En "Sí", la escritora cordobesa vuelve a construir una trama llena de peripecias y emoción, con personajes entrañables y escenarios de ensueño.
por Analía Páez
Una de las principales exponentes de la novela histórico-romántica en Argentina, la cordobesa Viviana Rivero, acaba de publicar su nuevo libro, “Sí” -ya ubicado en el primer puesto del ranking de más vendidos- que relata el amor entre Melisa y Nikolai, una historia que transcurre en los años 20 entre París y Buenos Aires, con deslumbrantes escenarios de fondo como el Moulin Rouge y el Folies Bergère.
La aspirante a bailarina Melisa Loyola, hija del sastre más renombrado de París y de una mujer marroquí, conoce al acaudalado Nikolai Martínez Romanov y surge entre ellos un amor que parece indestructible y que los hará cambiar el rumbo de sus vidas, en una trama repleta de peripecias y adversidades para la pareja.
Para escribir sobre la vida de la pareja, Rivero necesitaba recabar información sobre las costumbres musulmanas y saber si era posible y creíble la historia que quería contar. Fue así que como lo hace habitualmente, viajó a las ciudades en las que transcurre su novela (editada por Emecé), escenarios donde se desencadenan las grandes pasiones y decepciones de los protagonistas.
En España, un amigo la contactó con un grupo de marroquíes que accedió a que les hiciera una serie de preguntas.
“Me reuní con tres hombres musulmanes una tarde de verano en un pueblo cerca de Madrid, estábamos parados conversando en la calle, así aceptaron atenderme. Yo hacía una pregunta y ellos antes de responderme en español se hablaban largo entre sí y hasta discutían”, recuerda Rivero en una entrevista con Télam.
“Mis preguntas para ellos eran fuertes, urticantes y por momentos pensé que se iban a ir y me iban dejar sin mis respuestas; fueron momentos tensos, me costó que se abrieran pero logré la información que quería. Ellos me contaron varios de los secretos que luego se develan a lo largo de la trama”, asegura.
– La novela tiene un título contundente y breve, “Sí”. ¿Por qué?
– Este libro merecía un título contundente, fuerte y definitivo porque la conclusión de la historia de esta novela tiene esas características. Decir “Sí” significa que no hay dudas, que no hay opciones, que es definitivo. Cuando alguien dice “Sí”, todo lo demás no vale. El sí es determinante, y en mi libro el personaje en plena crisis dice sí; y no estoy hablando del amor, sino de algo que el personaje aprende sobre la felicidad y cómo debe lograrla. Este libro no solo tiene una historia de amor, sino la historia de una vida que persigue la felicidad y la encuentra de la forma y en el lugar que menos pensaba.
– Un amor que comienza en los ’20, una época donde florecen los cabarets y la idiosincrasia del pueblo marroquí. ¿Cómo conjugaste todos estos detalles, sabiendo que además el personaje principal es un argentino?
– Quería escribir de una mujer que fuera una artista talentosa, una gran bailarina y cantante pero que al mismo tiempo le costara dedicarse a ello sin prejuicio, por la forma en que fue educada, así que me pareció perfecto que su madre fuera una mujer marroquí, con una educación familiar estricta. Todo se conjugó para armar la historia que deseaba hacer: Marruecos no está lejos de Francia, y los argentinos de clase alta iban a pasar largas temporadas a París por esos años.
– ¿Qué tienen de vos o de tu entorno los personajes?
– Por suerte la gran mayoría de lo que escribimos los autores es fruto de nuestra imaginación porque sería terrible vivir una vida tan complicada. En mi caso los personajes no tienen nada de mí, mi vida es mucho más normal. Pero hay que reconocer que es muy emocionante como escritora crear una vida llena de detalles y situaciones apasionantes, creo que allí radica la magia de la literatura.
– Cuando viajás a Buenos Aires por placer, la mirás de la misma manera que cuando lo hacés por alguna investigación para tus trabajos?
– Por mi trabajo paso mucho tiempo en Buenos Aires, digamos que es mi segunda ciudad. Tengo amigas y familia aquí. La Buenos Aires antigua que cuento en las novelas es otra, una que surge de la investigación, de los libros y los diarios de época que consulto. No tiene que ver con la actual.
– ¿Te sirve la escritura como un método para exorcizar alguno dolores que te plantea la vida?
– Creo que tanto los momentos tristes como los felices nos marcan dejándonos un aprendizaje y eso siempre se refleja en el trabajo de un escritor, al igual que en un libro se reflejan los ideales y las cosas en las que uno cree. Para mí escribir es un placer y una pasión. Escribir a mi me sirve para ser feliz.
– ¿Te es difícil, o ya forma parte de tu rutina, el escribir en soledad?
– Nunca me siento sola cuando escribo, escribir es vivir intensamente historias que no son las nuestras. Es muy parecido a leer, y uno cuando lee no se siente solo.
– ¿Por qué crees que aún no hay escritores románticos?
– No hay en Argentina, pero en el resto del mundo si los hay, algunos son tremendos éxitos mundiales, como por ejemplo el francés Marc Levy. Solo es cuestión de tiempo ya aparecerán en nuestro país.
Télam.