"Buscaremos la manera de armar un buen equipo para poder disfrutar el paso en primera", sostuvo el técnico que hace de lo colectivo un culto. El crecimiento de Elías Torres, los cambios a lo largo de la temporada, el análisis del partido contra San Martín, su deseo de quedarse y lo que cambiaría la cancha propia en un extenso mano a mano con LA CAPITAL.
por Víctor Molinero
Fotos: Diego Romero
La forma en la que su Aldosivi se consagró campeón trascendió los límites de Mar del Plata. A la prensa nacional le impactó la superioridad que el equipo marplatense demostró frente a un San Martín tucumano que aparecía como el gran “cuco” de la categoría. Entonces los reflectores comenzaron a apuntar a un equipo que había realizado un trabajo silencioso durante todo el año. Que supo surfear altibajos para sostenerse siempre a tiro de la pelea y explotar en su mejor versión en el momento indicado, cuando en juego había nada menos que un título y un ascenso a primera división.
No es extraño pensar entonces que al entrenador de este Aldosivi campeón le lleguen varias ofertas de trabajo. De los equipos importantes de la Primera Nacional pero también del extranjero. Sin embargo, Andrés Yllana parece tener claro que quiere tener su primera experiencia dirigiendo en la elite del fútbol campeón del mundo con Aldosivi. Y no sólo por el crecimiento profesional. Una situación traumática que le tocó vivir trabajando en el exterior, durante la pandemia, lo hizo cambiar ciertas prioridades.
“Cuando trabajaba con Mauro (Camoranesi) en Eslovenia (dirigiendo al Maribor), fuimos a hacer una pretemporada a Turquía para jugar amistosos. Ahí me agarró covid y estuve internado 25 días. Perdí 19 kilos y casi me muero. En un momento el plantel se volvió a Eslovenia y me quedé ahí. Estuvieron a punto de intubarme. Estaba en la habitación y pensaba ‘¿qué hago yo acá?’. Ahí le dije a Mauro que me volvía a Argentina y empecé a trabajar en San Carlos, que estaba en la B Metropolitana y era el club que tenía ahí nomás de casa”, cuenta sobre su última experiencia en el extranjero. Antes había dirigido al Unión San Felipe de Chile.
De regreso a Argentina, tras San Carlos, llegó la posibilidad de dirigir Primera Nacional con Guillermo Brown de Puerto Madryn (2022), tuvo un fugaz paso por San Martín de San Juan y en 2023 redondeó una buena campaña con Deportivo Madryn.
Fue entonces cuando la dirigencia de Aldosivi volvió a pensar en Yllana, el que había tenido su primera experiencia como entrenador profesional en el club portuense en 2011. El recuerdo para los hinchas no era bueno. Los resultados no lo habían acompañado en aquel primer paso. Y por eso se lo miró de reojo.
Hoy la situación es bien distinta. Yllana se supo ganar el respeto del hincha de Aldosivi. Y como la dirigencia portuense busca que siga, todo está dado para que más pronto que tarde se llegue a un acuerdo para prolongar un contrato que vence a fin de este año.
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Cientos de gaviotas revolotean en la cancha 1 del predio que Aldosivi tiene junto al complejo de Punta Mogotes. Allí donde muy probablemente en poco tiempo se levante el estadio para jugar también profesionalmente. En uno de los bancos de suplentes de ese campo que hoy en día el plantel utiliza para entrenar, Andrés Yllana se presta para el diálogo con LA CAPITAL. Para hablar de lo que fue un año que terminó con el ascenso de Aldosivi al ganarle el domingo, en Rosario, la gran final a San Martín de Tucumán.
“El equipo dio mucha tranquilidad hasta en la semana previa al partido. Lo noté con mucha seguridad y nosotros tuvimos que intervenir muy poco en la semana. Desde lo anímico y psicológico digo. Se lo notó muy seguro al equipo, confiado. Armamos un plan de juego como hacemos siempre, sin cambiar demasiado lo que nosotros siempre hicimos, adaptando un poquito al rival. Se sintieron cómodos con eso y en el partido lo demostraron. La verdad que fue uno de los partidos en los que menos indicaciones tuve que dar en el año” asegura un entrenador que vive a mil por hora cada partido. Ese Yllana que despliega toda su intensidad para dirigir y protestarle a cada uno de los integrantes de la cuaterna arbitral, contrasta con este que, sereno, se brinda a una extensa charla con este medio.
– Decías que tuviste que dar pocas indicaciones el domingo. Fue probablemente el mejor partido del año del equipo y en el momento más importante…
– El marco, el rival, la instancia… hizo que tuviera más atención de mucha más gente pero el equipo hizo partidos muy buenos en el año.
– Pero este era contra el “cuco”…
– Claro que el marco y el rival hace que tenga muchísimo más valor. Y es el momento. Porque son los primeros 20 o 25 minutos en los que vos, con el plan de partido, podés hacer una diferencia. Porque después el rival adapta, cambia y nuestro equipo también tuvo eso de saber adaptarse a todo lo que fue proponiendo el rival. Y mantuvo la idea aún con esas pequeñas adaptaciones que tuvo que hacer para sostener el resultado.
– ¿En ese arranque viste a un San Martín sorprendido por el planteo de Aldosivi o con un exceso de confianza?
– No creo que San Martín haya tenido un exceso de confianza. Siempre digo que a veces no jugás como vos querés sino como el rival te deja. Creo que fue más virtud de nuestros chicos. Con la concentración con la que entraron a jugar, muy aplicados todos. Rápidamente lo pusieron en dificultad y nunca se sintió cómodo San Martín.
– Ese gol rápido de Laméndola, además, les hizo más cuesta arriba todo…
– Eso potencia todo. Da más convencimiento. Igual insisto en que yo los veía convencidos en la semana. En los trabajos de pelota parada. Cuando en la semana sale todo fácil es porque el grupo tiene un buen temple. El grupo fue creciendo mucho en personalidad. Teníamos tres o cuatro slogans que era lo que marcaba un poco la idea de lo que el grupo representa. La personalidad, el espíritu que siempre puso el equipo y jugar juntos. Si te fijás es un resumen de lo que hizo el equipo en el partido.
– Vimos una foto de un cartel que pegaste en el vestuario de Rosario con esas palabras, antes de la final…
– Claro. Un poco esa es la idea. Lo que identifica a este equipo. Es lo que intentamos mantener siempre y que por ahí en el momento en que uno atraviesa por alguna dificultad te reorganiza.. Son como las bases de la idea, del grupo y del equipo. Siempre estuvo el espíritu y el jugar juntos pero la personalidad fue creciendo partido a partido.
– La actitud del equipo nunca estuvo en discusión pero tuvo altibajos en cuanto a individualidades. Pero justo en los dos partidos finales todos rindieron individualmente en un nivel alto y parejo..
– En un torneo maratónico de 38 fechas es imposible que el jugador los juegue todos bien. Es normal que haya altibajos. Hubo que jugar un poco con los niveles de cada jugador pero eso también genera una competencia interna. El que estaba mejor jugaba. Por ahí tenías cinco o seis partidos de un jugador que estaba en buen nivel y, donde bajaba un poquito, el otro peleaba e intentaba volver a meterse. En los últimos dos partidos se vio más por el marco y la atención. En otros por ahí no se vio tanto porque fueron partidos más cerrados. Los últimos dos fueron más vistosos porque son rivales que te salen a jugar. Hubo partidos que el equipo jugó muy bien de acuerdo a lo que tenía que hacer. Porque hay rivales que no te entregan espacios. Entonces por ahí es más feo de ver pero el jugador cumple con su función.
– Es que esos partidos con sabor a final, en Mendoza, en cancha de un Defensores de Belgrano que venía en alza, estos dos últimos… parecía que le calzaban a medida a este Aldosivi…
– Los rivales que nos salían a jugar sufrían la velocidad de las transiciones de este equipo. Los que nos esperaban evitaban eso. Este equipo tiene transiciones muy rápidas y los que nos daban espacio lo sufrían.
– El equipo siempre mantuvo esas transiciones pero en varios pasajes le faltó mayor tenencia. Lo buscaste con la llegada de Valentín Larralde, se vio en algunos partidos pero no se consolidó esa idea…
– Tuvo su momento bueno. Después está también lo que necesita el equipo, la mano del cuerpo técnico para ver qué necesita el equipo. Nos dio mucho Larralde también. Es verdad que hubo un pasaje que el equipo tuvo mucho más posesión que al principio del torneo pero después la situación y los rivales nos llevaron otra vez a jugar con transiciones más rápidas. Pasamos por varios esquemas a lo largo del año. Arrancamos con un 4-4-2 cuando no teníamos la pelota. Cuando la tuvimos pasamos a un 3-4-3, después jugamos 4-3-3 y terminamos con un 4-4-2 en la final porque creímos que era el mejor esquema para poder ganarle a San Martín. Sin perder los principios de juego, que siempre fueron los mismos. El dibujo táctico es simplemente el punto de partida del equipo. Cuando tenés la pelota y cuando la tiene el rival.
– En los extremos del ataque fue donde más cambiaste. Jugaron Laméndola, Guzmán, Alonso y hasta Torres y Colazo se ubicaron allí en determinado momento…
– No podés poner y sacar jugadores todo el tiempo pero hay que ser justo y, si uno ve que otro está mejor, tiene que ponerlo. Vos le pedís al que está afuera que trabaje al 100% y si está mejor que el que está adentro en un momento y no lo ponés no estás siendo justo.
– En defensa fue otra historia porque los nombres se repitieron casi siempre de no ser por lesiones o suspensiones. ¿Cómo evaluás el trabajo defensivo a lo largo del año?
– El equipo fue muy sólido defensivamente. Pero no sólo para defender. Yo les insisto a que sean los que inician el juego también. Y lo hicieron muy bien. El equipo tenía pequeños cambios dependiendo por ahí de la característica del jugador. Las pequeñas variantes que tuvo el equipo en defensa era por la característica de cada jugador, buscando siempre que ellos estén cómodos.
– Ni bien terminada la final en Rosario, Elías Torres nos reconoció la importancia que tuviste para sostenerlo y cuidarlo en determinados momentos del año…
– Yo a los chicos que son del club siempre intenté inculcarles el tema de la competencia. Uno se tiene que ganar el puesto no porque el otro está mal sino porque uno está mejor. El lo entendió y la mayoría también. El otro día entró Morello 10 minutos y era una fiera. Los chicos del club son muy buenos técnicamente. Tienen grandes condiciones porque en inferiores acá se trabaja muy bien. Entienden mucho el juego. La alta competencia es eso: competir todo el tiempo con los compañeros. Elías lo entendió y bueno, a veces el entrenador también tiene que absorber alguna crítica si busca que un juvenil termine de consolidarse. Tiene que sostenerlo. Pero el mérito siempre es del jugador porque si juega mal por más que uno lo sostenga no pasa nada. Elías con sus condiciones y el empeño que le puso supo salir adelante.
– Terminó en un nivel altísimo…
– Terminó muy alto pero fue un proceso. Por ahí saber cuando tomarse un tiempo más para definir. Por más que yo le diga “tomate un tiempo más, no te apurés”, esas cosas las tiene que vivir él, hacer la experiencia. Y eso se lo dio la cantidad de partidos que jugó.
– Vos también tuviste un proceso como entrenador…
– Este torneo es dificilísimo, largo y acá se hizo un grandísimo trabajo. No mío. Del cuerpo técnico, los jugadores, los dirigentes, los empleados que trabajan en el club. Mirá que yo soy bastante intenso todos los días para el trabajo, no es fácil a veces bancarme. Y los empleados del club me bancaron, siempre estuvieron disponibles. Absolutamente todos siempre a disposición y tirando para adelante. Y en lo personal uno lógicamente va mejorando. Si no evoluciona se tiene que retirar. Ya tengo como más de 150 partidos en la categoría, también trabajé bastante afuera del país junto a Mauro Camoranesi.
– Nunca es fácil tener un porcentaje alto de efectividad cuando se hace una renovación tan grande de un plantel. Y ustedes este año, pese a no buscar tantos nombres fuertes como en el pasado reciente, tuvieron buenos resultados. ¿Cómo fue esa etapa del armado del plantel?
– Elegimos bien con los dirigentes. Tuvimos un buen scouting y eso es importante. Apuntamos a traer tres o cuatro jugadores importantes de la categoría, con jerarquía, con personalidad, y después trajimos un montón de chicos que tenían chances de crecer. La idea era no gastar un montón de plata sino traer jugadores a los que les veíamos características buenas y proyección para que, con el trabajo, crezcan. Creo que fue lo que pasó.
– Jugaste con Guardiola y dijiste que era como un entrenador dentro del campo, y fuiste dirigido por Bielsa, Griguol, Passarella. ¿Te referenciás en alguno de ellos para tu trabajo?
– Robo de todos, lo meto en la cabeza y termino haciendo mi propia metodología. Copiar y pegar es muy fácil para cualquiera. Yo miro, trato de aprender de todos pero las cosas las tomo, las elaboro y las trato de aplicar a mi manera. Vos tenés que tener claro lo que querés para después proponérselo a un grupo. Y tiene que ser propio, no puede ser copiado. Está muy de moda copiar y querer hacer ejercicios que hacía el Barcelola o el City.
– Ahora se te presenta tu primera oportunidad de dirigir en primera división aunque imagino que tenés otras ofertas ¿Te quedás a dirigir a Aldosivi en primera?
– Yo tengo muchas ganas de quedarme. Los dirigentes me han dicho que quieren lo mismo. Nos juntaremos a charlar. Estoy cómodo y es una linda posibilidad la que viene así que nos pondremos de acuerdo y buscaremos la manera de armar un buen equipo para poder disfrutar el paso en primera.
– En el plantel hay muchos jugadores que llegaron a préstamo, muchos contratos que se terminan ¿Se viene otro recambio importante?
– Hay que ver la situación de cada uno. Todavía es muy pronto. Hay que dejar que todos disfruten esto que se consiguió, tomarnos un tiempo todos, mirar bien, dejar que los dirigentes puedan armar su proyecto y a partir de ahí empezar a tomar decisiones. Habrá que hacer otro buen scouting e intentar que el grupo se mantenga porque es muy bueno. Pero después hay situaciones personales que hay que resolver. Hay muchos jugadores a préstamo. La intención es que el grupo no se desarme.
– Imagino que en este último tiempo escuchaste mucho sobre la cancha propia en el predio. ¿Se ilusionan con la chance de poder llegar a jugar acá?
– A nivel emocional te cambia del día a la noche. El hecho de poder jugar en tu casa, en tu lugar. Cambia absolutamente todo. Y desde lo deportivo también. Porque lo emocional es muy importante para el futbolista. Sentirse seguro, acompañado en un lugar donde estás cómodo en el día a día, con tu gente cerca en las tribunas. Todo sería distinto y muy lindo.
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Sobre el final de la entrevista Yllana hace un pedido especial a LA CAPITAL. “Preferiría que la nota no hable tanto de mi, que se refleje más el trabajo del grupo”, pide remarcando esa obsesión por lo colectivo. Esos puntos en los que hizo hincapié durante todo el año y eligió resaltar en una cartulina en el vestuario previo a la final en Rosario. Está claro que en 2024 logró eso en Aldosivi. Más allá de los momentos de brillo de cada una de las individualidades, a lo largo del año el equipo marplatense se sostuvo peleando arriba por lo fuerte que supo ser como grupo. La expresión máxima fue el domingo en Rosario y lo vio el país. Igual hoy era tiempo de conocer un poco más del detrás de escena del mentor de este Aldosivi campeón.