Una de las voces más influyentes de la canción actual, aborda el repertorio de su álbum debut "Mi primer día triste”, publicado en diciembre de 2020, y que el 22 de mayo la llevará a celebrar sus 25 años en el porteño Gran Rex.
La compositora y cantante Zoe Gotusso, una de las voces más influyentes de la canción actual inició un nuevo tramo del “Ganas Tour” con el que seguirá abordando el repertorio de su álbum debut “Mi primer día triste”, publicado en diciembre de 2020, y que el 22 de mayo la llevará a celebrar sus 25 años en el teatro porteño Gran Rex.
“Lo del Gran Rex es algo que ‘intencioné’ y deseé y después me lo regalaron como una sorpresa y me pareció espectacular aunque me dio mucho miedo también porque no quiero quemar etapas ni inflar un globo pero, a la vez, soy adicta a la experiencia”, repasa Zoe durante una entrevista con Télam.
Sentada en el cordón de la vereda de un pasaje del barrio porteño de Palermo, la artista que irrumpió como parte del dúo Salvapantallas (que compartía con Santi Celli), Gotusso visita la gira que tiene por delante y el cumpleaños que festejará en el importante teatro del centro porteño. “Es normal sentir miedo -desliza- y cada vez que sentís miedo, crecés. Ahora lo estoy disfrutando y después del Rex voy a tener un Rex y yo quiero envejecer, ir atravesando etapas en edades en las que van a pasar cosas. Amo la sabiduría y espero que seré más sabia”.
Con su primer disco en solitario bajo producción del reconocido músico uruguayo Juan Campodónico, Gotusso expandió el impacto de su presencia gracias a un cancionero que allí registró bajo los títulos de “Ganas”, “Cuarto creciente”, “Desnuda”, dos versiones de “María”, “Mi primer día triste”, “La culpa”, “El cuerpo”, “Ya” y hasta una versión de “Amándote”, clásico de Jaime Ross.
Con ese repertorio como base, encara el “Ganas Tour” que inició en la Plaza de la Música de Córdoba para continuar en Sala de las Artes de Rosario y Tribus de Santa Fe.
Las tres paradas de mayo serán la cumpleañera del 22 en el Gran Rex y dos viajes a Uruguay y Chile para respectivamente actuar en La Trastienda de Montevideo (el 26) y en el Teatro C de Santiago (el 28), antes de recorrer varias ciudades de Latinoamérica, tocar en Estados Unidos y España y cerrar la gira a mediados de agosto nuevamente en el país.
– ¿Qué significa festejar tu cumpleaños en un recital que, además, marcará tu primer teatro Gran Rex?
– Mi mamá me hizo siete cumpleaños sorpresa porque no me animaba a invitar y ahora tengo que animarme a convocar. Es la primera vez que estoy haciendo una convocatoria tan grande y nunca armo una fiesta, pero que sea un recital es una manera de alivianarlo y compartirlo, es mi manera de auto-regalarme algo y me alquilé el Rex.
– ¿Qué relación tenés con una sala por donde pasaron y pasan artistas de gran calibre?
– Estoy como haciéndome amiga del lugar. El otro día fui de curiosa, me lo abrieron para mí al mediodía y es hermoso también sin gente. Y hace unos viernes atrás fui como espectadora a escuchar a Toquinho.
– ¿Esta gira pasando por lugares tan importantes te ubica como una suerte de referencia de la canción en momentos donde hay otros géneros en boga?
– Todo va y vuelve y hay un montón de cancioneros. Pasa que hoy se me ha dado un poco de lugar y tengo un par de ojitos mirándome. Las modas, las tendencias, las músicas, van cambiando. Hay mucha gente que está en la búsqueda cantautora pero en la tendencia actual es muy fuerte la urbana y eso hace que pongan la oreja en mí de rebote y como inercia. Pero yo estoy acá, hago lo mío y soy una pionera en sostener que las cosas pegan la vuelta.
– De todas maneras, seguís aferrada a ese formato tan bien plasmado en “Mi primer día triste”…
– Le exigí mucho al disco pero sigo hablando de él y por eso me quedé y confío en los procesos largos como soy yo misma y soy mi música, así que vamos lento y lo saboreamos o lo saboreamos. Es que cuando hago una canción se trata del mensaje y no importa cómo la haga, si con una banda de 500 personas, a capella o para ponerla en una cajita musical. Y supongo que hay temas como “María” o “Ganas” que los voy a tocar toda la vida.
– ¿Y cómo espiás ese “toda la vida” pensando en un próximo disco?
– Quiero que cada canción sea un mundito solo y poder profundizar más ese contraste entre cada canción. Los artistas tenemos momentos de claridad y todo se alinea y en esa claridad pido un disco que te haga como un sube y baja porque las cosas funcionan por contraste y yo soy un contraste, me siento un contraste. En los festivales cuando toco sola con la guitarra es un contraste y le ponen “acústico”, algo frente a lo que antes me quejaba pero la gente hace silencio y es una muestra de mucho respeto desnudar la canción a lo máximo posible y recuperar el oído.
– ¿Ese es el espíritu que primará en esta gira?
– Nunca sé nada y por eso supongo que digo que estoy cada vez improvisando más y eso me salva. Improviso con los conciertos; primero lo hice con una banda grande con cuerdas con todo, luego más sola con un guitarrista e invitando gente para que improvisemos juntos y nunca sé lo que va a pasar y eso es lo lindo de la vida. Me encuentro tocando hace unos meses el “Ganas Tour” que ahora se renueva porque aprendí mucho a jugar con la gente, a compartir el escenario, a que me puedo divertir y me amigué con el error y el error invita al juego y a animarme, puedo cantar a capella, desaparecer del escenario y aparecer en cualquier lugar.
– ¿Y qué significa que esta recorrida comience en Córdoba?
– Uno de los más lindos sabores los siento en Córdoba, porque tiene el sabor de un hogar, de la comida que cocinaba mi madre, el sabor familiar, de pandilla. Me siento acompañada y sigo abrazada y juego para el equipo, algo que es muy especial para mí y por eso abro la gira ahí porque me van a recibir con amor.
Télam.