Federico Salvai va la Jefatura de Gabinete, De la Torre a Gobierno y Gigante a Infraestructura para encarar el año electoral. María del Carmen Falbo también confirmó su salida.
LA PLATA (Corresponsalía).- Si el rumbo de la gestión lo marcara un GPS, el de la gobernadora María Eugenia Vidal diría la famosa frase que solemos escuchar en esos aparatos en la voz de una señora española que nos advierte “Recalculando”.
Esto se da porque la mandataria bonaerense decide volver al camino que eligió no transitar, cuando tras su asunción modificó la Ley de Ministerios para disolver la Jefatura de Gabinete de Ministros. Ahora deberá tomar aquel sendero para recomponer ese puesto (modificando nuevamente la legislación) y disolver el Ministerio de Planificación y Control de Gestión, al que creó entre bombos y platillos como una alternativa moderna de gestión, que obviamente trajo de su paso por el gobierno de la Ciudad.
Con la nueva-vieja estructura a la espera de la aprobación del proyecto que enviará a la legislatura, Vidal pondrá a cargo de la Jefatura a su actual ministro de Gobierno, Federico Salvai. Para ocupar su puesto, retirará del ministerio de la Producción a quien hace poco asumió funciones allí (algo menos de tres meses) Joaquín de la Torre y para ocupar su lugar, de momento, no hay un reemplazante apuntado. Finalmente, enviará a ocupar el puesto del renunciante Edgardo Cenzón en Infraestructura, a quien está al frente del área que la gobernadora eligió crear en diciembre de 2015 y disolver un año más tarde, Roberto Gigante.
Atrás quedaron las aspiraciones del titular del Instituto de la Vivienda, Evert Van Tooren y el subsecretario de Hidráulica, Rodrigo Silvosa, nombres que discretamente se manejaban para dirigir la cartera de Cenzón.
Otra de las novedades a tener en cuenta en toda esta movida, es que el rumor de la división del ministerio que ganó los pasillos de Infraestructura tras conocerse la salida de Cenzón, quedará sólo en eso, un rumor. Por lo tanto el desdoblamiento del área en Obras Públicas por un lado y Servicios Públicos por el otro, no se llevará adelante. Al menos por ahora.
Con estos cambios, Salvai gana poder en la estructura ministerial, De la Torre encuentra un lugar en el que puede desenvolverse mucho mejor políticamente y Gigante avanza hacia una cartera con mayor exposición mediática.
El problema de toda esta rotación, radica en que se da en medio de la discusión de un Presupuesto, donde la Jefatura de Gabinete no tiene partidas asignadas y el ministerio de Planificación y Control de Gestión sí (algo más de 1.500 millones de pesos).
Este dato, que parece menor pero no lo es, tiene una solución políticamente correcta, pero a la vista muy desprolija, que son las facultades que el Poder Ejecutivo tiene asignadas para reasignar partidas, lo que dejaría entrever la improvisación a la que se ve obligada la gobernadora para tratar de enderezar el camino tras la salida de Cenzón de la cartera de Infraestructura.
Los motivos por los que eligió alejarse, al menos los conocidos públicamente, fueron de índole estrictamente personal. Pero lo cierto es que su cartera no pudo ejecutar ni siquiera la mitad del presupuesto que tenía asignado, siendo precisamente la que tenía a cargo la obra pública en la provincia de Buenos Aires, algo con lo que deberá lidiar Gigante si no quiere sentir la presión de los legisladores que harán escuchar la voz de los intendentes de sus distritos.
La procuradora Falbo se retira en diciembre
Finalmente, y tal como lo anticipamos desde este medio, también se dará en diciembre el alejamiento de la procuradora María del Carmen Falbo, quien se retirará en diciembre una vez finalizados los trámites jubilatorios.
La noticia de la salida de la jefa de Fiscales de la provincia de Buenos Aires comenzó a ganar terreno en septiembre, cuando también confirmó su alejamiento del Máximo Tribunal de Justicia del juez Juan Carlos Hitters, con lo que la gobernadora podría empezar a delinear una Suprema Corte no solo con jueces que le respondan, sino además ampliar su influencia a la Procuración, en donde la relación con Falbo estaba cuanto menos “tirante”.