A mediados de de loa década del 50, en esta zona de Playa Grande se encontraba este el Club de Turismo Social,y tal como indica el cartel que vemos decía: Ministerio de Hacienda Economía y Previsión,Provincia de Buenos aires.Su número telefónico era 2-4285.
En esta zona y en la misma época,se registraban otros locales y dependencias como por ejemplo:
-Bar Pajarito
-Club Mar del Plata
-Balneario Plus Ultra
-Sporting Stepper
-Bar Neptunia
-Pileta Gral. Pueyrredón
-Restaurante Mar y Golf
-Ministerio de Salud Pública
-Telégrafo de la Provincia
-Restaurante de Roque Francano
-Balneario Golf Club
-Bar Yacht Club Argentino
Después de la Primera Guerra Mundial las vacaciones pagas recibieron un fuerte impulso por la adopción,en gran cantidad de países,de una legislación que las hacía obligatorias.El proceso de democratización del ocio representó,en palabras de Alain Corbin,la elaboración de una nueva forma de apropiación del tiempo y del espacio que resultó muy compleja.El decenio que precede a la Segunda Guerra Mundial, caracterizado por la crisis,la expansión del desempleo y de los antagonismos nacionales,es el de un inmenso esfuerzo por organizar el tiempo de ocio de los trabajadores.Así,las vacaciones pagas fueron instauradas en la mayoría de los países occidentales en los años treinta.Su generalización implicó tres actores sociales: los empleadores y sus organizaciones,los sindicatos,y los poderes públicos. El peso relativo de cada uno de estos grupos fue variando de acuerdo con los países y las épocas.
Las vacaciones pagas en Argentina,si bien presentan antecedentes en la década del treinta,se logran durante los años del primer peronismo.En un escenario que hemos denominado de democratización del bienestar, cuando se conjugaron tendencias que conformaron un país mayormente estructurado con una sociedad móvil e igualitaria,son abiertos los canales que permiten la inclinación del consumo de las clases medias y trabajadoras hacia una pluralidad de prácticas recreacionales.Esto se manifestó en el incremento,entre otras actividades,en la asistencia a las salas de cine (el divertimento más popular del período),a los espectáculos deportivos y al desarrollo del turismo popular.
Aunque de manera desigual,los actores sociales comenzaron a disponer de una serie de días consecutivos de vacaciones pagas y,con ello,un mayor tiempo libre que estimuló la creación de novedosas prácticas.Mediante un programa de acceso al turismo social, una multitud de argentinos de todas las clases sociales empezó a descubrir un país hasta entonces muy poco conocido.En ciertos aspectos,éste había sido el significado de la Argentina conservadora de la década anterior,cuando era creaba la Dirección de Parques Nacionales (1934) de la mano de las consignas -Hacer caminos es hacer grande a la Patria- y -Conocer la patria es un deber-.El encuentro con la naturaleza figuraba en los programas del tiempo libre,en las que el paseo en la montaña era tan benéfico como la asistencia a las playas.Así,mediante el viaje turístico,los trabajadores conocían (y se apropiaban) del país,en un reencuentro con la nación mediante el conocimiento de sus paisajes y de su historia.El tiempo del viaje era a su vez,un tiempo político y patriótico.En la dimensión política el turismo tuvo una fuerte raigambre en el peronismo,en la esperanza que debía impactar a los argentinos para que amaran su tierra natal,a la que conocían demasiado poco.Con este discurso desde los poderes públicos y las dirigencias sindicales se alentaba a los trabajadores a enriquecer su cultura y conocer a otros trabajadores a través de las vacaciones.
Así,bajo la tutela de la nueva consigna peronista,el turismo obrero o social,se ensayaron los planes vacacionales y excursiones populares.
El ocio popular comprendió dos coordenadas claramente visualizadas:
las áreas marginales que se hallaban en la órbita de Parques Nacionales y aquellos ya elegidos por las elites y las clases medias. Mientras las primeras emergieron pausadamente,MAR DEL PLATA y Córdoba ocuparon el centro de la agenda pública.La retórica justicialista era rotunda en un punto: no había barreras para el acceso de los trabajadores a estos bienes, hasta ahora,afirmaban,vedados.Las otras regiones acompañaron esta música central.Además de las vacaciones,también fue incorporada la promoción del turismo relámpago,giras económicas,viajes populares, colonias de vacaciones,campamentos colectivos,como también la realización de viajes para maestros y empleados,incluyendo programas breves de fin de semana y feriados,con ofertas de visitas a la Basílica de Luján (a unos 60 km del centro de Buenos Aires),navegar por el Tigre,remontar el río Paraná,recorrer la ciudad de Buenos Aires, conocer 2los monumentos2 realizados por la revolución justicialista (Ciudad de los Niños,Ezeiza,Ciudad estudiantil) y acudir a los campings que publicitaba el Automóvil Club Argentino e instituciones estatales como el Consejo Nacional de Educación y Fundación Eva Perón.
Se trataba de dar a los trabajadores la oportunidad de practicar actividades y conocimiento de lugares que remitían al prestigio social: el viaje en ómnibus,los paseos en barco,la caza,el cine,el conocimiento de los balnearios,etc. En esta línea,ofrecían precios reducidos para espectáculos musicales y vacaciones para obreros en destinos típicamente burgueses como MAR DEL PLATA,el lugar con mayor carga simbólica donde mayormente eran visualizadas estas prácticas, escenificadas con grandilocuentes publicidades,presentadas como la imitación perfecta de aquello que,-hasta ahora- había estado reservado a los privilegiadosEn este marco,la conquista de MAR DEL PLATA para los trabajadores será un rasgo central en el mensaje del proyecto público. El balneario era presentado como el lugar donde se conocían los argentinos,lo que acentuaba su carácter nacional.Y,para comprobarlo nada mejor que observar el vestíbulo de un hotel o una de las improvisadas tertulias en la playa,cuando nuestra nacionalidad adquiere una cohesión que no siempre puede lograrse.MAR DE PLATAM corrige todas las fallas que atentan contra esta cohesión (grandes distancias, regiones diferenciadas,etc.),ya que todos acuden a sus costas.Y se agregaba: conocerse los argentinos con los argentinos es conjugar un verbo de unidad de la patria. A MAR DEL PLATA acuden argentinos de todas las partes del país.
El ritmo de un estribillo muy popular en aquellos años “A MAR DEL PLATA yo me quiero ir” (precursor de varias canciones populares tarareadas en los sesenta y setenta),condensaba el deseo de millones de hombres y mujeres que en los días tórridos del verano porteño podían concretar el sueño de conocer el balneario.
¿Cómo viajaban?.Al hasta entonces casi único servicio de transporte,el ferrocarril,puerta de entrada a la mayoría de los centros recreativos del país,se sumaron el ómnibus y el automóvil.En los cuarenta,unos 480.000 vehículos transitaban las carreteras nacionales,permitiendo la llegada a lugares recónditos.El viaje y el conocimiento,en especial a las sierras de Córdoba y a las playas atlánticas,se transformaba en un sueño posible.A los dos caminos pavimentados durante las gestiones conservadoras,las rutas dos y ocho (Mar del Plata y Córdoba, respectivamente),se les sumaron las rutas a Mendoza y los caminos interprovinciales.
En este escenario se trazan las líneas que perfilan la intervención estatal en las cuestiones relativas al tiempo libre.Algunas de ellas son novedosas y otras no.El propio término es aplicado legalmente por primera vez,aunque había precedentes en el llamado turismo económico o en el dirigido a sectores de menores recursos implementados principalmente en los años treinta por el Estado Nacional y por algunas administraciones provinciales,en especial en la provincia de Buenos Aires durante la gobernación de Manuel Fresco.Así,el programa del ocio peronista consolidó líneas ya iniciadas,poniendo en marcha el diseño de un proyecto de Turismo Social asentado en la concepción de las vacaciones como una conquista simbólica asociada al Derecho al Descanso y que la retórica.Justicialista destinaba a los trabajadores en un discurso fuertemente obrerista.
“El Turismo Social tendrá como finalidad posibilitar el acceso de la población trabajadora a los lugares de turismo y será organizado facilitando a los servicios de bienestar y asistencia social de las asociaciones profesionales,la construcción de hoteles y colonias de vacaciones, y las franquicias posibles en los medios de transporte.
endencia social”.(Perón a los trabajadores sobre el II Plan Quinquenal)
Si bien el proyecto abarcaba una variedad de aspectos,estuvo asentado en dos ejes centrales: la extensión de las licencias pagas por vacaciones obligatorias al conjunto de los trabajadores,primero,y el montaje mediante el ejercicio coordinado entre el Estado (Nacional y provinciales) y la FEP con asociaciones,en particular,las sindicales, para garantizar el hospedaje a los trabajadores y facilitar el transporte a través de planes de abaratamiento de pasajes y móviles especialmente destinados al traslado de los nuevos turistas.
En esta atmósfera es inventada una consigna todavía recordada: Usted se paga el viaje,el gobierno el hospedaje.Un slogan que se extiende a lo largo de la Nación y que, como repetía el gobernador bonaerense, Domingo Mercante, Ha prendido en las fábricas,en los talleres,en las lejanas localidades rurales como la realización feliz de uno de los derechos del trabajador incorporados a la Constitución de Perón.
Las vacaciones así concebidas fueron presentadas en la provincia de Buenos Aires como la conquista de un derecho cívico,fundacional,hasta ese momento inalcanzable, asociado a los premios a la producción,y a la consigna“producir más y mejor.El experimento,reconocido como una prioridad pública a la par de la vivienda obrera,estuvo auspiciado por el gobierno y canalizado por el aparato gremial cegetista, mediante un Consejo Asesor Obrero de Turismo Social,presidido por el dirigente S. Pontieri.Para asegurar el hospedaje se echo mano de tres modalidades vinculadas entre sí: el focalizado en las Colonias de vacaciones y hoteles administrados por la poderosa organización de ayuda social creada por la esposa del General Perón,la FEP (en especial los complejos de Chapadmalal,Embalse-Río III y Mendoza),los contratos/convenios con los gobiernos provinciales y la hotelería privada para albergar gratis a contingentes (privilegiando a contingentes infantiles) y los primeros pasos de la hotelería sindical (por medio de compra y alquiler de edificios de alojamiento), ampliamente difundida en las décadas siguientes.
El año 1945 será el momento de presentación del programa vacacional. En el verano es sancionado el decreto 1740,que extendía el derecho a las vacaciones remuneradas obligatorias,largamente anhelado,al conjunto de los trabajadores y empleados argentinos en relación de dependencia.
En paralelo,tanto los decretos de Personería Gremial como el 33302/45 que otorgaba salario básico, mínimo y vital, el Sueldo Anual Complementario (aguinaldo) y la creación del Instituto Nacional de Remuneraciones,facilitaron concesiones para los sindicatos permitiendo el fundar instituciones para el servicio social y manejar un mayor caudal de fondos. Al mismo tiempo,el Estado fijaba un descuento obligatorio del 5% del aguinaldo (un 2% del aporte obrero y 3% del patronal), estinado al fomento de turismo social y a la creación de colonias de vacaciones.De esta manera,por primera vez se asignaron fondos específicamente dirigidos al fomento de las vacaciones populares,provenientes en parte de los supuestos beneficiarios, luego transferidos en 1950,a la FEP10 Asimismo, la gestión institucional del turismo pasa a depender del Ministerio de Obras Públicas,a cargo del General Juan Pistarini, con quien cobró fuerte impulso la cuestión recreacional.La emergencia de las colonias de vacaciones,si bien revelaban una tendencia anterior, nunca alcanzaron la envergadura adquirida con el peronismo. Desde principios de siglo, se ensayaban acciones atendían al ocio popular, en especial el focalizado en los jóvenes y los empleados.La Asociación Cristiana de Jóvenes,una entidad pionera,inició la tradición de elegir las sierras cordobesas,donde instaló un complejo vacacional en Los Cocos.Asimismo,las empresas ferroviarias británicas contribuyeron con la construcción de hoteles y complejos en las provincias de Córdoba y Mendoza.En los treinta, también Mar del Plata agrupaba un número apreciable dependientes tanto de las entidades oficiales como de las asociaciones católicas.Monseñor Miguel de Andrea,el fundador de la Federación y Asociaciones Católicas de Empleadas,(FACE,1921) también presentó una inclinación por estas cuestiones sociales.Así,inaugura en la ciudad balnearia Necochea un hospedaje estival para 600 empleadas por temporada (usando el edificio del colegio Nacional) y abre sus primeras colonias cordobesas en Cosquín en 1927 y,en 1936,en Capilla del Monte.En 1940,el Obispo, secundado por el gobernador Manuel Fresco,inicia las obras del complejo recreativo en Punta Mogotes (Mar del Plata),denominado La casa de la Empleada.El emplazamiento de los modernos complejos recreacionales durante el peronismo fue el resultado en 1944 de un proyecto del Ministerio de Obras Públicas -finalizado por la FEP en 1950- destinado a los empleados estatales, luego extendido al conjunto de los trabajadores.Para el caso de Chapadmalal,el Poder Ejecutivo Nacional expropia 650 hectáreas de la Estancia Santa Isabel a su propietario Eduardo Martínez de Hoz.El decreto (Nº 34.950/47) disponía la ejecución de hoteles,viviendas y casas de descanso.Los complejos contaban,con pocas variantes,de un conjunto de hoteles y bungalows y servicios de uso común: correo,telefonía, centros de asistencia con farmacia, cine-teatro,galerías comerciales,confitería para fiestas,círculos para divertimentos para juegos infantiles, fútbol, bowling, una capilla y una ermita para la administración.Los bungalows estaban destinados a personal jerárquico de la administración pública y funcionarios del gobierno nacional.Las provincias y los municipios fueron complementando estas iniciativas nacionales.En la de Buenos Aires,durante el mandato del primer gobernador bonaerense Domingo Mercante (verdadero laboratorio de estas políticas sociales),la flamante Dirección de Turismo y Parques pone en ejercicio el Plan de Turismo Social,que abarcó,además de la programación de paquetes turísticos de diez días, la expropiación de 24 chalets en la Playa de los Ingleses en MAR DEL PLATA destinado a los Sindicatos,la instalación de Clubes de Turismo Social,una suerte de unidades recreativas diseminadas en diversos centros turísticos.Se contó con los recursos para su financiamiento y un destacado programa publicitario y de divulgación.
El primer escalón para su consecución fue la sanción de la ley provincial Nº 5254 en 1948,cuyo propósito anunciado por el gobernador fue sancionar el turismo de las clases trabajadoras para que pudieran gozar como cualquier ciudadano,del descanso,del sosiego y de la belleza del primer balneario argentino”.14 La concepción gubernamental estuvo ampliamente difundida en una publicación especialmente editada,el Boletín de Turismo Social.Se proponía también fomentar el turismo regional poniendo al alcance de los obreros, empleados, maestros y estudiantes los medios necesarios para que disfrutaran de las vacaciones, encarando decisiones que atendían a la protección de los derechos del turista como consumidor.En estas instancias se proyectaron las construcciones de hoteles en varios lugares provinciales, al mismo tiempo que el emplazamiento de campings,continuando una tendencia iniciada por el Automóvil Club Argentino.
Como ya señalamos,algunos aspectos de estas políticas prolongaban ideas y prácticas de las políticas públicas de los gobiernos conservadores. Lo nuevo,además de la variedad de programas,fue el discurso clasista y la representación de los beneficiarios como clase social.Retórica unida a decisiones tendientes a un mayor control de las instituciones y empresas turísticas privadas junto a la creación de entidades culturales populares,llamadas CLUBES DE TURISMO SOCIAL,que aspiraban a convertirse en espacios de centros de formación de la cultura obrera y popular.Según el Boletín de Turismo Social,se localizaron en MAR DEL PLATA(ciudad turística),San Antonio de Areco (pueblo tradicional), Tandil (por su historia), Luján (por su valor religioso) y la República de los Niños en La Plata (por su valor arquitectónico).Para no pasar inadvertidos,el primero de ellos fue estrenado en 1949,precisamente en Playa Grande,en el RESTAURANTE NORMANDIE,el balneario más exclusivo de Mar del Plata que,desde los treinta,se había tornado en el refugio de la clase alta, ante la continua invasión de las clases medias sobre la otrora lujosa playa Bristol.El intento fue propiciar la sociabilidad y esparcimiento para los flamantes turistas.Allí se realizaban festividades artísticas veladas danzantes,presentaciones de conjuntos nativos.Por las tardes se proyectaban películas documentales y dibujos animados para la concurrencia infantil.Por las noches había bailes en los que confraternizaban trabajadores procedentes de distintos lugares del país.El Normandie y los complejos vacacionales constituyeron tomas simbólicas de perenne significación.Lo que antes eran bienes reconocidos de uso social de las clases ricas,ahora eran cedidos a los obreros mediante la intervención del Estado.
La propuesta provincial tuvo mucha difusión y repercusión.Se propiciaron paquetes de viajes baratos con boletos económicos con acuerdos con las empresas de transporte,con descuentos,entre un 15 y 25%.Para Mar del Plata,en 1950 comenzaron a correr los servicios de trenes rápidos de 4 horas y es creada la tarifa ferroviaria Turista, que además de contar con un precio promocional,incluía beneficios para los consumidores.En paralelo,se llevan a cabo,entre 1948 y 1955,una variedad de planes que apuntaron a los descansos estivales e invernales,posibilitando a unas 220.000 personas viajar diez días con los planes de Turismo provincial de verano para MAR DEL PLATA, Necochea,Sierra de la Ventana,Carhué y Tandil y el de Turismo interprovincial de invierno,dirigido a las provincias de Mendoza, Catamarca,San Luis,Santiago del Estero y Córdoba.Este dibujo recreacional,profusamente difundido en las publicaciones periódicas, privilegiaba el viaje familiar y comprendió múltiples variantes: Planes de vacaciones Económicas, Convenios entre la provincias de Buenos Aires.y la Nación,Excusiones en ómnibus (Sanmartinianas,justicialistas al Parque de la Ancianidad,República de los Niños y Chapadmalal), Excursiones fluviales en el vapor Justicia Social (desde La Plata hasta Asunción),Viaje de Bodas,Plan B de Subsidios a Instituciones, Excursiones escolares,etc.
Irrumpía también una nueva práctica social: el “veraneo sindical”.
En 1946,la Asociación Mutual de Correos instalaba su hotel en Huerta Grande,con 300 plazas.Los Empleados Municipales de Buenos Aires exhibían sus complejos en las sierras cordobesas,en el balneario San Clemente del Tuyú y en una isla en el Delta del Río Paraná.
Los Empleados de Comercio inauguraban sus hoteles en MAR DEL PLATA, Mendoza y San Luis.Este gremio junto a los petroleros,obtuvo mayores logros de las nuevas coyunturas políticas.El Ministro del Interior Ángel Borlenghi,un ex-militante socialista y secretario general de los empleados mercantiles a los 26 años, había sido un precursor en la lucha por estas conquistas,cuando se aprueba la ley 11.729 en 1934,por la que se concede el pago de la indemnización por despido y las vacaciones pagas.También fue un avanzado en la idea de ampliar los servicios sociales sindicales a la hotelería, cuando adquiere el Hotel Uspallata,en Mendoza.La lectura del periódico CGT –órgano de la central obrera- consigna cómo los sindicatos fueron incorporando estas consignas a sus programas reivindicativos y planificando y abriendo colonias de vacaciones, en especial en las sierras de Córdoba. En septiembre del 53 el Presidente visita la colonia de vacaciones del gremio de la Alimentación en la localidad de Salsipuedes;los trabajadores del vidrio inauguran Huerta Grande y los ferroviarios sus 100 hectáreas en Alta Gracia,mientras que los metalúrgicos promueven el hotel El Peñón en Valle Hermoso.
Durante la presidencia del general Justo se habían producido los primeros ensayos institucionales tendientes al turismo,con la creación de la Dirección de Parques Nacionales,otorgando prioridad al Parque Nacional del Sud en la Patagonia,en la zona aledaña al lago Nahuel Huapí y al Parque Nacional Iguazú,alrededor de las cataratas del río Iguazú.La institucionalización de Parques Nacionales acompañó una tendencia internacional proclive a la defensa,conservación y fomento de las reservas naturales, caracterizadas por su belleza y riqueza autóctona,convertidas en polos modernizadores.Gracias a las gestiones del primer Director,Ezequiel Bustillo, a ciudad sureña de Bariloche adquiere,en muy pocos años,un notable crecimiento.Su hermano,el arquitecto Alejandro Bustillo,participa en el diseño de la iglesia y como del Hotel LLao-LLao que,junto al Hotel Provincial de Mar del Plata,formaron parte de los escasos hospedajes estatales en la Argentina.En 1934,con la llegada del Ferrocarril del Sud,son 1500 los turistas que conocen Bariloche;para 1948,el número trepará, aproximadamente,a 38.000 viajeros.En los años peronistas estas áreas adquirirán la categoría de “monumentos históricos”.Como ya hemos señalado,la propaganda oficial insistía en que,para fomentar el nacionalismo y la identidad nacional,no sólo era necesario conocer nuestra historia sino también la geografía de la Nación.El gobierno nacional,además de extender la jurisdicción de los parques (anexa,por el Decreto 9504/45,Lanin,Los Alerces,Laguna Blanca,Perito Moreno,Los Glaciares y la Reserva Nacional Copahué),expropia miles de hectáreas con fines recreacionales (entre otros,las adyacencias del lago Nahuel Huapí,Chapadmalal,Sierra de los Padres y el Parque Pereyra Iraola y la cordobesa Río III).Algo similar,aunque en menor grado,sucedió en el otro extremo del país,las tierras mesopotámicas con sus dos atractivos centrales: las ruinas jesuíticas de San Ignacio y las cataratas del Iguazú.La provincia más poblada en la época colonial presentaba en este siglo la fisonomía de tierras de aventuras, privilegiada por expediciones de científicos y naturalistas que exploraban sus riquezas naturales.Recién en los treinta se comienza a trabajar en las ruinas de las Misiones Jesuíticas totalmente cubiertas por la selva;también aquí es contratado Alejandro Bustillo para un proyecto del Puerto Aguirre (ex Puerto Iguazú) y la modernización el viejo Hotel Cataratas.Las “Memorias” de Parques Nacionales registran,en 1936,la llegada de 1356 visitantes.En los años siguientes se mejora el trazado de la ruta 12 que conectaba Iguazú con Posadas y, con la edificación del Hotel Iguazú en 1949 y puesto a disposición de los planes de turismo social,se ensancharon las posibilidades de arribo a estos distantes lugares.
Del mismo modo,los Andes centrales,entre Mendoza y la línea de frontera con Chile,se presentan como otro territorio privilegiado para el turismo.Un paisaje delineado por ríos torrentosos,cordilleras nevadas y aguas termales.El interés en los aspectos curativos de sus aguas hizo que muy tempranamente los viajeros gustaran de las aguas termales y los baños benéficos que, con la llegada del Ferrocarril,adoptó la fisonomía de ámbitos de salud y placer.De esta forma,nacen los centros termales Cacheuta y Puente del Inca,edificándose hoteles de elite,como resultado de estímulos de las empresas ferrocarrileras británicas que, al llegar el peronismo al poder y ser nacionalizadas,pasan a depender del estado. Algunos son comprados por los gremios y otros administrados por la FEP. Estos emprendimientos produjeron un notable aumento de visitantes a estos lugares de alta montaña, llegando a alrededor de ciento cincuenta mil.En el lenguaje argentino,turismo no es sinónimo de privilegio, argumentaba Continente en 1953.El conjunto de estas iniciativas configuraron un nuevo escenario en materia vacacional desplegado con un gran montaje publicitario en el que se echó mano de las modernas formas de propaganda.El cine,uno de los esparcimientos más accesibles,baratos y cómodos,constituyó uno de ellas.
La propaganda del turismo popular comenzó a poblar los noticieros oficiales que hicieron época: Sucesos Argentinos,Noticiero Panamericano yel Noticiero Bonaerense,semanarios con notas de actualidad que resaltaban las actividades oficiales y las culturales y deportivas. Para mostrar las bellezas naturales de diversos lugares del territorio bonaerense se filmaron tres películas en color tituladas MAR DEL PLATA, Cruz del Sur y Lagunas y Sierras.La primera resumía una jornada estival en Mar del Plata,desde el amanecer,cuando zarpan los pescadores,hasta el inicio de las diversiones nocturnas,pasando por imágenes de la vida en las playas colmadas de gente ávida de sol y arena.
Los 112 partidos del territorio bonaerense estuvieron recorridos por el Tren Cinematográfico en un programa de “Giras de Difusión Cinematográfica”,que visitaba las ciudades y pueblos emplazados a lo largo de las líneas férreas.En un vagón convertido en sala de cine, l Coche Salón Cinematográfico, eran presentados espectáculos muy concurridos por las familias y contingentes escolares.En ellos eran difundidos motivos de las efemérides patrias,con la incorporación del 17 de octubre y el 1º de mayo,junto a la explicación y difusión de reivindicaciones y acciones del gobierno peronista. En momentos previos a las proyecciones se realizaba una breve exposición que resumía las imágenes con la distribución de folletos y bibliografía.También es inaugurado,como parte de los festejos del Año del Libertador Gral. San Martín,el Salón Radio-Cinematográfico en el piso de Deportes del Casino de MAR DEL PLATA,en el que comienza a funcionar un programa gratuito de proyección de películas y noticieros que atrajo la aceptación y concurrencia del público.
Muchas veces en diversos estudios centrados en esta etapa,nos preguntamos acerca de las ideas,los proyectos y los deseos de la sociedad respecto al turismo.¿Cuál fue la recepción de estas políticas? En un reciente estudio analizamos su impacto y recepción mediante una fuente privilegiada: el fondo documental constituido por cartas, documentos,dibujos y fotos denominado Secretaría Técnica.Primera y Segunda Presidencia del General Juan Domingo Perón (1946–1955),que resume las respuestas del pueblo a la convocatoria del Estado por el Segundo Plan Quinquenal.En 1951,el gobierno realizó un llamado público a los individuos e instituciones para que presentaran pedidos y propuestas,con la promesa de que,una vez estudiados y analizados, fueran incluidos en el II Plan Quinquenal, todavía en elaboración. La convocatoria recogió una gran cantidad de cartas estimadas en unas 19.000 carpetas.Si bien la mayor parte de las demandas no fue incorporada (lo que no impidió que cada pedido tuviera su respectiva respuesta),lo relevante fue la expectativa y el impacto que la consulta popular generó.La riqueza de la fuente permite encontrar un número de expedientes cuya lectura facilita seguir una suerte de diálogo entre aquellos que enviaban una propuesta y el gobierno.Unas provenían de individuos aislados,profesionales de clase media interesados en el turismo internacional. Otros, individuos e instituciones,de las provincias más ricas y urbanizadas del país que solicitaban mejoras puntuales y propuestas de lugares de veraneo.Restaban muy pocos que peticionaban en nombre de los sectores obreros.Posiblemente,quienes estaban en mejores condiciones de enviar sus proyectos fueron los que tenían mayores oportunidades de beneficiarse con las políticas de democratización del bienestar,en general las clases medias urbanas.Sin embargo,el programa social de las vacaciones populares produjo un gran impacto y significación social en la memoria colectiva de la sociedad argentina, en especial en las clases trabajadoras, que lo percibieron como una frontera epocal un antes y un después,en relación con la problemática de la democratización del ocio y el acceso al tiempo libre.
Hasta ahora hemos limitado nuestra aproximación a la problemática con una pregunta clave en la historiografía en general y,en particular,en la del peronismo: el antes y el después, as continuidades y las rupturas.Este estudio permite reflexionar,una vez más,acerca de otros aspectos del problema,asociados a la percepción y a la constitución del imaginario social en torno a las políticas analizadas y no solamente referidas al caso de los destinatarios explícitos sino la sociedad en su conjunto.En esta perspectiva,para pensar el significado social del peronismo,intervienen variables intangibles,difíciles de cuantificar: el orgullo,la dignidad,el respeto,el “ser alguien”.En la percepción de los trabajadores,como también en las clases medias -y aquí seguimos a Stedman Jones en su análisis de la cultura de la clase obrera inglesa- es claro el contraste entre el hoy y el ayer.El ayer se valora como sombrío; el hoy abre las posibilidades de conocer el mar,las sierras y pasar por la experiencia del viaje,lo cual además del conocimiento de nuevos espacios e individuos,conjuga sentimientos y emociones desconocidas. Experiencias relacionadas con la subjetividad del individuo que exceden el campo específicamente laboral,incorporando el placer, el contacto con la naturaleza y la distancia y objetividad respecto de lo cotidiano. Estos hechos son los que penetraron en la percepción y configuraron esa memoria colectiva de los trabajadores. La conquista de MAR DEL PLATA y la obtención de las reivindicaciones sociales recreacionales conformaron un proceso similar a muchos otros que han sido visualizados como logros del peronismo que también originaron fuertes rechazos y tensiones al impactar intensamente en el imaginario político del anti-peronismo.Las construcciones peronistas –en un sentido amplio- generaron espanto en unos y nostalgia por un mundo pasado mejoren otros. (fuente: Nuevo Mundo-Elisa Pastoriza,y otros)
Amigos: soy nacido en Mar del Plata hace 62 años. Mi abuelo era Alberto Notrica, un griego que organizaba fiestas y banquetes. Fue el encargado de inaugurar el Club Pueyrredon, La Municipalidad de Mar del Plata, el bristol hotel. Le decian “Pajarito” Notrica, y fue durante muchos años el dueño del Bar Pajarito de Playa Grande. Fallecido mi abuelo, mi abuela Juana Wraage de Notrica tuvo su negocio de Alquiler de vajilla para Fiestas en belgrano 3263, entre Independencia y Salta. Cuantos Recuerdos
A mediados de de loa década del 50, en esta zona de Playa Grande se encontraba este el Club de Turismo Social,y tal como indica el cartel que vemos decía: Ministerio de Hacienda Economía y Previsión,Provincia de Buenos aires.Su número telefónico era 2-4285.
En esta zona y en la misma época,se registraban otros locales y dependencias como por ejemplo:
-Bar Pajarito
-Club Mar del Plata
-Balneario Plus Ultra
-Sporting Stepper
-Bar Neptunia
-Pileta Gral. Pueyrredón
-Restaurante Mar y Golf
-Ministerio de Salud Pública
-Telégrafo de la Provincia
-Restaurante de Roque Francano
-Balneario Golf Club
-Bar Yacht Club Argentino
Otra imagen de este emprendimiento en la foto (1734)
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/1734
Atte.: Enrique Mario Palacio.
Después de la Primera Guerra Mundial las vacaciones pagas recibieron un fuerte impulso por la adopción,en gran cantidad de países,de una legislación que las hacía obligatorias.El proceso de democratización del ocio representó,en palabras de Alain Corbin,la elaboración de una nueva forma de apropiación del tiempo y del espacio que resultó muy compleja.El decenio que precede a la Segunda Guerra Mundial, caracterizado por la crisis,la expansión del desempleo y de los antagonismos nacionales,es el de un inmenso esfuerzo por organizar el tiempo de ocio de los trabajadores.Así,las vacaciones pagas fueron instauradas en la mayoría de los países occidentales en los años treinta.Su generalización implicó tres actores sociales: los empleadores y sus organizaciones,los sindicatos,y los poderes públicos. El peso relativo de cada uno de estos grupos fue variando de acuerdo con los países y las épocas.
Las vacaciones pagas en Argentina,si bien presentan antecedentes en la década del treinta,se logran durante los años del primer peronismo.En un escenario que hemos denominado de democratización del bienestar, cuando se conjugaron tendencias que conformaron un país mayormente estructurado con una sociedad móvil e igualitaria,son abiertos los canales que permiten la inclinación del consumo de las clases medias y trabajadoras hacia una pluralidad de prácticas recreacionales.Esto se manifestó en el incremento,entre otras actividades,en la asistencia a las salas de cine (el divertimento más popular del período),a los espectáculos deportivos y al desarrollo del turismo popular.
Aunque de manera desigual,los actores sociales comenzaron a disponer de una serie de días consecutivos de vacaciones pagas y,con ello,un mayor tiempo libre que estimuló la creación de novedosas prácticas.Mediante un programa de acceso al turismo social, una multitud de argentinos de todas las clases sociales empezó a descubrir un país hasta entonces muy poco conocido.En ciertos aspectos,éste había sido el significado de la Argentina conservadora de la década anterior,cuando era creaba la Dirección de Parques Nacionales (1934) de la mano de las consignas -Hacer caminos es hacer grande a la Patria- y -Conocer la patria es un deber-.El encuentro con la naturaleza figuraba en los programas del tiempo libre,en las que el paseo en la montaña era tan benéfico como la asistencia a las playas.Así,mediante el viaje turístico,los trabajadores conocían (y se apropiaban) del país,en un reencuentro con la nación mediante el conocimiento de sus paisajes y de su historia.El tiempo del viaje era a su vez,un tiempo político y patriótico.En la dimensión política el turismo tuvo una fuerte raigambre en el peronismo,en la esperanza que debía impactar a los argentinos para que amaran su tierra natal,a la que conocían demasiado poco.Con este discurso desde los poderes públicos y las dirigencias sindicales se alentaba a los trabajadores a enriquecer su cultura y conocer a otros trabajadores a través de las vacaciones.
Así,bajo la tutela de la nueva consigna peronista,el turismo obrero o social,se ensayaron los planes vacacionales y excursiones populares.
El ocio popular comprendió dos coordenadas claramente visualizadas:
las áreas marginales que se hallaban en la órbita de Parques Nacionales y aquellos ya elegidos por las elites y las clases medias. Mientras las primeras emergieron pausadamente,MAR DEL PLATA y Córdoba ocuparon el centro de la agenda pública.La retórica justicialista era rotunda en un punto: no había barreras para el acceso de los trabajadores a estos bienes, hasta ahora,afirmaban,vedados.Las otras regiones acompañaron esta música central.Además de las vacaciones,también fue incorporada la promoción del turismo relámpago,giras económicas,viajes populares, colonias de vacaciones,campamentos colectivos,como también la realización de viajes para maestros y empleados,incluyendo programas breves de fin de semana y feriados,con ofertas de visitas a la Basílica de Luján (a unos 60 km del centro de Buenos Aires),navegar por el Tigre,remontar el río Paraná,recorrer la ciudad de Buenos Aires, conocer 2los monumentos2 realizados por la revolución justicialista (Ciudad de los Niños,Ezeiza,Ciudad estudiantil) y acudir a los campings que publicitaba el Automóvil Club Argentino e instituciones estatales como el Consejo Nacional de Educación y Fundación Eva Perón.
Se trataba de dar a los trabajadores la oportunidad de practicar actividades y conocimiento de lugares que remitían al prestigio social: el viaje en ómnibus,los paseos en barco,la caza,el cine,el conocimiento de los balnearios,etc. En esta línea,ofrecían precios reducidos para espectáculos musicales y vacaciones para obreros en destinos típicamente burgueses como MAR DEL PLATA,el lugar con mayor carga simbólica donde mayormente eran visualizadas estas prácticas, escenificadas con grandilocuentes publicidades,presentadas como la imitación perfecta de aquello que,-hasta ahora- había estado reservado a los privilegiadosEn este marco,la conquista de MAR DEL PLATA para los trabajadores será un rasgo central en el mensaje del proyecto público. El balneario era presentado como el lugar donde se conocían los argentinos,lo que acentuaba su carácter nacional.Y,para comprobarlo nada mejor que observar el vestíbulo de un hotel o una de las improvisadas tertulias en la playa,cuando nuestra nacionalidad adquiere una cohesión que no siempre puede lograrse.MAR DE PLATAM corrige todas las fallas que atentan contra esta cohesión (grandes distancias, regiones diferenciadas,etc.),ya que todos acuden a sus costas.Y se agregaba: conocerse los argentinos con los argentinos es conjugar un verbo de unidad de la patria. A MAR DEL PLATA acuden argentinos de todas las partes del país.
El ritmo de un estribillo muy popular en aquellos años “A MAR DEL PLATA yo me quiero ir” (precursor de varias canciones populares tarareadas en los sesenta y setenta),condensaba el deseo de millones de hombres y mujeres que en los días tórridos del verano porteño podían concretar el sueño de conocer el balneario.
¿Cómo viajaban?.Al hasta entonces casi único servicio de transporte,el ferrocarril,puerta de entrada a la mayoría de los centros recreativos del país,se sumaron el ómnibus y el automóvil.En los cuarenta,unos 480.000 vehículos transitaban las carreteras nacionales,permitiendo la llegada a lugares recónditos.El viaje y el conocimiento,en especial a las sierras de Córdoba y a las playas atlánticas,se transformaba en un sueño posible.A los dos caminos pavimentados durante las gestiones conservadoras,las rutas dos y ocho (Mar del Plata y Córdoba, respectivamente),se les sumaron las rutas a Mendoza y los caminos interprovinciales.
En este escenario se trazan las líneas que perfilan la intervención estatal en las cuestiones relativas al tiempo libre.Algunas de ellas son novedosas y otras no.El propio término es aplicado legalmente por primera vez,aunque había precedentes en el llamado turismo económico o en el dirigido a sectores de menores recursos implementados principalmente en los años treinta por el Estado Nacional y por algunas administraciones provinciales,en especial en la provincia de Buenos Aires durante la gobernación de Manuel Fresco.Así,el programa del ocio peronista consolidó líneas ya iniciadas,poniendo en marcha el diseño de un proyecto de Turismo Social asentado en la concepción de las vacaciones como una conquista simbólica asociada al Derecho al Descanso y que la retórica.Justicialista destinaba a los trabajadores en un discurso fuertemente obrerista.
“El Turismo Social tendrá como finalidad posibilitar el acceso de la población trabajadora a los lugares de turismo y será organizado facilitando a los servicios de bienestar y asistencia social de las asociaciones profesionales,la construcción de hoteles y colonias de vacaciones, y las franquicias posibles en los medios de transporte.
endencia social”.(Perón a los trabajadores sobre el II Plan Quinquenal)
Si bien el proyecto abarcaba una variedad de aspectos,estuvo asentado en dos ejes centrales: la extensión de las licencias pagas por vacaciones obligatorias al conjunto de los trabajadores,primero,y el montaje mediante el ejercicio coordinado entre el Estado (Nacional y provinciales) y la FEP con asociaciones,en particular,las sindicales, para garantizar el hospedaje a los trabajadores y facilitar el transporte a través de planes de abaratamiento de pasajes y móviles especialmente destinados al traslado de los nuevos turistas.
En esta atmósfera es inventada una consigna todavía recordada: Usted se paga el viaje,el gobierno el hospedaje.Un slogan que se extiende a lo largo de la Nación y que, como repetía el gobernador bonaerense, Domingo Mercante, Ha prendido en las fábricas,en los talleres,en las lejanas localidades rurales como la realización feliz de uno de los derechos del trabajador incorporados a la Constitución de Perón.
Las vacaciones así concebidas fueron presentadas en la provincia de Buenos Aires como la conquista de un derecho cívico,fundacional,hasta ese momento inalcanzable, asociado a los premios a la producción,y a la consigna“producir más y mejor.El experimento,reconocido como una prioridad pública a la par de la vivienda obrera,estuvo auspiciado por el gobierno y canalizado por el aparato gremial cegetista, mediante un Consejo Asesor Obrero de Turismo Social,presidido por el dirigente S. Pontieri.Para asegurar el hospedaje se echo mano de tres modalidades vinculadas entre sí: el focalizado en las Colonias de vacaciones y hoteles administrados por la poderosa organización de ayuda social creada por la esposa del General Perón,la FEP (en especial los complejos de Chapadmalal,Embalse-Río III y Mendoza),los contratos/convenios con los gobiernos provinciales y la hotelería privada para albergar gratis a contingentes (privilegiando a contingentes infantiles) y los primeros pasos de la hotelería sindical (por medio de compra y alquiler de edificios de alojamiento), ampliamente difundida en las décadas siguientes.
El año 1945 será el momento de presentación del programa vacacional. En el verano es sancionado el decreto 1740,que extendía el derecho a las vacaciones remuneradas obligatorias,largamente anhelado,al conjunto de los trabajadores y empleados argentinos en relación de dependencia.
En paralelo,tanto los decretos de Personería Gremial como el 33302/45 que otorgaba salario básico, mínimo y vital, el Sueldo Anual Complementario (aguinaldo) y la creación del Instituto Nacional de Remuneraciones,facilitaron concesiones para los sindicatos permitiendo el fundar instituciones para el servicio social y manejar un mayor caudal de fondos. Al mismo tiempo,el Estado fijaba un descuento obligatorio del 5% del aguinaldo (un 2% del aporte obrero y 3% del patronal), estinado al fomento de turismo social y a la creación de colonias de vacaciones.De esta manera,por primera vez se asignaron fondos específicamente dirigidos al fomento de las vacaciones populares,provenientes en parte de los supuestos beneficiarios, luego transferidos en 1950,a la FEP10 Asimismo, la gestión institucional del turismo pasa a depender del Ministerio de Obras Públicas,a cargo del General Juan Pistarini, con quien cobró fuerte impulso la cuestión recreacional.La emergencia de las colonias de vacaciones,si bien revelaban una tendencia anterior, nunca alcanzaron la envergadura adquirida con el peronismo. Desde principios de siglo, se ensayaban acciones atendían al ocio popular, en especial el focalizado en los jóvenes y los empleados.La Asociación Cristiana de Jóvenes,una entidad pionera,inició la tradición de elegir las sierras cordobesas,donde instaló un complejo vacacional en Los Cocos.Asimismo,las empresas ferroviarias británicas contribuyeron con la construcción de hoteles y complejos en las provincias de Córdoba y Mendoza.En los treinta, también Mar del Plata agrupaba un número apreciable dependientes tanto de las entidades oficiales como de las asociaciones católicas.Monseñor Miguel de Andrea,el fundador de la Federación y Asociaciones Católicas de Empleadas,(FACE,1921) también presentó una inclinación por estas cuestiones sociales.Así,inaugura en la ciudad balnearia Necochea un hospedaje estival para 600 empleadas por temporada (usando el edificio del colegio Nacional) y abre sus primeras colonias cordobesas en Cosquín en 1927 y,en 1936,en Capilla del Monte.En 1940,el Obispo, secundado por el gobernador Manuel Fresco,inicia las obras del complejo recreativo en Punta Mogotes (Mar del Plata),denominado La casa de la Empleada.El emplazamiento de los modernos complejos recreacionales durante el peronismo fue el resultado en 1944 de un proyecto del Ministerio de Obras Públicas -finalizado por la FEP en 1950- destinado a los empleados estatales, luego extendido al conjunto de los trabajadores.Para el caso de Chapadmalal,el Poder Ejecutivo Nacional expropia 650 hectáreas de la Estancia Santa Isabel a su propietario Eduardo Martínez de Hoz.El decreto (Nº 34.950/47) disponía la ejecución de hoteles,viviendas y casas de descanso.Los complejos contaban,con pocas variantes,de un conjunto de hoteles y bungalows y servicios de uso común: correo,telefonía, centros de asistencia con farmacia, cine-teatro,galerías comerciales,confitería para fiestas,círculos para divertimentos para juegos infantiles, fútbol, bowling, una capilla y una ermita para la administración.Los bungalows estaban destinados a personal jerárquico de la administración pública y funcionarios del gobierno nacional.Las provincias y los municipios fueron complementando estas iniciativas nacionales.En la de Buenos Aires,durante el mandato del primer gobernador bonaerense Domingo Mercante (verdadero laboratorio de estas políticas sociales),la flamante Dirección de Turismo y Parques pone en ejercicio el Plan de Turismo Social,que abarcó,además de la programación de paquetes turísticos de diez días, la expropiación de 24 chalets en la Playa de los Ingleses en MAR DEL PLATA destinado a los Sindicatos,la instalación de Clubes de Turismo Social,una suerte de unidades recreativas diseminadas en diversos centros turísticos.Se contó con los recursos para su financiamiento y un destacado programa publicitario y de divulgación.
El primer escalón para su consecución fue la sanción de la ley provincial Nº 5254 en 1948,cuyo propósito anunciado por el gobernador fue sancionar el turismo de las clases trabajadoras para que pudieran gozar como cualquier ciudadano,del descanso,del sosiego y de la belleza del primer balneario argentino”.14 La concepción gubernamental estuvo ampliamente difundida en una publicación especialmente editada,el Boletín de Turismo Social.Se proponía también fomentar el turismo regional poniendo al alcance de los obreros, empleados, maestros y estudiantes los medios necesarios para que disfrutaran de las vacaciones, encarando decisiones que atendían a la protección de los derechos del turista como consumidor.En estas instancias se proyectaron las construcciones de hoteles en varios lugares provinciales, al mismo tiempo que el emplazamiento de campings,continuando una tendencia iniciada por el Automóvil Club Argentino.
Como ya señalamos,algunos aspectos de estas políticas prolongaban ideas y prácticas de las políticas públicas de los gobiernos conservadores. Lo nuevo,además de la variedad de programas,fue el discurso clasista y la representación de los beneficiarios como clase social.Retórica unida a decisiones tendientes a un mayor control de las instituciones y empresas turísticas privadas junto a la creación de entidades culturales populares,llamadas CLUBES DE TURISMO SOCIAL,que aspiraban a convertirse en espacios de centros de formación de la cultura obrera y popular.Según el Boletín de Turismo Social,se localizaron en MAR DEL PLATA(ciudad turística),San Antonio de Areco (pueblo tradicional), Tandil (por su historia), Luján (por su valor religioso) y la República de los Niños en La Plata (por su valor arquitectónico).Para no pasar inadvertidos,el primero de ellos fue estrenado en 1949,precisamente en Playa Grande,en el RESTAURANTE NORMANDIE,el balneario más exclusivo de Mar del Plata que,desde los treinta,se había tornado en el refugio de la clase alta, ante la continua invasión de las clases medias sobre la otrora lujosa playa Bristol.El intento fue propiciar la sociabilidad y esparcimiento para los flamantes turistas.Allí se realizaban festividades artísticas veladas danzantes,presentaciones de conjuntos nativos.Por las tardes se proyectaban películas documentales y dibujos animados para la concurrencia infantil.Por las noches había bailes en los que confraternizaban trabajadores procedentes de distintos lugares del país.El Normandie y los complejos vacacionales constituyeron tomas simbólicas de perenne significación.Lo que antes eran bienes reconocidos de uso social de las clases ricas,ahora eran cedidos a los obreros mediante la intervención del Estado.
La propuesta provincial tuvo mucha difusión y repercusión.Se propiciaron paquetes de viajes baratos con boletos económicos con acuerdos con las empresas de transporte,con descuentos,entre un 15 y 25%.Para Mar del Plata,en 1950 comenzaron a correr los servicios de trenes rápidos de 4 horas y es creada la tarifa ferroviaria Turista, que además de contar con un precio promocional,incluía beneficios para los consumidores.En paralelo,se llevan a cabo,entre 1948 y 1955,una variedad de planes que apuntaron a los descansos estivales e invernales,posibilitando a unas 220.000 personas viajar diez días con los planes de Turismo provincial de verano para MAR DEL PLATA, Necochea,Sierra de la Ventana,Carhué y Tandil y el de Turismo interprovincial de invierno,dirigido a las provincias de Mendoza, Catamarca,San Luis,Santiago del Estero y Córdoba.Este dibujo recreacional,profusamente difundido en las publicaciones periódicas, privilegiaba el viaje familiar y comprendió múltiples variantes: Planes de vacaciones Económicas, Convenios entre la provincias de Buenos Aires.y la Nación,Excusiones en ómnibus (Sanmartinianas,justicialistas al Parque de la Ancianidad,República de los Niños y Chapadmalal), Excursiones fluviales en el vapor Justicia Social (desde La Plata hasta Asunción),Viaje de Bodas,Plan B de Subsidios a Instituciones, Excursiones escolares,etc.
Irrumpía también una nueva práctica social: el “veraneo sindical”.
En 1946,la Asociación Mutual de Correos instalaba su hotel en Huerta Grande,con 300 plazas.Los Empleados Municipales de Buenos Aires exhibían sus complejos en las sierras cordobesas,en el balneario San Clemente del Tuyú y en una isla en el Delta del Río Paraná.
Los Empleados de Comercio inauguraban sus hoteles en MAR DEL PLATA, Mendoza y San Luis.Este gremio junto a los petroleros,obtuvo mayores logros de las nuevas coyunturas políticas.El Ministro del Interior Ángel Borlenghi,un ex-militante socialista y secretario general de los empleados mercantiles a los 26 años, había sido un precursor en la lucha por estas conquistas,cuando se aprueba la ley 11.729 en 1934,por la que se concede el pago de la indemnización por despido y las vacaciones pagas.También fue un avanzado en la idea de ampliar los servicios sociales sindicales a la hotelería, cuando adquiere el Hotel Uspallata,en Mendoza.La lectura del periódico CGT –órgano de la central obrera- consigna cómo los sindicatos fueron incorporando estas consignas a sus programas reivindicativos y planificando y abriendo colonias de vacaciones, en especial en las sierras de Córdoba. En septiembre del 53 el Presidente visita la colonia de vacaciones del gremio de la Alimentación en la localidad de Salsipuedes;los trabajadores del vidrio inauguran Huerta Grande y los ferroviarios sus 100 hectáreas en Alta Gracia,mientras que los metalúrgicos promueven el hotel El Peñón en Valle Hermoso.
Durante la presidencia del general Justo se habían producido los primeros ensayos institucionales tendientes al turismo,con la creación de la Dirección de Parques Nacionales,otorgando prioridad al Parque Nacional del Sud en la Patagonia,en la zona aledaña al lago Nahuel Huapí y al Parque Nacional Iguazú,alrededor de las cataratas del río Iguazú.La institucionalización de Parques Nacionales acompañó una tendencia internacional proclive a la defensa,conservación y fomento de las reservas naturales, caracterizadas por su belleza y riqueza autóctona,convertidas en polos modernizadores.Gracias a las gestiones del primer Director,Ezequiel Bustillo, a ciudad sureña de Bariloche adquiere,en muy pocos años,un notable crecimiento.Su hermano,el arquitecto Alejandro Bustillo,participa en el diseño de la iglesia y como del Hotel LLao-LLao que,junto al Hotel Provincial de Mar del Plata,formaron parte de los escasos hospedajes estatales en la Argentina.En 1934,con la llegada del Ferrocarril del Sud,son 1500 los turistas que conocen Bariloche;para 1948,el número trepará, aproximadamente,a 38.000 viajeros.En los años peronistas estas áreas adquirirán la categoría de “monumentos históricos”.Como ya hemos señalado,la propaganda oficial insistía en que,para fomentar el nacionalismo y la identidad nacional,no sólo era necesario conocer nuestra historia sino también la geografía de la Nación.El gobierno nacional,además de extender la jurisdicción de los parques (anexa,por el Decreto 9504/45,Lanin,Los Alerces,Laguna Blanca,Perito Moreno,Los Glaciares y la Reserva Nacional Copahué),expropia miles de hectáreas con fines recreacionales (entre otros,las adyacencias del lago Nahuel Huapí,Chapadmalal,Sierra de los Padres y el Parque Pereyra Iraola y la cordobesa Río III).Algo similar,aunque en menor grado,sucedió en el otro extremo del país,las tierras mesopotámicas con sus dos atractivos centrales: las ruinas jesuíticas de San Ignacio y las cataratas del Iguazú.La provincia más poblada en la época colonial presentaba en este siglo la fisonomía de tierras de aventuras, privilegiada por expediciones de científicos y naturalistas que exploraban sus riquezas naturales.Recién en los treinta se comienza a trabajar en las ruinas de las Misiones Jesuíticas totalmente cubiertas por la selva;también aquí es contratado Alejandro Bustillo para un proyecto del Puerto Aguirre (ex Puerto Iguazú) y la modernización el viejo Hotel Cataratas.Las “Memorias” de Parques Nacionales registran,en 1936,la llegada de 1356 visitantes.En los años siguientes se mejora el trazado de la ruta 12 que conectaba Iguazú con Posadas y, con la edificación del Hotel Iguazú en 1949 y puesto a disposición de los planes de turismo social,se ensancharon las posibilidades de arribo a estos distantes lugares.
Del mismo modo,los Andes centrales,entre Mendoza y la línea de frontera con Chile,se presentan como otro territorio privilegiado para el turismo.Un paisaje delineado por ríos torrentosos,cordilleras nevadas y aguas termales.El interés en los aspectos curativos de sus aguas hizo que muy tempranamente los viajeros gustaran de las aguas termales y los baños benéficos que, con la llegada del Ferrocarril,adoptó la fisonomía de ámbitos de salud y placer.De esta forma,nacen los centros termales Cacheuta y Puente del Inca,edificándose hoteles de elite,como resultado de estímulos de las empresas ferrocarrileras británicas que, al llegar el peronismo al poder y ser nacionalizadas,pasan a depender del estado. Algunos son comprados por los gremios y otros administrados por la FEP. Estos emprendimientos produjeron un notable aumento de visitantes a estos lugares de alta montaña, llegando a alrededor de ciento cincuenta mil.En el lenguaje argentino,turismo no es sinónimo de privilegio, argumentaba Continente en 1953.El conjunto de estas iniciativas configuraron un nuevo escenario en materia vacacional desplegado con un gran montaje publicitario en el que se echó mano de las modernas formas de propaganda.El cine,uno de los esparcimientos más accesibles,baratos y cómodos,constituyó uno de ellas.
La propaganda del turismo popular comenzó a poblar los noticieros oficiales que hicieron época: Sucesos Argentinos,Noticiero Panamericano yel Noticiero Bonaerense,semanarios con notas de actualidad que resaltaban las actividades oficiales y las culturales y deportivas. Para mostrar las bellezas naturales de diversos lugares del territorio bonaerense se filmaron tres películas en color tituladas MAR DEL PLATA, Cruz del Sur y Lagunas y Sierras.La primera resumía una jornada estival en Mar del Plata,desde el amanecer,cuando zarpan los pescadores,hasta el inicio de las diversiones nocturnas,pasando por imágenes de la vida en las playas colmadas de gente ávida de sol y arena.
Los 112 partidos del territorio bonaerense estuvieron recorridos por el Tren Cinematográfico en un programa de “Giras de Difusión Cinematográfica”,que visitaba las ciudades y pueblos emplazados a lo largo de las líneas férreas.En un vagón convertido en sala de cine, l Coche Salón Cinematográfico, eran presentados espectáculos muy concurridos por las familias y contingentes escolares.En ellos eran difundidos motivos de las efemérides patrias,con la incorporación del 17 de octubre y el 1º de mayo,junto a la explicación y difusión de reivindicaciones y acciones del gobierno peronista. En momentos previos a las proyecciones se realizaba una breve exposición que resumía las imágenes con la distribución de folletos y bibliografía.También es inaugurado,como parte de los festejos del Año del Libertador Gral. San Martín,el Salón Radio-Cinematográfico en el piso de Deportes del Casino de MAR DEL PLATA,en el que comienza a funcionar un programa gratuito de proyección de películas y noticieros que atrajo la aceptación y concurrencia del público.
Muchas veces en diversos estudios centrados en esta etapa,nos preguntamos acerca de las ideas,los proyectos y los deseos de la sociedad respecto al turismo.¿Cuál fue la recepción de estas políticas? En un reciente estudio analizamos su impacto y recepción mediante una fuente privilegiada: el fondo documental constituido por cartas, documentos,dibujos y fotos denominado Secretaría Técnica.Primera y Segunda Presidencia del General Juan Domingo Perón (1946–1955),que resume las respuestas del pueblo a la convocatoria del Estado por el Segundo Plan Quinquenal.En 1951,el gobierno realizó un llamado público a los individuos e instituciones para que presentaran pedidos y propuestas,con la promesa de que,una vez estudiados y analizados, fueran incluidos en el II Plan Quinquenal, todavía en elaboración. La convocatoria recogió una gran cantidad de cartas estimadas en unas 19.000 carpetas.Si bien la mayor parte de las demandas no fue incorporada (lo que no impidió que cada pedido tuviera su respectiva respuesta),lo relevante fue la expectativa y el impacto que la consulta popular generó.La riqueza de la fuente permite encontrar un número de expedientes cuya lectura facilita seguir una suerte de diálogo entre aquellos que enviaban una propuesta y el gobierno.Unas provenían de individuos aislados,profesionales de clase media interesados en el turismo internacional. Otros, individuos e instituciones,de las provincias más ricas y urbanizadas del país que solicitaban mejoras puntuales y propuestas de lugares de veraneo.Restaban muy pocos que peticionaban en nombre de los sectores obreros.Posiblemente,quienes estaban en mejores condiciones de enviar sus proyectos fueron los que tenían mayores oportunidades de beneficiarse con las políticas de democratización del bienestar,en general las clases medias urbanas.Sin embargo,el programa social de las vacaciones populares produjo un gran impacto y significación social en la memoria colectiva de la sociedad argentina, en especial en las clases trabajadoras, que lo percibieron como una frontera epocal un antes y un después,en relación con la problemática de la democratización del ocio y el acceso al tiempo libre.
Hasta ahora hemos limitado nuestra aproximación a la problemática con una pregunta clave en la historiografía en general y,en particular,en la del peronismo: el antes y el después, as continuidades y las rupturas.Este estudio permite reflexionar,una vez más,acerca de otros aspectos del problema,asociados a la percepción y a la constitución del imaginario social en torno a las políticas analizadas y no solamente referidas al caso de los destinatarios explícitos sino la sociedad en su conjunto.En esta perspectiva,para pensar el significado social del peronismo,intervienen variables intangibles,difíciles de cuantificar: el orgullo,la dignidad,el respeto,el “ser alguien”.En la percepción de los trabajadores,como también en las clases medias -y aquí seguimos a Stedman Jones en su análisis de la cultura de la clase obrera inglesa- es claro el contraste entre el hoy y el ayer.El ayer se valora como sombrío; el hoy abre las posibilidades de conocer el mar,las sierras y pasar por la experiencia del viaje,lo cual además del conocimiento de nuevos espacios e individuos,conjuga sentimientos y emociones desconocidas. Experiencias relacionadas con la subjetividad del individuo que exceden el campo específicamente laboral,incorporando el placer, el contacto con la naturaleza y la distancia y objetividad respecto de lo cotidiano. Estos hechos son los que penetraron en la percepción y configuraron esa memoria colectiva de los trabajadores. La conquista de MAR DEL PLATA y la obtención de las reivindicaciones sociales recreacionales conformaron un proceso similar a muchos otros que han sido visualizados como logros del peronismo que también originaron fuertes rechazos y tensiones al impactar intensamente en el imaginario político del anti-peronismo.Las construcciones peronistas –en un sentido amplio- generaron espanto en unos y nostalgia por un mundo pasado mejoren otros. (fuente: Nuevo Mundo-Elisa Pastoriza,y otros)
Amigos: soy nacido en Mar del Plata hace 62 años. Mi abuelo era Alberto Notrica, un griego que organizaba fiestas y banquetes. Fue el encargado de inaugurar el Club Pueyrredon, La Municipalidad de Mar del Plata, el bristol hotel. Le decian “Pajarito” Notrica, y fue durante muchos años el dueño del Bar Pajarito de Playa Grande. Fallecido mi abuelo, mi abuela Juana Wraage de Notrica tuvo su negocio de Alquiler de vajilla para Fiestas en belgrano 3263, entre Independencia y Salta. Cuantos Recuerdos