siempre del luto que vestían por la suerte de Milonguita.Les hizo subir la cintura del pantalón hasta el esternón,el ruedo del saco por debajo de tas rodillas,los pantalones como bombachas de campo y las corbatas chillonas.A golpes de su mágico pincel les hizo cambiar el peinado y el gesto.Y los enfermó a todos del saludable ejercicio de la risa.Aquel duendecillo se llamó Guillermo “Willy’ Divito.Cuando murió,a los 57 años de su edad,Garaycochea dijo: “Al Otro yo del doctor Merengue,hoy se le ha caído una lagrimita”.Era porteño por nacimiento y por vocación.Venía de una familia “pudiente”.Su padre, médico de nota,había previsto para Willy un severo y austero camino de estudio y 10 en conducta.Entendía el doctor Divito que el colegio Champagnat de Lujan debía ser un buen dique de contención para aquel hijo exuberante de picara fantasía.Vano intento.El Willy con su pincel mágico dibujó una puerta en los muros del austero colegio y por ella huyó,ávido,hacia a vida.A los 19 años estaba ya dibujando en la redacción de la revista Sintonía y colaborando en varias publicaciones hasta entrar a formar parte del elenco efectivo de la mitológica Patoruzú, aquella de forma apaisada que marca un hito en el humor porteño.Allí creó sus personajes “El enemigo del hombre” y “Oscar dientes de leche”.Pero como todo era débil y pequeño para contener el eterno desbordar de aquel ser mercurial, efervescente,debió saltar también el tapial de “Patoruzú”.Los hombres formales pretendían que Willy “con su talento enorme y su nariz” se convirtiera en un joven aplicado y de conducta Muy Buena. Willy se divertía sobresaltando las digestiones de don Dante Quinterno con la sensual silueta de las chicas que dibujaba como a él le gustaban: con mucho de esto y bastante de esto otro.La moralina o intoxicó y se marchó de “Patoruzú” para cumplir,el viejo sueño de tener su propia revista.Así nació,el 16 de Noviembre de 1944,la revista “de Divito”: la Rico Tipo de inmortal memoria.Al año siguiente se transformó en un verdadero boom periodístico: 350 mil ejemplares de tirada.Por ella pasaron,algunos haciendo sus primeros palotes, otros aportando su talento ya madurado previamente,todos los ases del humor argentino.Alejandro del Prado, “Calé”,creador del memorable “Buenos Aires en camiseta” y de hilarantes viñetas futbolísticas; Abel Laniro,uno de los más grandes caricaturistas que tuvo el país y artista con una técnica de escalofriante perfección;Juan Ángel Cotta,que ejerció una talentosa síntesis de humor y técnica cubista;Bavio Esquiú,”Juan Mondiola”,gran billarista y escritor que supo rastrear como pocos en las más profundas vetas del alma porteña; Oscar Conti,”Oski”,genial anticipador de formas de humor que hoy nos son habituales y uno de los dibujantes más talentosos del siglo XX;Carlos Warnes,”César Bruto” o “Napoleón Verdadero”,maestro de la fina ironía,cultísimo humorista que formara con Oski un dúo difícil de igualar; Rodolfo M. Taboada y sus postales porteñas de hermosísimo lenguaje;Aldo Cammarotta,cultor del humor “serio” y con mucha miga;Faruk;Horacio S. Meyrialle,Gius,Pedro Seguí, dibujante que creara la imagen de Juan Mondiola y autor de “chicas” que a veces competían con las del maestro Divito;Joaquín Lavado,”Quino”, quien de entrada no más mostró que traía una Mafalda en el tanque;Toño Gallo,dibujante excepcional, autor también de turbadoras “chicas”; Mazzone;Billy Kerosene,que es hoy víctima de un injusto olvido;el maestro Wimpi,Alfredo Levalle,Guerrero,Tomás Elvino Blanco y muchos otros cuya omisión no es injusticia sino mala memoria del cronista. Todo el Quién es Quién del humor argentino pasó por “Rico Tipo”.En esa revista creó Willy sus personajes más significativos: Fùlmine,el yetatore,Bòmbolo,el ingenuo,El otro yo del Dr. Merengue,que en 4 líneas dejó dicho lo que a los psicólogos les lleva miles y miles de páginas,Fayutelli,El Abuelo,Pochita Morfoni,Gracielita y,por supuesto, las fabulosas Chicas, de línea bellísima y cuyo humor estaba acompañado de un sano erotismo.Todo Buenos Aires se tiñó de “Rico Tipo”.Como la revista estaba teñida por la avasallante personalidad de Divito. Conspicuo habitante de la noche porteña,la recorría de cabo a rabo, echando redes para pescar los personajes que luego inmortalizaba con la sabia síntesis de su dibujo excepcional. Todos los estratos de la noche le pertenecían por derecho propio.Reclutaba sus amigos tanto en los ambientes más sofisticados como entre los vendedores de diarios,mozos de bares o vendedores de entradas de claque.”¿Qué tal,cómo le va don Willy?”,era el saludo que se escuchaba a cada paso al caminar a su lado por las calles.Amante de la noche era al mismo tiempo un enamorado del sol.Ese sol que doraba las chicas que fueron el más amado y mejor cultivado de sus hobbies.Por esa razón era un enamorado del Brasil,en cuya tierra hoy descansa.Y por esa razón,si era cierto que en invierno no dejaba nunca la cama antes de la una de la tarde,en verano sacrificaba parte del sueño para echarse desde temprano bajo el sol amigo. Y por esa razón prefería siempre los coches abiertos.
Como todos los seres privilegiados que poseen “duende”.Divito fue un ávido y voraz asaltante de la vida.Se zambullía en ella diariamente como un chico en una bañadera llena de helados. La música fue una de sus pasiones.La estudiaba curiosamente y fue un gran coleccionista de discos.En este terreno,como en todos,fue un adelantado.Hablaba familiarmente de Star Kenton años antes de que aquí se lo comenzara a conocer.Fanático del jazz, adhirió,como no podía ser menos,a todas las formas vanguardistas de ese género.Fue amigo y admirador primerizo de Lalo Schiffrin y aprovechaba todos sus viajes para escuchar cuanto recital pudiera,no sólo de jazz sino de todas las formas musicales, incluidos los nuevos sonidos del Brasil.¿Qué cosa no gustaba este morfón de vida? El boxeo era una de sus pasiones y en los dos años de conscripción en la Marina tiró guantes pese a su monumental nariz.Pero en esencia no fue nunca un deportista.De la vida sana,sólo el estar echado al sol en dulce y estimulante compañía.
Las Chicas: su hobby número uno.Cuando en algún club nocturno aparecía una de ellas que era un cañonazo,iba invariablemente del brazo de Willy.Las amó por sobre todas las cosas y fue amado.Ejercía la misma seducción sobre las de 18 o las de 35.En ese terreno Divito mató.Cada vez que las dibujaba ejecutaba un verdadero acto de amor.La seducción que ejercía sobre ellas se manifestaba aun a la distancia.Todas querían ser “chicas Divito”.En los sofisticados reductos del trago y la música nocturna y en las fábricas de Mataderos o Puente Alsina.Si bien en las rutas abiertas conducía “al mango y sin límites” como solía decir,por las calles de la ciudad llevaba el coche a paso de hombre.No por prudencia sino para admirar las mujeres.Sin embargo nunca escapó de sus labios,ni ebrio ni dormido,la palabra “casamiento”.Adoraba los chicos, pero los de otros.”Nadie sabe lo que soy capaz de hacer por una mina”, solía repetir.Tras de una se fue,efectivamente,a Europa y corretearon con el amor a cuestas por sólo Dios sabe cuántos lugares del Viejo Mundo.Cuando todo terminó regresó a Buenos Aires.Había abandonado todo por ella y la aventura le costó un paquete de dinero.Pero jamás se quejó.Hubiera sido impropio de Willy.Nunca abrumó a nadie con sus problemas personales.Sí,en verdad era capaz de cualquier cosa por una mujer.Menos,claro está,de casarse.
Ya Punteaba la muerte su milonga…Era un candidato a las piñas con los autos.Conduciendo un Volkswagen volcó fuerte frente a la cancha de River.El coche no tenía radiador pero él sí.Y lo traía lleno.Con un DKW se llevó por delante un camión.Recibió varios avisos más,pero no les hizo caso.Murió en su ley.En un auto y en Brasil,el país que más amaba luego de su Buenos Aires.En Lajes,entre Porto Alegre y Curytiba venía hacia Buenos Aires en su Fiat 1500.Era muy temprano esa mañana.Pero tarde ya para él.Nunca se supo por qué razón quiso adelantarse tan torpemente a aquel camión.La ruta en esa parte está infestada de ellos, y otro que venía en sentido contrario destrozó el coche y la vida del insaciable vividor.Su muerte fue florada como lo merecía.Pero su vida no había tenido desperdicio.Había jugado bien la baraja que le tocó en el reparto.Quiso tener “su” revista,e hizo de “Rico Tipo” una revista líder,cuya fama atravesó todas las fronteras.Hasta las de la envidia. El,por prepotencia de alegría de vivir,no recogió otra cosa que amistad.Muchos de sus personajes siguen viviendo en publicaciones nacionales y extranjeras.En vida trabajó para “O Cruzeiro”,de Brasil, “Pingüino”,de Chile y “Can-Can”,de Portugal.Están por ser editadas sus sabrosísimas crónicas ilustradas de sus viajes y aún está vigente “Rico Tipo”.Aunque añore,como los boxers que tanto quiso,la mano rectora y sabia de papá.Querido Willy: necesitaba escribirte esto.Vos y yo sabemos por qué.Y Quino también,pero nunca lo diremos.Dijo un cínico que un colega es alguien sin ningún talento que inexplicablemente se desempeña en lo mismo que nosotros.Quien supo,como vos,ganar tanto cariño y tanto respeto entre sus colegas,tiene que haber sido realmente un ser de excepción.Por eso estas hermano,despierto,juntito a Discepolín.(Fuente: Geno Dìaz)
-Las chicas grandes de Divito:
Este año se cumplen cuarenta de la muerte del dibujante Guillermo Divito.Fue en el invierno del 69, en un accidente de autos,en Brasil. Tenía nada más que 57.La revista que fue su creación absoluta y con la cual siempre se lo identificó,Rico Tipo,apenas lo sobrevivió dos o tres años más.Y está bien que haya sido así: para los setenta el humor era otro,el país era otro,el mundo era otro.Sólo las minas seguían ahí, pero ya no estaba él para hacerles su homenaje en vivo y en dibujado.
Divito es,en la historia del riquísimo humor gráfico argentino,en muchos aspectos–basta comparar las firmas,nomás–la antítesis de Dante Quinterno,el talentoso y laborioso autor de Patoruzú,el fundador del imperio editorial subsecuente.O acaso sea su complemento,si se quiere. O mejor aún:su “otro yo”,para utilizar una expresión que define a su personaje emblemático: El Doctor Merengue.Esa me gusta más: imaginarme a Divito como el otro yo de Quinterno,el lado desfachatado del humorista conservador.Porque cuando en 1944,con algo más de treinta años,Divito se va de Patoruzú–donde había creado,entre otras tiras y muchos humor unitario,a Oscar,dientes de leche,un sintomático tigre de aspecto feroz pero manso y juguetón–no es para hacer lo mismo y mejor sino para hacer otra cosa,lo que se supone “no podía hacer”–la leyenda habla de una discusión sobre la altura de las polleras femeninas–en el sistema del humor de Patoruzú.Divito en Rico Tipo hará lo que Quinterno no (se) permite.Y tendrá un éxito inmediato y enorme.Llegó a vender 350 mil (sic) ejemplares semanales.Obturada por el régimen peronista la posibilidad del humor político–que no estaba,además,precisamente entre las inquietudes de Divito–el rasgo diferencial,la novedad de Rico Tipo, será la transgresión,la osadía.Un costumbrismo más zafado y grotesco. Es–en comparación con la otra competidora y con las tiras de la última página de La Razón– una revista picaresca, con dibujos y chistes no aptos para toda la familia sino escrita y dibujada en códigos de humor adulto y masculino.Dentro de las convenciones de la época,claro.Algo así como el teatro de revistas en que Adolfo Stray monologaba y Nélida Roca se paseaba con pocas plumas.Urbana,además.Incluso absolutamente porteña y moderna (en tanto actual),en el registro de tipos,modas, decires y costumbres.No es casual que Calé–Buenos Aires en camiseta–y la dupla Oski-César Bruto hayan encontrado su domicilio creativo ahí. Y otros tantos.Pero será gracias al espíritu de Divito que hay en la revista cierta incorrecta o casi cínica desmesura que va más allá de la audacia para encarar/mencionar temas tabú.Rico Tipo será incisiva y reveladora desde el desprejuicio.Porque más allá de la superficial osadía,el tema recurrente de Divito es –en realidad–otro: la apariencia,la dualidad,la oposición entre lo manifiesto y lo oculto o verdadero.De Santis y Romano,en distintos momentos y aproximaciones,lo han señalado mejor.Así,aunque el mecanismo casi único del humor de la época (de mediados de los cuarenta hasta los avanzados cincuenta)en las tiras de historietas autoconclusivas son los personajes con un rasgo dominante,fijo,que reaccionan una y otra vez según esa cualidad–de Avivato y Ramona a Bólido y Ventajita,entre decenas–y mientras los personajes de las tiras de Lino Palacio o de la revista de Quinterno son lo que parecen;los de Divito–excepto el simple y literal Bómbolo– en general,no lo son.Además,cuando hay un solo rasgo,es para casi celebrar la incorrección: la incontinente Pochita Morfoni,la siempre perversa Gracielita.Por eso los más ricos personajes de Divito son otros.El freudiano Dr.Merengue–Quinterno sólo se había permitido,en El Fantasma Benito,la espontaneidad transgresora puesta “afuera”–con su desaforado otro yo eternamente recubierto por capas y capas de formalidad;el despreciable Fallutelli,una auténtica basura moral, personaje abyecto,servil y emergente “necesario”,funcional a la economía del perverso universo cerrado moderno,la oficina.Y Fúlmine,el correcto bienintencionado que trae–con su sempiterno y agorero paraguas–la catástrofe.Todo el fenómeno Divito–la revista,el humor, incluso la moda que propone y genera–se concentra casi simbólicamente en las Chicas,dibujadas y concebidas por y para el deseo.Las Chicas de –y no “por”–Divito,que así se las nombró siempre,son el símbolo y la marca de fábrica de Rico Tipo.En su cuadro semanal no hacen nada, simplemente están ahí,cada vez más monstruosamente estilizadas, altísimas y curvilíneas,maniquíes,pretextos para una moda fantástica que las desvista hasta donde se pueda.Siempre sonrientes,puro ojos, piernas interminables y cintura mínima,comentan desde el ocio y con despreocupada malicia las torpezas e ingenuidades de novios y pretendientes;ironizan con liviana ferocidad entre sí.Descomunales, inaccesibles–para el hombre como conquista,para las mujeres como ideal–,huecas,frívolas y eternamente dominantes,conscientes o no de su poder absoluto,las mujeres/chicas de Divito no hacen nada,sólo se muestran para ser miradas y admiradas,como las modelos de hoy.No existen;son la fantasía masculina que combina la opulencia de formas con los lugares más comunes del “eterno femenino”.El hedonismo aparatoso de Divito,la construcción de su propio y sonriente personaje público,esa voracidad atropellada de vida contrarreloj,-soltería empedernida,autos,pilchas,mujeres,la noche y los viajes–contrasta con el perfil laborioso,recatado,de Quinterno.El éxito empresarial de Rico Tipo,el dinero y la fama,harán que también Divito,como el autor de Patoruzú,derive sus creaciones,conciba personajes y los entregue–sin dejar de firmarlos–a sus colaboradores.Pero Divito no aspira a fundar un imperio y devenir empresario de tiempo completo sino a disfrutar lo obtenido,y a su manera: morirá en el amado Brasil,volviendo de vacaciones y bien tostado,incrustando su Fiat rojo descapotable contra un camión.En su ley.(fuente:Juan Sasturain/Pagina 12/Lunes 2-2-09)
El personaje más popular de Guillermo Divito:
El Dr.Merengue es un atildado personaje,correcto y educado,nunca pierde la compostura.Pero el impecable doctor tiene una cara oculta.Como en Dr.Jeckill y Mr.Hyde,de Stevenson,hay una doble personalidad,y su inconsciente freudiano,literalmente,sale a decir lo que realmente piensa.El Dr. Merengue es abogado un solicitado profesional.Está casado con una mujer que dista de ser una de las famosas chicas dibujadas por Divito.Tanto su esposa como su jefe suelen ser blanco del otro yo.Este ser también aparece para burlarse de los defectos ajenos,mostrar ironía o incredulidad y,por supuesto,perseguir mujeres.Todo lo que le está vedado al imperturbable doctor.El otro yo del Dr.Merengue se publicaba en tiras y a página completa.El recurso era siempre el mismo: el Otro Yo aparece para contradecir los dichos o la conducta del Dr.Versión algo desfigurada y transparente de Merengue,puede aparecer emergiendo de su cuerpo o independizándose de él,incluso tomando distintas formas.
En una anécdota de Guillermo Divito está el origen del personaje.Había ido al hipódromo con un amigo,que tras unas carreras perdió su dinero. Le prestó veinte pesos,con los que el amigo pudo ganar unas apuestas, mientras Divito perdía su dinero.El amigo,contento,siguió apostando, pero jamás pensó en devolver el préstamo.Cuenta Divito: era amigo mío, pero no tanto como para que le reclamara la deuda.Sin embargo, interiormente le decía un montón de cosas imposibles de reproducir.Ahí mismo concebí al doctor Merengue y a su otro yo.Ese otro yo que dice las cosas que el doctor piensa,pero que se ve impedido de expresar.
En Noviembre de 1945 Divito lanzó la exitosa revista Rico Tipo,y allí publicó sus grandes creaciones,entre ellas El Otro Yo del Dr.Merengue, que ya era conocido porque había comenzado a publicarse en la revista El Hogar y desde el primer número del diario Clarín,en Agosto de 1945.
La historieta gana popularidad y se editan libros con recopilaciones de las tiras publicadas.Aparece su revista como suplemento en Rico Tipo, donde también aparecía un epistolario del Dr.Merengue,con textos en los que entre paréntesis se expresaba su otro yo.(Fuente:Historiteca)
El caso de Guillermo Divito merece alguna consideración.La anécdota clásica(esos génesis creativos a los que no hay que darles mucho crédito)cuenta que la historieta El Otro Yo del Dr Merengue nació debido a que un amigo le había pedido dinero para ir al hipódromo;ganó una trifecta o un pleno o un round o como quiera que sea lo que se gana en estos antros de perdición al aire libre–nunca me animé a entrar para no ver el decadente espectáculo del tipo rompiendo los boletos y diciendo cómo me arruinó la vida este matungo–,pero cuando se encontraron el tipo olvidó mencionar el préstamo.Divito no quiso decir nada por esas leyes no escritas del préstamo de dinero a un amigo,pero dentro suyo deseaba ahorcarlo.Imaginó entonces a su Otro Yo como un ser retorcido,guarango y miserable que le cantaba las cuarenta sin problemas.Además de mostrarnos una vez más la autocomplacencia de los creadores de Otros Yo,esta historia nos pinta la época y la personalidad de Divito.El creador de Falluteli era algo así como el playboy de los humoristas gráficos;según Pablo de Santis en el libro Rico Tipo y las Chicas de Divito.El dibujante solía dejarse fotografiar con su pipa y jugando con su perro.Enviaba a los colaboradores de su revista a Mar del Plata a buscar inspiración sobre chistes de temática playera.Por lo tanto,su Otro Yo se manifestó durante una situación isidorocañonesca.No haciendo un trámite,ni trabajando,ni durante una visita al médico.No.Apareció precisamente en el ambiente burrero.Desde este punto de vista,la anécdota es encantadora–en el sentido más vago, impreciso y discutible de la palabra encantador–,ya que no hay sangre ni dramas psicológicos ni niños desnutridos.Es tranquilizadora y humorística.Demasiado característica del dibujante Divito para ser cierta.(fuente: Esteban Podetti/La Mujer de mi Vida nº 43)
COMPARTO LA PRESUNCIÓN DEL SR. SANTIAGO POR VARIOS MOTIVOS. EN PRINCIPIO PORQUE EL ESCENARIO IDEAL PARA LAS CHICAS DE DIVITO -“GENTE DIVERTIDA, LINDA Y PAQUETA”- TENÍA QUE SER NECESARIAMENTE PLAYA GRANDE. SEGUNDO PORQUE EL COLOR Y EL TRAMADO DE LAS SOMBRILLAS COINCIDEN, AUNQUE DIVITO HAYA AMPLIADO UN POCO EL TAMAÑO DE LOS LUNARES. PODEMOS VER LAS ORIGINALES EN LAS 7524 Y 7290 TOMADAS POR DIMITRI KESELL.
Divito y aquellas ¡Chicas!:
Antes de llegar a Patoruzú,José Antonio Guillermo Divito,luego Guillermo Divito,o Willy para sus amigos,publicó en El Hogar,Semana Gráfica y en el diario Crítica.En la primera de estas,apareció la versión inicial de sus Chicas.Después,la editorial de Dante Quinterno recibió muy elogiosamente a Guillermo.Allí expandió su creatividad y sus bellísimas protagonistas tuvieron un lugar.Sin embargo,luego de algunos años todo cambió.La leyenda dice que se fue enojado de Patoruzú porque Quinterno le negó un aumento.Otra versión cuenta que el creador del indio le pidió que alargue las faldas de sus chicas,exigencia que llevó a Divito a fundar Rico Tipo, para no sentirse limitado.A esto debemos agregar que más allá de la veracidad o no de estos hechos,el dibujante siempre quiso tener su propia revista,consciente de su gran capacidad.Así,la popularidad de sus figuras femeninas creció enormemente,hasta transformarse en moda.Dice Alan Pauls:
Como toda moda,las Chicas no impusieron solamente un modelo de ropa sino de físico.Había que tener cintura finita,y así creció la venta de trusas que ceñían el cuerpo…Las casa de modas publicaban sus avisos en Rico Tipo con dibujos del mismo Divito,lo que funcionaba ya como una identificación absoluta entre humor y moda…Lo que las Chicas! exaltaban siempre era lo moderno.Desde luego las casa de ropa que buscaban identificarse con los chistes,nunca eran las caras sino las populares… Las Chicas! funcionaban del mismo modo que los avisos publicitarios: a través de la creación de un modelo imaginario.Podemos decir que el proceso fue el siguiente: Divito dibujaba inicialmente a las Chicas! apenas con humor,de a poco ve que los rasgos que él crea con fines puramente humorísticos,o para exaltar el sex-appeal de sus personajes, son tomados literalmente.Entonces Divito completa la cadena buscando deliberadamente imponer ciertos modelos,buscando también,como sus lectoras,lo moderno.Este ir y venir entre la realidad y el dibujo,no es algo que sólo se nota ahora a la distancia: en su momento se tenía muy clara conciencia de que el límite entre la influencia de Divito sobre la moda o de la moda sobre Divito era muy borroso.El mismo Pauls cita a M.E. de Montaldo,autor de una nota para la revista Dibujantes en 1953,quien expresa:… Es muy difícil establecer si hubo un original inspirador o si la colectividad toda-la colectividad femenina-se entregó apasionada a dar realidad a la imagen creada.
Las Chicas! pasearon su belleza durante tres décadas,hasta la muerte del dibujante en un accidente automovilístico en Brasil en 1969,poco tiempo antes de cumplir 55 años,a veces silenciosamente bajo las miradas y las opiniones ajenas y en otras ocasiones charlando entre sí o pensando en voz alta comentarios irónicos o punzantes sobre alguna colega,por lo general para resaltar más o menos indirectamente un supuesto defecto o falla-edad,fracasos amorosos,etc.,o una relación considerada turbia con algún hombre.En todos los casos,la época ponía sus límites para el erotismo,tanto en la audacia de las vestimentas como en lo que se decía- prevalecía la insinuación,quedando para el lector las deducciones correspondientes-.Aún así-y aunque hoy nos parezcan ilustraciones y textos ingenuos-,para aquellos años significó un gran cambio,un salto muy importante que luego se iría ampliando con la llegada de Satiricón,más tarde con SexHumor y actualmente con las versiones más grotescas o absurdas de autores como Parés o Sala.Pero qué mejor,para finalizar,que la palabra del propio Divito,una verdadera clase de dibujo,además:
“Cuando después de una serie de ensayos y bocetos,me resolví a publicar por primera vez una de mis chicas,confieso que ni sospechaba la popularidad que iban a adquirir tan rápidamente.Es probable que muchos hallen un ligero o marcado sabor a vanidad en la afirmación que antecede, pero válgame la sinceridad de la misma,que implica reconocer que al crear a mi chica no aspiraba a la fama,no imaginaba la difusión que podría tener mi dibujo,y no creía que una interpretación personal de la mujer pudiera suscitar tantos comentarios.Todo fue una pura coincidencia,que tuvo su orígen en unos cuantos trazos de lápiz: me limité a plasmar en el dibujo el tipo de mujer que me gustaba…,y resultó que era el que le gustaba también a mucha gente…Mi chica no responde a un tipo real y determinado de mujer,pues jamás he trabajado con modelos vivientes.En esto tuve la primera gran sorpresa de mi vida: primero creé a la chica …¡ y después comencé a verla en la calle! Muchos me discutieron el dibujo,alegando que la chica no existía en la vida real,que se trataba de una figura exagerada,yo terminé la discusión muy pronto diciendo que sí … Mi chica es un producto de pura imaginación,y se fue concretando mediante la unión de ojos de este color,cabellos de aquel otro,cintura de cierto tipo de mujer,bocas de otras,y piernas de otras más.De esta amalgama conseguí por fin formar el conjunto que había de satisfacerme desde el punto de vista estético,conseguí darle personalidad,que luego subrayé en la vestimenta,en la armonía de los colores y en el toque ligeramente sensual de la línea…Después las verdaderas trataron de asemejarse a ella en muchos otros aspectos… Hay un armonía tal en esas exageraciones,que alejan decisivamente al dibujo de la caricatura.Me parece que ahí está el secreto: lo que conviene exagerar,lo exagero,lo otro,no;y esta mezcolanza un poco heterogénea desde el punto de vista clásico,produce una chica Divito.Me adelanto a decir ahora,que una joven que saliera a la calle con el físico adaptado exáctamente a esta línea, resultaría la caricatura de mi chica.La misma tiene lo que los norteamericanos llamaron primero sex-appeal,luego it,y más tarde oomph.Lo tiene en la boca,en la forma tenuemente almendrada de sus ojos,en su nariz respingada,en la cabellera abundante y ondeada que cae como una cascada sobre los hombros,o se alza en una masa compacta rematando su esbelta figura.Lo tiene en su cuerpo,en sus piernas,en su forma de vestir y en sus zapatos.Lo tiene en su modo de andar,erguido,orgulloso y seguro, porque conoce perfectamente la armonía de su cuerpo.Por eso también,y aunque rabien muchos petisos,mi chica es siempre alta;considero que para que la línea sea elegante,debe ser larga,proyectarse en esa dimensión todo lo que sea necesario,hasta allí donde la proporción exija que se corte, para armonía del conjunto.Para que todo esté de acuerdo,la forma de vestir de mi chica suele parecer exagerada,en el diseño y en el colorido;pero eso le da,creo, una gran personalidad.No me gusta copiar,y por ello muchas veces hago mallas o vestidos que no figuran en el surtido de ninguna casa de modas,y sólo existen en mi imaginación.En síntesis, pienso que esta chica debió ser irresistible expresión estética de mi subconsciente,a la que mi consciente dió forma…y ¡palabra de honor que está encantado de haberlo hecho! (fuente: Sonrisas Argentinas)
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-Buenos Aires
Divito:
En la esquina de Agüero y Arenales está el viejo boliche de los Ferrari.Un boliche sin pretensiones snobs.Con enormes ventanas de rejas y sopresattas colgadas.Igual que hace 50 años.Allí concurre la gente del barrio y algunos iniciados,como Alberto Fernández De Rosa,Eva Giberti y Florencio Escardó,o Sergio Malbrán,que no van porque el boliche esté “en onda”,sino porque van a gustar la Gran Pizza Argentina Salud.Allí suele comer los domingos el viejo César Bruto.Allí lo encontré.Si lo ves,a lo mejor no lo conoces,Willy.La barba blanca es como una niebla rodeando sus ojos fulgurantes,agudos y jóvenes como nunca.Al verlo allí,frente a la pizza fragante y la cálida botella amiga,te invoqué,Willy Divito.Me pareció,de pronto,que allí estaba el sitio propicio para la convocatoria.Vos,y Calé,y Levalle,y Laniro,y Wimpi,todos junto a César Bruto que,si pudieras verlo,tiene aspecto de profeta.¡El,que a los ta y tantos sigue siendo un niño terrible! En la mesa habría lugar para Cotta,para Borocotó,para Columba,para Frascarita.Para todos los que han teñido de belleza y bondad esta vida que a veces,como lo quiere el tango, es una herida absurda. Pero que gracias a ustedes se soporta mejor.Lo abracé al viejo Warnes César Carlos Bruto y me fui pensando que,como una homilía rea,debía escribir esto.Hasta siempre,Willy Divito.
DE LA VIDA EN ORSAl,DEL TIEMPO LOCO.. .
Allá por los años 40 Buenos Aires era una ciudad de lo más formalita. Vestida de un gris discreto muy paquete,muy de Paris.La calle Corrientes aún no estaba invadida por el tufo grasiento de las pizzerías y tenía en cambio una confitería muy europea.El Galeón, donde Dajos Bela tocaba valses vieneses.Y en Odeón se tomaba café mientras se oían conjuntos de jazz.Y había muchos bares lácteos y,desde luego, desde Esmeralda hasta Callao,la calle era un almacigo de cafés con orquestas de tango.Los hombres vestían ropas oscuras y el pasear por Florida a la salida del trabajo era una suerte de “vuelta del perro” para encontrar conocidos y echar un parrafito o compartir un trago. Buenos Aires entonces era gris y modosa.Tenía los modales correctos y recatados de una maestra normal nacional en edad de tener festejante.
Pero de pronto a esa ciudad circunspecta le nació un duendecillo narigón y travieso. Una suerte de fauno bailarín y divertido que en lugar del caramillo o la siringa llevaba en su mano derecha un pincel mágico y en la izquierda un cigarrillo siempre encendido. Retrepando incansable por los muros de la ciudad y metiéndose en sus más recoletos vericuetos,aquel duendecillo,aquel fauno alegre y narigón,ebrio de risa y luna,repintó la ciudad,la volvió colorida y bochinchera.Pintó y dibujó a los habitantes de esta ciudad.Les mostró que eran como eran y no como creían ser.Y les enseñó el bello hábito de reírse de si mismos. Que es el comienzo del camino de la sabiduría.A las mujeres les estrechó la cintura,les amplió las caderas,les embelleció las piernas enseñándolas a lucirlas en todo su esplendor acortando las faldas.Les cambió el peinado,les dibujó otros ojos y otros labios.Y a los hombres los desterró para siempre del luto que vestían por la suerte de Milonguita.Les hizo subir la cintura del pantalón hasta el esternón,el ruedo del saco por debajo de tas rodillas,los pantalones como bombachas de campo y las corbatas chillonas.A golpes de su mágico pincel les hizo cambiar el peinado y el gesto.Y los enfermó a todos del saludable ejercicio de la risa.Aquel duendecillo se llamó Guillermo “Willy’ Divito.Cuando murió,a los 57 años de su edad,Garaycochea dijo: “Al Otro yo del doctor Merengue,hoy se le ha caído una lagrimita”.Era porteño por nacimiento y por vocación.Venía de una familia “pudiente”.Su padre, médico de nota,había previsto para Willy un severo y austero camino de estudio y 10 en conducta.Entendía el doctor Divito que el colegio Champagnat de Lujan debía ser un buen dique de contención para aquel hijo exuberante de picara fantasía.Vano intento.El Willy con su pincel mágico dibujó una puerta en los muros del austero colegio y por ella huyó,ávido,hacia a vida.A los 19 años estaba ya dibujando en la redacción de la revista Sintonía y colaborando en varias publicaciones hasta entrar a formar parte del elenco efectivo de la mitológica Patoruzú, aquella de forma apaisada que marca un hito en el humor porteño.Allí creó sus personajes “El enemigo del hombre” y “Oscar dientes de leche”.Pero como todo era débil y pequeño para contener el eterno desbordar de aquel ser mercurial, efervescente,debió saltar también el tapial de “Patoruzú”.Los hombres formales pretendían que Willy “con su talento enorme y su nariz” se convirtiera en un joven aplicado y de conducta Muy Buena. Willy se divertía sobresaltando las digestiones de don Dante Quinterno con la sensual silueta de las chicas que dibujaba como a él le gustaban: con mucho de esto y bastante de esto otro.La moralina o intoxicó y se marchó de “Patoruzú” para cumplir,el viejo sueño de tener su propia revista.Así nació,el 16 de Noviembre de 1944,la revista “de Divito”: la Rico Tipo de inmortal memoria.Al año siguiente se transformó en un verdadero boom periodístico: 350 mil ejemplares de tirada.Por ella pasaron,algunos haciendo sus primeros palotes, otros aportando su talento ya madurado previamente,todos los ases del humor argentino.Alejandro del Prado, “Calé”,creador del memorable “Buenos Aires en camiseta” y de hilarantes viñetas futbolísticas; Abel Laniro,uno de los más grandes caricaturistas que tuvo el país y artista con una técnica de escalofriante perfección;Juan Ángel Cotta,que ejerció una talentosa síntesis de humor y técnica cubista;Bavio Esquiú,”Juan Mondiola”,gran billarista y escritor que supo rastrear como pocos en las más profundas vetas del alma porteña; Oscar Conti,”Oski”,genial anticipador de formas de humor que hoy nos son habituales y uno de los dibujantes más talentosos del siglo XX;Carlos Warnes,”César Bruto” o “Napoleón Verdadero”,maestro de la fina ironía,cultísimo humorista que formara con Oski un dúo difícil de igualar; Rodolfo M. Taboada y sus postales porteñas de hermosísimo lenguaje;Aldo Cammarotta,cultor del humor “serio” y con mucha miga;Faruk;Horacio S. Meyrialle,Gius,Pedro Seguí, dibujante que creara la imagen de Juan Mondiola y autor de “chicas” que a veces competían con las del maestro Divito;Joaquín Lavado,”Quino”, quien de entrada no más mostró que traía una Mafalda en el tanque;Toño Gallo,dibujante excepcional, autor también de turbadoras “chicas”; Mazzone;Billy Kerosene,que es hoy víctima de un injusto olvido;el maestro Wimpi,Alfredo Levalle,Guerrero,Tomás Elvino Blanco y muchos otros cuya omisión no es injusticia sino mala memoria del cronista. Todo el Quién es Quién del humor argentino pasó por “Rico Tipo”.En esa revista creó Willy sus personajes más significativos: Fùlmine,el yetatore,Bòmbolo,el ingenuo,El otro yo del Dr. Merengue,que en 4 líneas dejó dicho lo que a los psicólogos les lleva miles y miles de páginas,Fayutelli,El Abuelo,Pochita Morfoni,Gracielita y,por supuesto, las fabulosas Chicas, de línea bellísima y cuyo humor estaba acompañado de un sano erotismo.Todo Buenos Aires se tiñó de “Rico Tipo”.Como la revista estaba teñida por la avasallante personalidad de Divito. Conspicuo habitante de la noche porteña,la recorría de cabo a rabo, echando redes para pescar los personajes que luego inmortalizaba con la sabia síntesis de su dibujo excepcional. Todos los estratos de la noche le pertenecían por derecho propio.Reclutaba sus amigos tanto en los ambientes más sofisticados como entre los vendedores de diarios,mozos de bares o vendedores de entradas de claque.”¿Qué tal,cómo le va don Willy?”,era el saludo que se escuchaba a cada paso al caminar a su lado por las calles.Amante de la noche era al mismo tiempo un enamorado del sol.Ese sol que doraba las chicas que fueron el más amado y mejor cultivado de sus hobbies.Por esa razón era un enamorado del Brasil,en cuya tierra hoy descansa.Y por esa razón,si era cierto que en invierno no dejaba nunca la cama antes de la una de la tarde,en verano sacrificaba parte del sueño para echarse desde temprano bajo el sol amigo. Y por esa razón prefería siempre los coches abiertos.
Como todos los seres privilegiados que poseen “duende”.Divito fue un ávido y voraz asaltante de la vida.Se zambullía en ella diariamente como un chico en una bañadera llena de helados. La música fue una de sus pasiones.La estudiaba curiosamente y fue un gran coleccionista de discos.En este terreno,como en todos,fue un adelantado.Hablaba familiarmente de Star Kenton años antes de que aquí se lo comenzara a conocer.Fanático del jazz, adhirió,como no podía ser menos,a todas las formas vanguardistas de ese género.Fue amigo y admirador primerizo de Lalo Schiffrin y aprovechaba todos sus viajes para escuchar cuanto recital pudiera,no sólo de jazz sino de todas las formas musicales, incluidos los nuevos sonidos del Brasil.¿Qué cosa no gustaba este morfón de vida? El boxeo era una de sus pasiones y en los dos años de conscripción en la Marina tiró guantes pese a su monumental nariz.Pero en esencia no fue nunca un deportista.De la vida sana,sólo el estar echado al sol en dulce y estimulante compañía.
Las Chicas: su hobby número uno.Cuando en algún club nocturno aparecía una de ellas que era un cañonazo,iba invariablemente del brazo de Willy.Las amó por sobre todas las cosas y fue amado.Ejercía la misma seducción sobre las de 18 o las de 35.En ese terreno Divito mató.Cada vez que las dibujaba ejecutaba un verdadero acto de amor.La seducción que ejercía sobre ellas se manifestaba aun a la distancia.Todas querían ser “chicas Divito”.En los sofisticados reductos del trago y la música nocturna y en las fábricas de Mataderos o Puente Alsina.Si bien en las rutas abiertas conducía “al mango y sin límites” como solía decir,por las calles de la ciudad llevaba el coche a paso de hombre.No por prudencia sino para admirar las mujeres.Sin embargo nunca escapó de sus labios,ni ebrio ni dormido,la palabra “casamiento”.Adoraba los chicos, pero los de otros.”Nadie sabe lo que soy capaz de hacer por una mina”, solía repetir.Tras de una se fue,efectivamente,a Europa y corretearon con el amor a cuestas por sólo Dios sabe cuántos lugares del Viejo Mundo.Cuando todo terminó regresó a Buenos Aires.Había abandonado todo por ella y la aventura le costó un paquete de dinero.Pero jamás se quejó.Hubiera sido impropio de Willy.Nunca abrumó a nadie con sus problemas personales.Sí,en verdad era capaz de cualquier cosa por una mujer.Menos,claro está,de casarse.
Ya Punteaba la muerte su milonga…Era un candidato a las piñas con los autos.Conduciendo un Volkswagen volcó fuerte frente a la cancha de River.El coche no tenía radiador pero él sí.Y lo traía lleno.Con un DKW se llevó por delante un camión.Recibió varios avisos más,pero no les hizo caso.Murió en su ley.En un auto y en Brasil,el país que más amaba luego de su Buenos Aires.En Lajes,entre Porto Alegre y Curytiba venía hacia Buenos Aires en su Fiat 1500.Era muy temprano esa mañana.Pero tarde ya para él.Nunca se supo por qué razón quiso adelantarse tan torpemente a aquel camión.La ruta en esa parte está infestada de ellos, y otro que venía en sentido contrario destrozó el coche y la vida del insaciable vividor.Su muerte fue florada como lo merecía.Pero su vida no había tenido desperdicio.Había jugado bien la baraja que le tocó en el reparto.Quiso tener “su” revista,e hizo de “Rico Tipo” una revista líder,cuya fama atravesó todas las fronteras.Hasta las de la envidia. El,por prepotencia de alegría de vivir,no recogió otra cosa que amistad.Muchos de sus personajes siguen viviendo en publicaciones nacionales y extranjeras.En vida trabajó para “O Cruzeiro”,de Brasil, “Pingüino”,de Chile y “Can-Can”,de Portugal.Están por ser editadas sus sabrosísimas crónicas ilustradas de sus viajes y aún está vigente “Rico Tipo”.Aunque añore,como los boxers que tanto quiso,la mano rectora y sabia de papá.Querido Willy: necesitaba escribirte esto.Vos y yo sabemos por qué.Y Quino también,pero nunca lo diremos.Dijo un cínico que un colega es alguien sin ningún talento que inexplicablemente se desempeña en lo mismo que nosotros.Quien supo,como vos,ganar tanto cariño y tanto respeto entre sus colegas,tiene que haber sido realmente un ser de excepción.Por eso estas hermano,despierto,juntito a Discepolín.(Fuente: Geno Dìaz)
-Las chicas grandes de Divito:
Este año se cumplen cuarenta de la muerte del dibujante Guillermo Divito.Fue en el invierno del 69, en un accidente de autos,en Brasil. Tenía nada más que 57.La revista que fue su creación absoluta y con la cual siempre se lo identificó,Rico Tipo,apenas lo sobrevivió dos o tres años más.Y está bien que haya sido así: para los setenta el humor era otro,el país era otro,el mundo era otro.Sólo las minas seguían ahí, pero ya no estaba él para hacerles su homenaje en vivo y en dibujado.
Divito es,en la historia del riquísimo humor gráfico argentino,en muchos aspectos–basta comparar las firmas,nomás–la antítesis de Dante Quinterno,el talentoso y laborioso autor de Patoruzú,el fundador del imperio editorial subsecuente.O acaso sea su complemento,si se quiere. O mejor aún:su “otro yo”,para utilizar una expresión que define a su personaje emblemático: El Doctor Merengue.Esa me gusta más: imaginarme a Divito como el otro yo de Quinterno,el lado desfachatado del humorista conservador.Porque cuando en 1944,con algo más de treinta años,Divito se va de Patoruzú–donde había creado,entre otras tiras y muchos humor unitario,a Oscar,dientes de leche,un sintomático tigre de aspecto feroz pero manso y juguetón–no es para hacer lo mismo y mejor sino para hacer otra cosa,lo que se supone “no podía hacer”–la leyenda habla de una discusión sobre la altura de las polleras femeninas–en el sistema del humor de Patoruzú.Divito en Rico Tipo hará lo que Quinterno no (se) permite.Y tendrá un éxito inmediato y enorme.Llegó a vender 350 mil (sic) ejemplares semanales.Obturada por el régimen peronista la posibilidad del humor político–que no estaba,además,precisamente entre las inquietudes de Divito–el rasgo diferencial,la novedad de Rico Tipo, será la transgresión,la osadía.Un costumbrismo más zafado y grotesco. Es–en comparación con la otra competidora y con las tiras de la última página de La Razón– una revista picaresca, con dibujos y chistes no aptos para toda la familia sino escrita y dibujada en códigos de humor adulto y masculino.Dentro de las convenciones de la época,claro.Algo así como el teatro de revistas en que Adolfo Stray monologaba y Nélida Roca se paseaba con pocas plumas.Urbana,además.Incluso absolutamente porteña y moderna (en tanto actual),en el registro de tipos,modas, decires y costumbres.No es casual que Calé–Buenos Aires en camiseta–y la dupla Oski-César Bruto hayan encontrado su domicilio creativo ahí. Y otros tantos.Pero será gracias al espíritu de Divito que hay en la revista cierta incorrecta o casi cínica desmesura que va más allá de la audacia para encarar/mencionar temas tabú.Rico Tipo será incisiva y reveladora desde el desprejuicio.Porque más allá de la superficial osadía,el tema recurrente de Divito es –en realidad–otro: la apariencia,la dualidad,la oposición entre lo manifiesto y lo oculto o verdadero.De Santis y Romano,en distintos momentos y aproximaciones,lo han señalado mejor.Así,aunque el mecanismo casi único del humor de la época (de mediados de los cuarenta hasta los avanzados cincuenta)en las tiras de historietas autoconclusivas son los personajes con un rasgo dominante,fijo,que reaccionan una y otra vez según esa cualidad–de Avivato y Ramona a Bólido y Ventajita,entre decenas–y mientras los personajes de las tiras de Lino Palacio o de la revista de Quinterno son lo que parecen;los de Divito–excepto el simple y literal Bómbolo– en general,no lo son.Además,cuando hay un solo rasgo,es para casi celebrar la incorrección: la incontinente Pochita Morfoni,la siempre perversa Gracielita.Por eso los más ricos personajes de Divito son otros.El freudiano Dr.Merengue–Quinterno sólo se había permitido,en El Fantasma Benito,la espontaneidad transgresora puesta “afuera”–con su desaforado otro yo eternamente recubierto por capas y capas de formalidad;el despreciable Fallutelli,una auténtica basura moral, personaje abyecto,servil y emergente “necesario”,funcional a la economía del perverso universo cerrado moderno,la oficina.Y Fúlmine,el correcto bienintencionado que trae–con su sempiterno y agorero paraguas–la catástrofe.Todo el fenómeno Divito–la revista,el humor, incluso la moda que propone y genera–se concentra casi simbólicamente en las Chicas,dibujadas y concebidas por y para el deseo.Las Chicas de –y no “por”–Divito,que así se las nombró siempre,son el símbolo y la marca de fábrica de Rico Tipo.En su cuadro semanal no hacen nada, simplemente están ahí,cada vez más monstruosamente estilizadas, altísimas y curvilíneas,maniquíes,pretextos para una moda fantástica que las desvista hasta donde se pueda.Siempre sonrientes,puro ojos, piernas interminables y cintura mínima,comentan desde el ocio y con despreocupada malicia las torpezas e ingenuidades de novios y pretendientes;ironizan con liviana ferocidad entre sí.Descomunales, inaccesibles–para el hombre como conquista,para las mujeres como ideal–,huecas,frívolas y eternamente dominantes,conscientes o no de su poder absoluto,las mujeres/chicas de Divito no hacen nada,sólo se muestran para ser miradas y admiradas,como las modelos de hoy.No existen;son la fantasía masculina que combina la opulencia de formas con los lugares más comunes del “eterno femenino”.El hedonismo aparatoso de Divito,la construcción de su propio y sonriente personaje público,esa voracidad atropellada de vida contrarreloj,-soltería empedernida,autos,pilchas,mujeres,la noche y los viajes–contrasta con el perfil laborioso,recatado,de Quinterno.El éxito empresarial de Rico Tipo,el dinero y la fama,harán que también Divito,como el autor de Patoruzú,derive sus creaciones,conciba personajes y los entregue–sin dejar de firmarlos–a sus colaboradores.Pero Divito no aspira a fundar un imperio y devenir empresario de tiempo completo sino a disfrutar lo obtenido,y a su manera: morirá en el amado Brasil,volviendo de vacaciones y bien tostado,incrustando su Fiat rojo descapotable contra un camión.En su ley.(fuente:Juan Sasturain/Pagina 12/Lunes 2-2-09)
El personaje más popular de Guillermo Divito:
El Dr.Merengue es un atildado personaje,correcto y educado,nunca pierde la compostura.Pero el impecable doctor tiene una cara oculta.Como en Dr.Jeckill y Mr.Hyde,de Stevenson,hay una doble personalidad,y su inconsciente freudiano,literalmente,sale a decir lo que realmente piensa.El Dr. Merengue es abogado un solicitado profesional.Está casado con una mujer que dista de ser una de las famosas chicas dibujadas por Divito.Tanto su esposa como su jefe suelen ser blanco del otro yo.Este ser también aparece para burlarse de los defectos ajenos,mostrar ironía o incredulidad y,por supuesto,perseguir mujeres.Todo lo que le está vedado al imperturbable doctor.El otro yo del Dr.Merengue se publicaba en tiras y a página completa.El recurso era siempre el mismo: el Otro Yo aparece para contradecir los dichos o la conducta del Dr.Versión algo desfigurada y transparente de Merengue,puede aparecer emergiendo de su cuerpo o independizándose de él,incluso tomando distintas formas.
En una anécdota de Guillermo Divito está el origen del personaje.Había ido al hipódromo con un amigo,que tras unas carreras perdió su dinero. Le prestó veinte pesos,con los que el amigo pudo ganar unas apuestas, mientras Divito perdía su dinero.El amigo,contento,siguió apostando, pero jamás pensó en devolver el préstamo.Cuenta Divito: era amigo mío, pero no tanto como para que le reclamara la deuda.Sin embargo, interiormente le decía un montón de cosas imposibles de reproducir.Ahí mismo concebí al doctor Merengue y a su otro yo.Ese otro yo que dice las cosas que el doctor piensa,pero que se ve impedido de expresar.
En Noviembre de 1945 Divito lanzó la exitosa revista Rico Tipo,y allí publicó sus grandes creaciones,entre ellas El Otro Yo del Dr.Merengue, que ya era conocido porque había comenzado a publicarse en la revista El Hogar y desde el primer número del diario Clarín,en Agosto de 1945.
La historieta gana popularidad y se editan libros con recopilaciones de las tiras publicadas.Aparece su revista como suplemento en Rico Tipo, donde también aparecía un epistolario del Dr.Merengue,con textos en los que entre paréntesis se expresaba su otro yo.(Fuente:Historiteca)
El caso de Guillermo Divito merece alguna consideración.La anécdota clásica(esos génesis creativos a los que no hay que darles mucho crédito)cuenta que la historieta El Otro Yo del Dr Merengue nació debido a que un amigo le había pedido dinero para ir al hipódromo;ganó una trifecta o un pleno o un round o como quiera que sea lo que se gana en estos antros de perdición al aire libre–nunca me animé a entrar para no ver el decadente espectáculo del tipo rompiendo los boletos y diciendo cómo me arruinó la vida este matungo–,pero cuando se encontraron el tipo olvidó mencionar el préstamo.Divito no quiso decir nada por esas leyes no escritas del préstamo de dinero a un amigo,pero dentro suyo deseaba ahorcarlo.Imaginó entonces a su Otro Yo como un ser retorcido,guarango y miserable que le cantaba las cuarenta sin problemas.Además de mostrarnos una vez más la autocomplacencia de los creadores de Otros Yo,esta historia nos pinta la época y la personalidad de Divito.El creador de Falluteli era algo así como el playboy de los humoristas gráficos;según Pablo de Santis en el libro Rico Tipo y las Chicas de Divito.El dibujante solía dejarse fotografiar con su pipa y jugando con su perro.Enviaba a los colaboradores de su revista a Mar del Plata a buscar inspiración sobre chistes de temática playera.Por lo tanto,su Otro Yo se manifestó durante una situación isidorocañonesca.No haciendo un trámite,ni trabajando,ni durante una visita al médico.No.Apareció precisamente en el ambiente burrero.Desde este punto de vista,la anécdota es encantadora–en el sentido más vago, impreciso y discutible de la palabra encantador–,ya que no hay sangre ni dramas psicológicos ni niños desnutridos.Es tranquilizadora y humorística.Demasiado característica del dibujante Divito para ser cierta.(fuente: Esteban Podetti/La Mujer de mi Vida nº 43)
Ojalá nunca tengamos que ir armados al mar !! Sin duda esos cuerpos sin cirugías son letales !!
Me pregunto si las sombrillas con lunares serían las del Ocean Club
Saludos
COMPARTO LA PRESUNCIÓN DEL SR. SANTIAGO POR VARIOS MOTIVOS. EN PRINCIPIO PORQUE EL ESCENARIO IDEAL PARA LAS CHICAS DE DIVITO -“GENTE DIVERTIDA, LINDA Y PAQUETA”- TENÍA QUE SER NECESARIAMENTE PLAYA GRANDE. SEGUNDO PORQUE EL COLOR Y EL TRAMADO DE LAS SOMBRILLAS COINCIDEN, AUNQUE DIVITO HAYA AMPLIADO UN POCO EL TAMAÑO DE LOS LUNARES. PODEMOS VER LAS ORIGINALES EN LAS 7524 Y 7290 TOMADAS POR DIMITRI KESELL.
Además de ser “despampanantes” (palabra de la época) las Chicas Divito desafiaban las leyes físicas (tacos aguja que no se hundían en la arena).
En el siguiente link podemos ver el video: Tragedia de los famosos-Divito-
http://www.youtube.com/watch?v=f4CmUGe-Bgk
En el siguiente link podemos ver el video -Las Chicas de Divito-
http://www.youtube.com/watch?v=AYSo2rYmAT0
Divito y aquellas ¡Chicas!:
Antes de llegar a Patoruzú,José Antonio Guillermo Divito,luego Guillermo Divito,o Willy para sus amigos,publicó en El Hogar,Semana Gráfica y en el diario Crítica.En la primera de estas,apareció la versión inicial de sus Chicas.Después,la editorial de Dante Quinterno recibió muy elogiosamente a Guillermo.Allí expandió su creatividad y sus bellísimas protagonistas tuvieron un lugar.Sin embargo,luego de algunos años todo cambió.La leyenda dice que se fue enojado de Patoruzú porque Quinterno le negó un aumento.Otra versión cuenta que el creador del indio le pidió que alargue las faldas de sus chicas,exigencia que llevó a Divito a fundar Rico Tipo, para no sentirse limitado.A esto debemos agregar que más allá de la veracidad o no de estos hechos,el dibujante siempre quiso tener su propia revista,consciente de su gran capacidad.Así,la popularidad de sus figuras femeninas creció enormemente,hasta transformarse en moda.Dice Alan Pauls:
Como toda moda,las Chicas no impusieron solamente un modelo de ropa sino de físico.Había que tener cintura finita,y así creció la venta de trusas que ceñían el cuerpo…Las casa de modas publicaban sus avisos en Rico Tipo con dibujos del mismo Divito,lo que funcionaba ya como una identificación absoluta entre humor y moda…Lo que las Chicas! exaltaban siempre era lo moderno.Desde luego las casa de ropa que buscaban identificarse con los chistes,nunca eran las caras sino las populares… Las Chicas! funcionaban del mismo modo que los avisos publicitarios: a través de la creación de un modelo imaginario.Podemos decir que el proceso fue el siguiente: Divito dibujaba inicialmente a las Chicas! apenas con humor,de a poco ve que los rasgos que él crea con fines puramente humorísticos,o para exaltar el sex-appeal de sus personajes, son tomados literalmente.Entonces Divito completa la cadena buscando deliberadamente imponer ciertos modelos,buscando también,como sus lectoras,lo moderno.Este ir y venir entre la realidad y el dibujo,no es algo que sólo se nota ahora a la distancia: en su momento se tenía muy clara conciencia de que el límite entre la influencia de Divito sobre la moda o de la moda sobre Divito era muy borroso.El mismo Pauls cita a M.E. de Montaldo,autor de una nota para la revista Dibujantes en 1953,quien expresa:… Es muy difícil establecer si hubo un original inspirador o si la colectividad toda-la colectividad femenina-se entregó apasionada a dar realidad a la imagen creada.
Las Chicas! pasearon su belleza durante tres décadas,hasta la muerte del dibujante en un accidente automovilístico en Brasil en 1969,poco tiempo antes de cumplir 55 años,a veces silenciosamente bajo las miradas y las opiniones ajenas y en otras ocasiones charlando entre sí o pensando en voz alta comentarios irónicos o punzantes sobre alguna colega,por lo general para resaltar más o menos indirectamente un supuesto defecto o falla-edad,fracasos amorosos,etc.,o una relación considerada turbia con algún hombre.En todos los casos,la época ponía sus límites para el erotismo,tanto en la audacia de las vestimentas como en lo que se decía- prevalecía la insinuación,quedando para el lector las deducciones correspondientes-.Aún así-y aunque hoy nos parezcan ilustraciones y textos ingenuos-,para aquellos años significó un gran cambio,un salto muy importante que luego se iría ampliando con la llegada de Satiricón,más tarde con SexHumor y actualmente con las versiones más grotescas o absurdas de autores como Parés o Sala.Pero qué mejor,para finalizar,que la palabra del propio Divito,una verdadera clase de dibujo,además:
“Cuando después de una serie de ensayos y bocetos,me resolví a publicar por primera vez una de mis chicas,confieso que ni sospechaba la popularidad que iban a adquirir tan rápidamente.Es probable que muchos hallen un ligero o marcado sabor a vanidad en la afirmación que antecede, pero válgame la sinceridad de la misma,que implica reconocer que al crear a mi chica no aspiraba a la fama,no imaginaba la difusión que podría tener mi dibujo,y no creía que una interpretación personal de la mujer pudiera suscitar tantos comentarios.Todo fue una pura coincidencia,que tuvo su orígen en unos cuantos trazos de lápiz: me limité a plasmar en el dibujo el tipo de mujer que me gustaba…,y resultó que era el que le gustaba también a mucha gente…Mi chica no responde a un tipo real y determinado de mujer,pues jamás he trabajado con modelos vivientes.En esto tuve la primera gran sorpresa de mi vida: primero creé a la chica …¡ y después comencé a verla en la calle! Muchos me discutieron el dibujo,alegando que la chica no existía en la vida real,que se trataba de una figura exagerada,yo terminé la discusión muy pronto diciendo que sí … Mi chica es un producto de pura imaginación,y se fue concretando mediante la unión de ojos de este color,cabellos de aquel otro,cintura de cierto tipo de mujer,bocas de otras,y piernas de otras más.De esta amalgama conseguí por fin formar el conjunto que había de satisfacerme desde el punto de vista estético,conseguí darle personalidad,que luego subrayé en la vestimenta,en la armonía de los colores y en el toque ligeramente sensual de la línea…Después las verdaderas trataron de asemejarse a ella en muchos otros aspectos… Hay un armonía tal en esas exageraciones,que alejan decisivamente al dibujo de la caricatura.Me parece que ahí está el secreto: lo que conviene exagerar,lo exagero,lo otro,no;y esta mezcolanza un poco heterogénea desde el punto de vista clásico,produce una chica Divito.Me adelanto a decir ahora,que una joven que saliera a la calle con el físico adaptado exáctamente a esta línea, resultaría la caricatura de mi chica.La misma tiene lo que los norteamericanos llamaron primero sex-appeal,luego it,y más tarde oomph.Lo tiene en la boca,en la forma tenuemente almendrada de sus ojos,en su nariz respingada,en la cabellera abundante y ondeada que cae como una cascada sobre los hombros,o se alza en una masa compacta rematando su esbelta figura.Lo tiene en su cuerpo,en sus piernas,en su forma de vestir y en sus zapatos.Lo tiene en su modo de andar,erguido,orgulloso y seguro, porque conoce perfectamente la armonía de su cuerpo.Por eso también,y aunque rabien muchos petisos,mi chica es siempre alta;considero que para que la línea sea elegante,debe ser larga,proyectarse en esa dimensión todo lo que sea necesario,hasta allí donde la proporción exija que se corte, para armonía del conjunto.Para que todo esté de acuerdo,la forma de vestir de mi chica suele parecer exagerada,en el diseño y en el colorido;pero eso le da,creo, una gran personalidad.No me gusta copiar,y por ello muchas veces hago mallas o vestidos que no figuran en el surtido de ninguna casa de modas,y sólo existen en mi imaginación.En síntesis, pienso que esta chica debió ser irresistible expresión estética de mi subconsciente,a la que mi consciente dió forma…y ¡palabra de honor que está encantado de haberlo hecho! (fuente: Sonrisas Argentinas)
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-Buenos Aires