El País

“Vine a armar puentes y derribar muros”, aseguró el Presidente en Los Ángeles

Alberto Fernández consideró que fue "un buen comienzo de la Cumbre, a pesar de las ausencias".

 

El presidente Alberto Fernández sostuvo hoy que llegó a la IX Cumbre de las Américas “a armar puentes y derribar muros”, una frase inspirada en el Papa Francisco con la que fundamentó su invitación a su par estadounidense Joseph Biden para que participe de la próxima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

En una rueda de prensa de 27 minutos ofrecida a los periodistas argentinos que cubren el encuentro en la ciudad de Los Ángeles, Fernández evaluó que “ha sido un buen comienzo de la Cumbre, a pesar de las ausencias”, al referirse a las exclusiones por parte de Estados Unidos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, que derivaron en que los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Bolivia, Luis Arce, decidieran no asistir al foro hemisférico.

En cuanto a su discurso de ayer, el mandatario contó que no tuvo “ninguna reacción en contra” e incluso reveló que anoche tuvo una conversación con Biden en la cena oficial de la Cumbre, en donde intercambiaron “unas palabras” en “una reunión social”, y aseguró que “de ningún modo hubo un reproche, todo lo contrario”.

“Allí di mi posición sobre la Cumbre y de hacia donde íbamos a transitar”, profundizó Fernández y calificó la jornada de ayer como “valiosa”.

“Somos un continente, quizás algún sea dejemos de ser Norteamérica, Centroamérica y América del Sur y seamos América”, planteó a los cronistas durante la rueda de prensa realizada en el hotel Marriot.

El jefe de Estado aclaró que su mensaje no fue consensuado con los otros mandatarios porque “el presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) tiene la voz”, y explicó que “los discursos no se consensuan, si no son documentos”.

“No tuve contras”, subrayó en ese sentido, y ejemplificó: “Inclusive del presidente de República Dominicana (Luis Abinader), que es alguien que por ahí no está cerca de mí ideológicamente, apoyó las palabras. Ayer recibí solo palabras de apoyo”.

En la misma línea, Fernández comentó que los principales planteos del discurso ya los había hecho frente a diplomáticos y funcionarios estadounidenses en reuniones previas a la Cumbre.

“Antes de venir tuve demasiadas charlas con funcionarios y dirigentes de los Estados Unidos y sabían perfectamente lo que iba a decir. Fue una posición muy honesta la que planteé. No hubo ningún tipo de sobresalto”, completó.

Después se refirió a la problemática de energía y alimentos, dos puntos centrales en su discurso de ayer en la reunión plenaria: “Nos queda un año y medio, en el que tenemos que ser actores de otro mundo. Lo que siento es que los argentinos, y la prensa particularmente, está demasiado encerrada en lo local y no ven la dimensión del cambio que se está produciendo en el mundo”, describió.

“El concepto global que nosotros conocemos hoy está en crisis y está en crisis del peor modo: con falta de energía y con falta de alimentos”, advirtió Fernández, y contó que en la reunión que mantuvo ayer con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, se interiorizó “sobre este tema y él fue muy generoso” por contar en detalle todo lo que Naciones Unidas estaba haciendo “básicamente para poder garantizar al mundo (el acceso a) los alimentos”.

En cuanto a la invitación a la Argentina para que participe en la cumbre del G-7 a fines de este mes, apuntó. “Tiene que ver con una mirada mía, que le planteé a (Olaf) Scholz y a (Emmanuel) Macron, que tiene que ver con que el tema de la guerra no tiene que ser una discusión del norte: tiene que ser una discusión del mundo porque en el sur se padece la guerra enormemente”, puntualizó sobre los diálogos que mantuvo con el primer ministro alemán y el mandatario francés.

Según el Presidente, “los primeros que van a padecer la falta de trigo y hambre van a ser América Latina, África, los países asiáticos”.

“Por eso pedí que esa voz sea escuchada. Eso también se lo transmití a Joe Biden cuando hablamos días atrás por teléfono, que para mí es la preocupación más importante”, repasó.

Y, sobre las consecuencias del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, cuestionó que un hecho dramático de esa magnitud sea pensado como “una oportunidad” para generar ingresos en terceros países.

“Muchos me dicen que la guerra es una oportunidad más allá de la inmoralidad que significa, pensar que hay una oportunidad cuando se mata gente… Quisiera que eso no ocurra”, reprochó.

En cuanto al volátil escenario global que desencadenó la guerra, Fernández resaltó que la prioridad de este momento es “encontrar soluciones” para que “los daños no se profundicen”, una prioridad que abordó con el titular de la ONU en su reunión del jueves.

“Quisiera que ordenemos el contexto internacional para que los daños no se profundicen. En eso estamos trabajando, estamos trabajando en encontrar soluciones al peor escenario”, agregó aunque sin dar mayores detalles sobre esas gestiones en marcha.

Luego relacionó la situación producto de la guerra con los compromisos de política exterior que lo involucrarán en las próximas semanas.

“Toda la atención y esfuerzo está en esto, por eso me involucré personalmente en esta agenda; por eso la reunión en Europa, por eso acepté la invitación de Biden, por eso vamos a estar en el G-7, y por eso vamos a estar en los Brics”, enumeró.

Así ratificó que irá a la cumbre del G-7 en Alemania y que también viajará a Washington, en este caso por la bilateral programada con el mandatario de Estados Unidos “tentativamente para el 25 de julio”, pero también adelantó que asistirá al foro de jefes de Estado -que probablemente sea por videoconferencia- del grupo de potencias emergentes que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

A partir de la idea del multilateralismo, que el Gobierno valora como principio clave para la política exterior en esta etapa del mundo, Fernández remarcó que la Argentina plantea sus posiciones en todos los foros y espacios de la diplomacia.

En ese sentido, el mandatario insistió en que la intención es que la Argentina exponga sus posturas “en todos los lugares en donde podamos llamar la atención y reclamar que nuestra voz sea oída en un momento muy crítico”.

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