Luca Vildoza se mostró sorprendido por el ritmo de juego en Europa, aunque confía en acoplarse rápidamente al sistema de juego del elenco vasco.
VITORIA, España.- El marplatense Luca Vildoza manifestó hoy que va a disfrutar de “cada momento” que tenga puesta la camiseta de Baskonia y agradeció la ayuda que está recibiendo por parte de sus compañeros en sus primeras horas en Vitoria.
El base, que llegó el pasado viernes a la capital vasca tras disputar con Argentina la Copa América y competir durante un año cedido en su club de origen, Quilmes, reconoció que es “tremendo tener a (Pablo) Prigioni de entrenador y un orgullo” que lo haya elegido para formar parte del plantel.
“Prigioni es una tremenda persona y me está ayudando mucho”, añadió.
Vildoza indicó que su etapa en Quilmes fue “buena” y, aunque admitió que “podía haber sido mejor”, se mostró satisfecho porque maduró “bastante” para llegar a Baskonia de la mejor manera.
“Terminé en Argentina de la mejor manera y vengo aquí para disfrutar y hacerme un hueco”, agregó.
Del mismo modo valoró que estar en la selección compitiendo con Nicolás Laprovittola y Facundo Campazzo lo ayudó mucho, aunque le hubiese gustado tener más minutos.
El marplatense lamentó haber perdido la final con Estados Unidos, pero aseguró que dejaron “huella” porque son “una camada importante”.
“Admiro mucho a Marcelinho (Huertas) y a Granger y en los partidos nos ayudaremos mutuamente”, explicó el joven base baskonista, quien analizó que “el equipo tiene buenísima pinta”.
Dijo que además que lo sorprendió Janis Timma con sus actuaciones con la selección de Letonia en el Eurobasket.
Preguntado por su estilo de juego, Luca Vildoza señaló que tiene que jugar un poco menos displicente y desveló que el otro día se dio cuenta del ritmo al que se juega en Europa, por lo que espera acoplarse al sistema de juego a medida que pasen los entrenamientos y partidos además de mejorar otras cosas como la defensa.
El argentino, que debutó en el Circuito Movistar de Logroño el pasado domingo, apuntó que se sorprendió, que entró “nervioso” y que no estaba acostumbrado al ritmo de juego, aunque en la segunda ocasión que saltó a la cancha logró soltarse “un poco más”.