El hombre, de 38 años, fue detenido tras una serie de allanamientos en Santa Clara del Mar. Desde noviembre de 2018 que la Justicia le había prohibido acercarse a su exesposa, quien, en año nuevo volvió a ser víctima de violencia de género.
Un hombre de 38 años fue detenido en Santa Clara del Mar por haber violado la orden de no acercarse a su exesposa, insultarla y, luego, haber ido hasta su casa, donde ingresó por la fuerza y robó algunos elementos de valor.
Este nuevo episodio de violencia de género ocurrió durante los festejos de Año Nuevo. La víctima, junto a sus hijos y el resto de su familia, había ido hasta la costa de Santa Clara del Mar, en la Costanera y Valencia, para recibir el 2019. Cerca de las 00.30, el exmarido de la víctima, en una camioneta Toyota Hilux, llegó al lugar y comenzó a increpar a la mujer.
Según precisaron testigos, el hombre, desde el interior de la camioneta, le gritó a su exesposa: “Tomá, fea”, ofreciéndole una bolsa blanca que parecería tener en su interior una botella. La víctima intentó ignorar a su exmarido, quien, al notar que la mujer no le respondía bajó del vehículo y la encaró.
“Correte, fea”, fueron las palabras del sujeto antes de empujar a la mujer al suelo. Luego, saludo a uno de sus hijos y regresó a su Toyota Hilux. Antes de irse, y frente a toda la familia, le gritó: “Negra de mierda”.
Fuentes oficiales confirmaron que el hombre tenía prohibido acercarse a su exmujer por anteriores episodios de violencia de género. El 29 de noviembre de 2018, la jueza de Paz del Partido de Mar Chiquita, Ana Paola Azzanesi, había firmado una orden de restricción de acercamiento que, claramente, no fue acatada por el sujeto.
Ante esta situación, la víctima llamó a la policía y relató lo sucedido con su exesposo. Luego, sin ánimos de continuar con los festejos por Año Nuevo, su hermana la llevó a ella y a sus hijos hasta su domicilio.
Cerca de la 1.30, la víctima escuchó que su exesposo gritaba desde el exterior de la casa mientras rompía los vidrios del garage. El hombre, al darse cuenta que el garage estaba alquilado y ocupado por otras personas, fue hasta la puerta de ingreso a la vivienda y comenzó a romperla. Temerosa de lo que podía pasar, la mujer se encerró junto a sus hijos en la habitación.
La víctima escuchó como su exesposo deambuló por la casa. El hombre primero arrancó los cables de internet y de las cámaras de seguridad. Luego se apoderó de una cámara de video, un disco rígido y una bomba centrífuga grande.
A los pocos minutos, la mujer dejó de escuchar a su exesposo en la casa, por lo que salió de la habitación, tomó a sus hijos y se fue corriendo a lo de un vecino a pedir ayuda. Llamó a su hermana llorando y luego a la policía.
La denuncia fue recepcionada por el personal de la comisaría de la mujer del partido de Mar Chiquita y el hecho, luego, comenzó a ser investigado por la ayudantía fiscal del partido de Mar Chiquita, a cargo del fiscal Diego Benedetti.
Luego de sumar testimonios a la causa de testigos de la agresión del acusado, el fiscal le solicitó a la Justicia de Garantías una serie de allanamientos para recuperar los elementos robados y la orden de detención del expesposo de la víctima.
En sus argumentos para que la Justicia de Garantías otorgara la orden de detención, el fiscal consideró que existe riesgo procesal al estar el hombre investigado en libertad. “No se puede dejar de valorar el testimonio de la víctima, donde da cuenta del padecimiento que sufre desde que puso fin a su relación con el sindicado, temiendo por su vida y entendiendo que el accionar del mismo en los hechos aquí investigados ha sido premeditado, dado que el sujeto ha tomado todos los resguardos para evitar que se certifique su identidad”.
“A su vez, la víctima ha denunciado a su exesposo en varias oportunidades, e inclusive se encuentra vigente una medida cautelar de restricción de acercamiento expedida por la Justicia de Paz, a la cual el hombre desatendió, ello pese a encontrarse debidamente notificado”, argumento el fiscal, quien consideró como un agravante que los hechos hayan sido cometidos en presencia de sus propios hijos, lo que llevó a la Fiscalía a disponer de un rondín policial en el domicilio de la víctima a los efectos de evitar la reiteración de hechos similares.
“El temor referenciado por la víctima únicamente puede ser neutralizado por el momento con una medida cautelar de encierro, que permitirá ahondar mas en la conflictiva relación de pareja como así también en la personalidad del imputado a través de la realización de pericias psicológicas y psiquiátricas sobre su persona, tendientes a establecer, entre otras cosas, si resulta ser peligroso para sí o para terceros”, concluyó.
Finalmente, el sábado el hombre fue detenido tras una serie de allanamientos en Santa Clara del Mar y, tras ser trasladado a Mar del Plata para declarar, quedó alojado en la Unidad Penal 44 de Batán.