Prof. Julián Menozzi. Su foto me sirve para hacer comentario al no pensar que beneficio trae. Estamos viendo a nuestra izquierda el saladero y hoy dia donde estan las piedras el paseo Davila, a mi criterio haber destruido este lugar que ofrecia una vista muy linda no tiene perdón, igual que el paseo Jesús de Galindez, este paseo ya tenía una calle paralela al Boulevar que es lo que tendrian que haber respetado. Los españoles la llamaron la Costa Galana Atte. José Albeto Lago.
Podemos leer en mi comentario de la foto n°9690,también enviada por el Prof. Julián Daniel Mendozzi:
“La talentosa artista,señora Leonie Matthis:
es una señora francesa muy encariñada con las cosas de la tradición argentina,que ha realizado entre nosotros una basta producción artística,digna del mayor aplauso,no solo con la calidad de su pintura,sino que también por el caráctrer de la misma,que lo es netamente colonial.Dentro de esta clasificación,en la pintura nacional,su pincel,de rico colorido y de trazo delicado,ocupa el primer puesto.Inútil será buscar el nombre de ningún pintor que haya superado,en estos motivos de nuestra pintura a la Sra. Matthis;esos temas en el pincel de la nombrada artista,cobran un fuerte sabor de reja antigua,de abandonados patios solitarios,de olvidados caseríos,de místicos rincones religiosos,donde,en cada puerta herrumbada por los años,golpea todavía,con eco sonoro,el excesivo aldabón de cabeza de tigre o de dragón estilizado…Bien estudiados y bien observados han sido todos esos motivos,con alma de verdadero artista y con curiosidad evidente,para que no se pueda descubrir en ellos,el menor rasgo inverosímil o el mas insignificante detalle contraditrorio.La época está allí palpitante y al desnudo.Y nada,de esa época romántica,está ausente.Si los extranjeros que vienen a nuestro país en calidad de turistas,quisiesen conocer,sin molestarse a visitar lugares lejanos,la vida y las cosas del colionaje -que es sin duda,lo mas interesente del pasado tradicional argentino- habría de bastarles con una visita a la colección copiosa y variadísima que posee su autora.Todos los que hemos sabido identificarnos con esas cosas y las amamos sinceramente,porque la sentimos como parte integrante de la nacionalidad como algo de la emoción que encierra nuestros mas caros símbolos patrióticos y tradicionales,al contemplar los cuadros de la Señora Matthis,volvemos a vivir un momento aquel pasado pintoresco,aquella poesía emocional y sencilla;de las viejas rejas entrelazadas por las enredaderas y alegradas por las errantes serenatas nocturnas.El zorzal prisionero en la jaula…los jazmines fragantes…las gallinitas de heterogéneo plumaje…el manso perro guardián tendido en la puerta…el aburrido y agobiado caballo de ir al pueblo…Todo,todo está allí.Pero digamos,en acto de justicia,que la Señora Matthis no ha encontrado en el camino esas cosas sino que las ha buscado empeñosamente.Ella sabía que esos motivos estaban,con mayor abundancia y emoción,en el norte argentino.Y allí se fue.Allí vivió,respiró esa vida de montaña profunda de libre cóndor de despejados horizontes maravillosos…..
En la sala Witcomb de la Rambla de Mar del Plata, hubo una exposición de la señora Matthis el 1 de febrero de 1917 ( en el año 1916 hubo otra también en el mismo salón). La mayoría de la obras eran sobre Mar del Plata.
En un artículo que habla sobre el acontecimiento se explica: “En la exposición que inauguró en el Salón de Witcomb en la rambla de Mar del Plata, el día 1 del mes en curso, tiene expuestas la señora Matthis 50 aguas fuertes y puntas secas y 6 témperas y gouache, habiendo merecido todas ellas los más elogiosos comentarios de cuantos entendidos las han podido apreciar.
Casi todas las obras de la hermosa colección pertenecen al aristocrático balneario, que la autora ha interpretado con espíritu propio, bajo diversas fases y aspectos, con inconfundible originalidad.”
Posiblemente la obra “Las piedras” pertenezca a esta exposición.
Dentro de la nota no aparece la fotografía, pero sí hay una foto de Lèonie Matthis pintando en un playa marplatense, que ya envié a Fotos de familia.
Sr. José Alberto, a mi entender la foto esta tomada pasando el Torreón, al fondo vemos construcciones de la Playa de los Ingleses, las podemos ver en la excelente foto por Ud. enviada hace años, foto (1801) y foto (5624), en la foto (8124) hace referencia de este lugar.
-Una Exposición de Leonie Matthis-
Con el conjunto que exhibe Leonie Matthis en las salas de Muller,se cumple la 25 muestra que realiza,entre nosotros,de motivos nacionales, es decir,sus bodas de plata,de la sencilla y mansa evocación de la fisonomía de nuestra tierra.Nacida en Francia y esposa del conocido pintor don Francisco Villar,malgrado sus preocupaciones artísticas y sus deberes profesionales en el ejercicio intenso de la enseñanza,ha formado un hogar argentino,verdadero ejemplo de ternura y dignidad.Bellos son los aspectos de la vida de madama Matthis,porque fuera de los deberes que corresponden a su línea admirable de conducta,como señora y como madre,desarrolló una actividad verdaderamente asombrosa,compartida en la preparación severa y consciente de innumerables alumnos y en el cariño de realizar una obra,que le ha valido la consideración más profunda por la rara pureza de su concepto.La figura,la naturaleza muerta,lienzos de composición o el paisaje,todo lo trató Leonie Matthis.El óleo,el grabado y particularmente la “gouache”,no tuvieron secretos para esta pintora,a quien se reconoció oficialmente,por fin,al concederle en 1919,los señores jurados del Salón Nacional de Bellas Artes,el premio único para extranjeros,contradictorio,si se quiere,en este caso,porque pese a la gracia del acento originario,es perfectamente criolla,aunque no olvide ni por un instante el aire viejo y glorioso de la Lutecia heroica.
Lástima grande -decimos de paso- que el articulado del nuevo reglamento borre una disposición de amistad,que era como una cordial mano extendida para todos aquellos que trabajan a nuestro lado por el engrandecimiento espiritual de la patria.La muestra que nos ofrece madama Matthis,es síntesis de su labor,que representa diversos instantes de la fervorosa y continuada expresión de sus emociones.Breve es el recuerdo de la iglesia de Bar-sur-Seine,pero amorosamente traído como preámbulo que inicia la ruta larga,de ese cuarto de siglo que permaneció en Buenos Aires.Por allí,también España,como si deseara unir en dos notas el alma nativa con un rincón armonioso del país de su compañero.Luego,su fervorosa fe en la nacionalidad que adoptó a su corazón y vio crecer a sus niños… una parte está dedicada a la hosca quebrada de Humahuaca,que,en el silencio, parece mantener aún la feroz rebeldía de los antiguos señores de América.Cielos movidos y luminosos,arcaicos e hispanas arquitecturas en las callejas trepadoras de Tilcara.Pintura limpia y humilde,como los argumentos milenarios que se evocan,que muestra envejecido el rostro de los lejanos conquistadores o parece reanimar en las iglesias la serena sonrisa de los virtuosos “hábitos largos”,que predicaban bondades y virtudes alzando una cruz de palo,con la humildad de un fray Mamerto.Y después,”evocaciones”,prosiguiendo el camino que otros -como Alonso- trazaron,para retrotraernos a la plácida vida de la Gran aldea,como entrañable manifestación de su afecto,para un pasado en que se iniciaba el orgullo de existir en un grande y progresista pueblo.Surge la Catedral,en los comienzos del siglo XVIII,y la Real Casa de Tabacos,en sus postrimerías,conjuntamente con la escena religiosa,de intenso y primitivo carácter.Una salida de misa;la corrida de toros;la casa de la Virreina o la de Azcuénaga.Vibración de cosas idas en la bruma de la distancia.Malvas de olor que se fueron,despacito,con el tiempo.Honor hispano y altivez argentina,que se ligaron en la sangre para dejarnos la herencia preciosa que debemos mantener para el futuro.
(Ricardo Gutiérrez/3-6-1933/Caras y Caretas)
Prof. Julián Menozzi. Su foto me sirve para hacer comentario al no pensar que beneficio trae. Estamos viendo a nuestra izquierda el saladero y hoy dia donde estan las piedras el paseo Davila, a mi criterio haber destruido este lugar que ofrecia una vista muy linda no tiene perdón, igual que el paseo Jesús de Galindez, este paseo ya tenía una calle paralela al Boulevar que es lo que tendrian que haber respetado. Los españoles la llamaron la Costa Galana Atte. José Albeto Lago.
Podemos leer en mi comentario de la foto n°9690,también enviada por el Prof. Julián Daniel Mendozzi:
“La talentosa artista,señora Leonie Matthis:
es una señora francesa muy encariñada con las cosas de la tradición argentina,que ha realizado entre nosotros una basta producción artística,digna del mayor aplauso,no solo con la calidad de su pintura,sino que también por el caráctrer de la misma,que lo es netamente colonial.Dentro de esta clasificación,en la pintura nacional,su pincel,de rico colorido y de trazo delicado,ocupa el primer puesto.Inútil será buscar el nombre de ningún pintor que haya superado,en estos motivos de nuestra pintura a la Sra. Matthis;esos temas en el pincel de la nombrada artista,cobran un fuerte sabor de reja antigua,de abandonados patios solitarios,de olvidados caseríos,de místicos rincones religiosos,donde,en cada puerta herrumbada por los años,golpea todavía,con eco sonoro,el excesivo aldabón de cabeza de tigre o de dragón estilizado…Bien estudiados y bien observados han sido todos esos motivos,con alma de verdadero artista y con curiosidad evidente,para que no se pueda descubrir en ellos,el menor rasgo inverosímil o el mas insignificante detalle contraditrorio.La época está allí palpitante y al desnudo.Y nada,de esa época romántica,está ausente.Si los extranjeros que vienen a nuestro país en calidad de turistas,quisiesen conocer,sin molestarse a visitar lugares lejanos,la vida y las cosas del colionaje -que es sin duda,lo mas interesente del pasado tradicional argentino- habría de bastarles con una visita a la colección copiosa y variadísima que posee su autora.Todos los que hemos sabido identificarnos con esas cosas y las amamos sinceramente,porque la sentimos como parte integrante de la nacionalidad como algo de la emoción que encierra nuestros mas caros símbolos patrióticos y tradicionales,al contemplar los cuadros de la Señora Matthis,volvemos a vivir un momento aquel pasado pintoresco,aquella poesía emocional y sencilla;de las viejas rejas entrelazadas por las enredaderas y alegradas por las errantes serenatas nocturnas.El zorzal prisionero en la jaula…los jazmines fragantes…las gallinitas de heterogéneo plumaje…el manso perro guardián tendido en la puerta…el aburrido y agobiado caballo de ir al pueblo…Todo,todo está allí.Pero digamos,en acto de justicia,que la Señora Matthis no ha encontrado en el camino esas cosas sino que las ha buscado empeñosamente.Ella sabía que esos motivos estaban,con mayor abundancia y emoción,en el norte argentino.Y allí se fue.Allí vivió,respiró esa vida de montaña profunda de libre cóndor de despejados horizontes maravillosos…..
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/9690
Podemos agregar otras obras de Leonie Matthis,en las fotos 10594;9689 y 9688,enviadas por el Prof. Julián D. Mendozzi
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/10594
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/9689
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/9688
En los números 9686/87,podemos ver también obras de Leonie Matthis,fotos enviadas por el Prof. Julián D. Mendozzi:
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/9687
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/9686
En la sala Witcomb de la Rambla de Mar del Plata, hubo una exposición de la señora Matthis el 1 de febrero de 1917 ( en el año 1916 hubo otra también en el mismo salón). La mayoría de la obras eran sobre Mar del Plata.
En un artículo que habla sobre el acontecimiento se explica: “En la exposición que inauguró en el Salón de Witcomb en la rambla de Mar del Plata, el día 1 del mes en curso, tiene expuestas la señora Matthis 50 aguas fuertes y puntas secas y 6 témperas y gouache, habiendo merecido todas ellas los más elogiosos comentarios de cuantos entendidos las han podido apreciar.
Casi todas las obras de la hermosa colección pertenecen al aristocrático balneario, que la autora ha interpretado con espíritu propio, bajo diversas fases y aspectos, con inconfundible originalidad.”
Posiblemente la obra “Las piedras” pertenezca a esta exposición.
Dentro de la nota no aparece la fotografía, pero sí hay una foto de Lèonie Matthis pintando en un playa marplatense, que ya envié a Fotos de familia.
Sr. José Alberto, a mi entender la foto esta tomada pasando el Torreón, al fondo vemos construcciones de la Playa de los Ingleses, las podemos ver en la excelente foto por Ud. enviada hace años, foto (1801) y foto (5624), en la foto (8124) hace referencia de este lugar.
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/1801
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/5624
http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/8124
Atte.: Enrique Mario Palacio
-Una Exposición de Leonie Matthis-
Con el conjunto que exhibe Leonie Matthis en las salas de Muller,se cumple la 25 muestra que realiza,entre nosotros,de motivos nacionales, es decir,sus bodas de plata,de la sencilla y mansa evocación de la fisonomía de nuestra tierra.Nacida en Francia y esposa del conocido pintor don Francisco Villar,malgrado sus preocupaciones artísticas y sus deberes profesionales en el ejercicio intenso de la enseñanza,ha formado un hogar argentino,verdadero ejemplo de ternura y dignidad.Bellos son los aspectos de la vida de madama Matthis,porque fuera de los deberes que corresponden a su línea admirable de conducta,como señora y como madre,desarrolló una actividad verdaderamente asombrosa,compartida en la preparación severa y consciente de innumerables alumnos y en el cariño de realizar una obra,que le ha valido la consideración más profunda por la rara pureza de su concepto.La figura,la naturaleza muerta,lienzos de composición o el paisaje,todo lo trató Leonie Matthis.El óleo,el grabado y particularmente la “gouache”,no tuvieron secretos para esta pintora,a quien se reconoció oficialmente,por fin,al concederle en 1919,los señores jurados del Salón Nacional de Bellas Artes,el premio único para extranjeros,contradictorio,si se quiere,en este caso,porque pese a la gracia del acento originario,es perfectamente criolla,aunque no olvide ni por un instante el aire viejo y glorioso de la Lutecia heroica.
Lástima grande -decimos de paso- que el articulado del nuevo reglamento borre una disposición de amistad,que era como una cordial mano extendida para todos aquellos que trabajan a nuestro lado por el engrandecimiento espiritual de la patria.La muestra que nos ofrece madama Matthis,es síntesis de su labor,que representa diversos instantes de la fervorosa y continuada expresión de sus emociones.Breve es el recuerdo de la iglesia de Bar-sur-Seine,pero amorosamente traído como preámbulo que inicia la ruta larga,de ese cuarto de siglo que permaneció en Buenos Aires.Por allí,también España,como si deseara unir en dos notas el alma nativa con un rincón armonioso del país de su compañero.Luego,su fervorosa fe en la nacionalidad que adoptó a su corazón y vio crecer a sus niños… una parte está dedicada a la hosca quebrada de Humahuaca,que,en el silencio, parece mantener aún la feroz rebeldía de los antiguos señores de América.Cielos movidos y luminosos,arcaicos e hispanas arquitecturas en las callejas trepadoras de Tilcara.Pintura limpia y humilde,como los argumentos milenarios que se evocan,que muestra envejecido el rostro de los lejanos conquistadores o parece reanimar en las iglesias la serena sonrisa de los virtuosos “hábitos largos”,que predicaban bondades y virtudes alzando una cruz de palo,con la humildad de un fray Mamerto.Y después,”evocaciones”,prosiguiendo el camino que otros -como Alonso- trazaron,para retrotraernos a la plácida vida de la Gran aldea,como entrañable manifestación de su afecto,para un pasado en que se iniciaba el orgullo de existir en un grande y progresista pueblo.Surge la Catedral,en los comienzos del siglo XVIII,y la Real Casa de Tabacos,en sus postrimerías,conjuntamente con la escena religiosa,de intenso y primitivo carácter.Una salida de misa;la corrida de toros;la casa de la Virreina o la de Azcuénaga.Vibración de cosas idas en la bruma de la distancia.Malvas de olor que se fueron,despacito,con el tiempo.Honor hispano y altivez argentina,que se ligaron en la sangre para dejarnos la herencia preciosa que debemos mantener para el futuro.
(Ricardo Gutiérrez/3-6-1933/Caras y Caretas)