El País

Victoria Donda: “No volvería a integrar un Frente con Prat Gay”

La diputada de Libres del Sur apuntó contra su ex socio en Unen por la actual política económica. Por otro lado, no ve futuro en el kirchnerismo. Abogó por avanzar en las causas donde hay funcionarios involucrados.

por Alberto Dearriba

La diputada porteña de Libres del Sur, Victoria Donda, aseguró hoy en un reportaje exclusivo concedido a la agencia Télam que, si bien “existe una gran expectativa en la sociedad” acerca de una mejoría económica, “las cosas están mal” y pese a reconocer que el gobierno de Mauricio Macri recibió “una pesada herencia”, señaló que podía haber elegido otro camino.

– Creo que si bien hay todavía una gran expectativa de una parte de la gente de que las cosas van a mejorar, las cosas están mal. Y algunas cosas empeoraron, porque profundizaron el camino del kirchnerismo. Por ejemplo, en el terreno inflacionario, ya con Cristina íbamos mal, pero ahora hubo una escalada aun mayor, lo cual perjudica el bolsillo de los trabajadores, ya que la inflación es un impuesto directo de transferencia de ganancias hacia los sectores más concentrados.

El gobierno produjo además un tarifazo que incrementó la inflación y transfieren ingresos a sectores concentrados, que tienen menos urgencias y tuvieron beneficios, como exenciones o recortes impositivos. Al núcleo duro de pobreza que estaba alrededor del 30 por ciento, este gobierno le agregó unos puntos.

– ¿En el Gobierno dicen que hay una corrección por vía paritaria?

– Con el anterior gobierno y con el actual, los salarios siempre corren detrás de la inflación. Esto se agravó con la inflación muy alta.

– El oficialismo confía en que la inflación va a comenzar a bajar. ¿Ve algunos indicios en ese sentido?

– No. Los únicos indicios son del terreno de la fe. Y como el terreno de la fe yo lo dejo para la Iglesia, no me parece que vayamos a estar mejor. Tener que decirle a la gente que uno no cree que vayamos a estar mejor, es horrible, porque uno se ubica como pesimista, pero tampoco puedo mentirles. Prefiero una respuesta no del todo simpática, aunque trato de responder con simpatía, antes que mentirles.

– El gobierno sostiene que recibió una pesada herencia. ¿Usted lo cree?

– Sí, yo creo que hay una pesada herencia. Pero creo que uno puede elegir la forma de revertir la situación. Uno puede decidir una redistribución de subsidios. Pero le sacan el subsidio a la electricidad y en esa redistribución no entran las petroleras a las cuales favorecieron con el aumento de los combustibles.Te aumentan el agua a vos, pero eliminan las bajas retenciones que pagaban las mineras, en lugar de mejorar la situación de los trabajadores. Recibieron una pesada herencia, pero el gobierno pudo elegir su camino.

– ¿Es muy distinto el ministro Prat Gay que el candidato con el cual compartió estrados y una campaña electoral? ¿Pensaba lo mismo antes de llegar al gobierno?

– Con Alfonso construimos Unen, que fue un espacio progresista. En términos individuales es la misma persona, pero un hombre no es sólo un hombre, sino el hombre y su contexto. Y yo no estoy de acuerdo con el contexto que él eligió para desarrollar su carrera como economista. No estoy de acuerdo con la gestión que lleva adelante.

– Volvería a integrar un frente con Prat Gay.

– No… Mientras forme parte de un gobierno como éste, no haría otro frente con él.

– ¿Cual es su opinión sobre la política exterior del gobierno, que incluye el Tratado del Pacífico y un acercamiento a Estados Unidos?

– Yo no estoy en contra de la apertura hacia un mercado externo, me parece que está muy bien. Pero haciendo una proyección geopolítica y económica, yo miraría hacia Africa. Y no estoy de acuerdo con que la Argentina vaya sola a abrir un mercado. No estoy de acuerdo con los tratados de libre comercio en los que Argentina negocie en inferioridad de condiciones frente a un bloque económico desarrollado, que hace primar sus criterios.

Me parece que hay que apostar a fortalecer el Mercosur y negociar como bloque regional desde una posición de mayor fortaleza, hacia el Pacífico y hacia el Atlántico. Con Europa, con China, con Australia o con quien sea, pero no en soledad, porque nos pone en una situación de debilidad.

– ¿Qué posibilidades tiene la centroizquierda de dejar un espacio exclusivamente testimonial para constituir una fuerza que pueda competir realmente por el poder?

– La centroizquierda siempre ha ocupado un lugar importante en la sociedad a la hora de las elecciones. Una amplia franja de la sociedad tiene pensamiento de centroizquierda, no es sólo una fuerza testimonial. Cuando Hermes Binner fue nuestro candidato presidencial, en el 2011, sacamos el 18 por ciento de los votos y Cristina el 54 por ciento. Pero buena parte de esos votos de Cristina son progresistas. Es una franja muy grande, casi el 40 por ciento del padrón, que desde distintos lugares, apuestan al progresismo.

– ¿Y cómo puede traducirse eso el año que viene en las elecciones legislativas de medio término?

– Si se tiene en cuenta la existencia de esa amplia franja de pensamiento, no sería lógico que no esté representada para las elecciones. Yo trabajo para que sea así, para que ese espacio no quede huérfano. Cuando se dejan espacios vacíos, pueden ser ocupados por experiencias que a veces viene desde otro lugar.

– Por ejemplo…

– La lamentable ruptura de Unen tuvo que ver con el crecimiento de Cambiemos, porque una parte del voto progresista migró a Cambiemos. En política, los espacios no quedan libres, se ocupan. Es responsabilidad nuestra, construir un espacio potente como para atraer al progresismo.

– ¿Quiénes pueden estar juntos en un frente progresista?

– Progresistas hay en todos lados, hay peronistas, hay radicales, socialistas, hay independientes, hay en el centro, obviamente de izquierda. En todos esos espacios hay progresistas.

– ¿Pero cómo se los convoca y desde dónde?

– Hay que convocar a todas las fuerzas desde el lugar que uno ocupa. Hay muchos dirigentes que pueden convocar a esas fuerzas. Yo trabajo para que en las elecciones legislativas haya un espacio progresista de centro en la Ciudad de Buenos Aires. Sería bueno que haya una alternancia en la ciudad porque ya van muchos años de gobierno del Pro y el primer paso hay que darlo en 2017. Ese espacio tiene que tener la potencia necesaria como para discutir luego con Cambiemos, el gobierno en 2019.

– ¿Cree que el gobierno puede tener un traspié en las elecciones de medio término?

– Eso depende de cómo les vaya con la gestión, que hasta ahora ha sido mala y de que aparezca algo que convenza a la gente de que votando a esa alternativa, las cosas pueden cambiar.

– ¿Cómo se perfila el kirchnerismo hacia ese futuro de corto plazo?

– Veo al kircherismo en descomposición. Si se quiere ver claramente la descomposición del kirchnerismos hay que ir a la Cámara de Diputados, donde hoy le quedan cuarenta y pico de votos, cuando venían de ser un bloque de casi noventa.

– ¿Cristina puede revalidar su liderazgo?

– Ella lidera una porción del peronismo, que es el kircherismo. Pero en buena medida su futuro depende de cómo resulte la definición de la pelea por el liderazgo al interior del peronismo. Yo no tengo dudas que tiene el liderazgo del kirchnerismo, pero no me parece que pueda liderar hoy algo más grande de lo que expresa.

– ¿Cristina tiene que ir presa?

– No, yo no voy a hacer declaraciones que irriten a esa parte de la sociedad a las cuales Cristina les llega al corazón. Creo que la Justicia tiene que avanzar en todas las causas en las que hay involucrados funcionarios de la gestión anterior y de la actual.

Télam.

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