El elevado precio del dólar provocó que muchos turistas que en verano viajaban al exterior, ahora vuelvan a la costa atlántica.
Antes del inicio de este verano, las voces alentadoras con la llegada de visitantes se basaron en que el aumento del dólar automáticamente reactivaría el turismo interno. Y, en ese sentido, Mar del Plata podría ser beneficiada con esa situación al recibir más turistas, alojando a quienes antes elegían destinos en el exterior para disfrutar de sus vacaciones.
Promediando el primer mes del año, muchos de los operadores turísticos locales aseguraron que la hipótesis también se aplica “a otros sectores de la costa como Pinamar o Cariló“.
En la inmobiliaria Gonnet, reconocieron que “este año volvieron algunos de los alquileres por quincena, que temporadas pasadas no sucedió” y especificaron que esos inquilinos llegan de distintas provincias. “Mucha de esa gente viene del interior, como Córdoba, Rosario, Tucumán o Mendoza, que otros años eligieron viajar al exterior, como Chile, Uruguay o Brasil”, explicaron.
Varios son los turistas que volvieron a la ciudad tras la devaluación.
Llegados desde Tarragona (Catalunia), Silvina junto a su marido y sus dos hijos, están instalados en la ciudad que lo vio nacer por una circunstancia familiar. “Vinimos por una cuestión de familiar y al tener vacaciones de invierno allá nos quedamos”, contó la mujer. Y agregó: “Para quien viene con dólares o euros está bastante barato, sobre todo en las salidas y las comidas. Venimos al balneario y está accesible, pero por el cambio, porque en realidad para los que vienen con pesos los precios son bastante disparatados”.
Sentada en la orilla de Honu Beach, describió: “Salimos bastante y lo pasamos bien y los precios son buenos, pero la ciudad está muy descuidada, muy sucia, los accesos son terribles y las calles un desastre. Eso, para un destino turístico, no me parece bien”.
Asimismo, destacó que en otros rubros como “ropa o zapatos está más o menos como en España, pero lo que difiere es la calidad, ya que a igual precio acá hay menor calidad”.
Repetición
En una inmobiliaria de Playa Grande, con una cartera de alquileres de grandes propiedades, explicaron: “El que tiene los dólares siguió yendo a Uruguay o Miami. Acá pasó que el que tenía la casa grande familiar vino y se instaló más tiempo que la famosa escapada”.
Josefina, junto a tres hijas y su marido Henry, solían pasar los veranos en Florianopolis y escaparse hasta el “point surfero” Praia du Rosa desde su Rosario natal.
Sin embargo este año recalcularon. “Un poco por el subidón del dólar y otro porque nos prestaron el departamento de mi tía, que ya no vive más ahí y estaba vacío. Así que ni lo pensamos. Nos ahorramos el alquiler y él (por su marido) puede surfar acá”.
En cuanto al presupuesto disponible, aseguró: “Es lo que teníamos pensado desde el vamos, pero al pasarlo en dólares nos quedaba la mitad. Así que acá estamos bien, porque los precios no se dispararon”.
Matías y su banda de amigos compuesta por Nico, Stéfano, y Mirko llegaron desde Mendoza debido a un golpe de suerte. “El padre de Nico nos habilitó un departamento, chico, pero no pagamos alquiler, así que a la hora de diagramar las vacaciones ni lo dudamos”, señaló.
Estos veinteañeros mendocinos dejaron de cruzar la cordillera para disfrutar de sus vacaciones. “Años pasados hemos ido a Chile, a Viña del Mar específicamente, porque realmente nos convenían los precios”.
Este año, al cambiar la cotización de dólar, ellos debieron modificar el presupuesto y eso se conjugó con la posibilidad de no tener que pagar alquiler.
“Acá el agua es más calentita y las chicas tienen más onda”, dijo divertido Stéfano, sentado sobre la arena de Biología, en Playa Grande, minutos antes del inicio del “after beach”.
“No es que tenemos más plata sino que la aprovechamos mejor. Somos amos de casa, tratamos de optimizar los recursos”, explicó. Entre esos “tips” figura la compra del alcohol y bajarlo a la playa en la heladerita aunque el joven reconoció que “en las salidas no nos fijamos”.
Desde el Colegio de Martilleros relativizaron la hipótesis, ya que “no sabemos cuánto de ese público puede elegir Mar del Plata en enero”, aunque reconocieron que “en Cariló y Pinamar están casi completos, de hecho, están trabajando un 30 por ciento más que el año pasado”.