por Ramiro Fuente
Viajar en avión no expone a los vacunados contra el Covid-19 al riesgo de sufrir una trombosis, como aseguran mensajes difundidos en varios países de América Latina a través de redes sociales que engañan al afirmar falsamente que las aerolíneas estudian por este motivo prohibir volar a los vacunados.
En los últimos días circularon en redes sociales como Facebook y, especialmente, Twitter, mensajes que aseguran que las aerolíneas “están avisando a los clientes” de que, si viajan en avión y han sido vacunados contra el Covid-19, sufren un “gran riesgo” de desarrollar “coágulos de sangre por el suero experimental de ARNm”.
“Las aerolíneas están ahora discutiendo su responsabilidad y qué hacer con los vacunados, ya que no pueden volar por ser un riesgo para la salud”, afirman algunas de estas publicaciones, antes de concluir: “Parece que no se permitirá volar a nadie que esté vacunado”.
En realidad, la vacunación no puede provocar trombosis por el hecho de viajar en avión y las compañías aéreas no han advertido a sus clientes de que con las vacunas corren un gran riesgo de trombosis ni están estudiando prohibir volar a los vacunados, como confirman representantes internacionales de este sector.
Ninguna aerolínea estudia rechazar pasajeros vacunados
Fuentes de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) consultadas por EFE subrayan que esta organización “no tiene conocimiento de que ninguna aerolínea esté considerando rechazar a los pasajeros vacunados debido a un riesgo de trombosis” y tampoco de que se estén “celebrando reuniones” entre compañías aéreas por este asunto.
Tras recalcar que el grupo asesor para cuestiones médicas de IATA “no tiene este asunto en su agenda”, las mismas fuentes precisan que ninguna publicación científica conocida sugiere que pueda provocar algún impacto en los viajes aéreos el tipo de trombosis detectado como efecto secundario poco común en algunas vacunas.
Insisten por tanto en dejar claro que la IATA defiende que las personas vacunadas “tengan libertad para viajar sin restricciones”.
Las compañías aéreas defienden la vacunación
Del mismo modo, fuentes de Airlines for Europe (A4E), asociación que representa a más del 70 por ciento del tráfico aéreo europeo, explican también a EFE que “no se están llevando a cabo discusiones de este tipo entre las aerolíneas para prohibir o evitar que viajen viajeros vacunados o no vacunados”.
“Por el contrario, las aerolíneas en Europa están presionando para que no se discrimine entre sometidos o no a test, vacunados o no vacunados” en lo relativo a restricciones y libre circulación, precisan estas fuentes.
En este punto, indican que los certificados de vacunación y el Certificado Covid Digital (DCC) en la UE ya desempeñan “un papel importante para permitir viajes seguros” y se utilizarán cada vez más a medida que más países “empiecen a flexibilizar las restricciones de viaje”.
Aparte de destacar que la afirmación viralizada en redes sociales es falsa, A4E recuerda que “las vacunas son una parte fundamental de la gestión de la pandemia”, por lo que “el aumento de los niveles de vacunación permite el regreso gradual de la libre circulación, incluidos los viajes en avión”.
“Trombosis del viajero”: nada que ver con las vacunas
Además, el tipo de trombosis que puedan sufrir de forma excepcional algunos pasajeros en determinadas circunstancias en vuelos largos no tiene nada que ver con el detectado en casos muy excepcionales entre los inmunizados con algunas vacunas.
Consultada por EFE, la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) señala que no hay ninguna evidencia de que la vacuna pueda provocar algún tipo de riesgo adicional de trombosis en un pasajero de línea aérea.
El presidente de la SETH, Joan Carles Reverter, aclara que las trombosis asociadas a la vacuna son “diferentes a las habituales que se dan en los viajes” y se producen “con disminución del número de plaquetas y en territorios atípicos”, de modo que “no se asocian a los factores de riesgo de las trombosis habituales y no se potencian por éstos”.
El fenómeno identificado como efecto adverso muy raro en las vacunas anticovid de AstraZeneca y Janssen es conocido como trombocitopenia trombótica inmunitaria (VITT) y es un trastorno diferente al de los trombos en una pierna (trombosis venosa profunda) o en un pulmón (embolia pulmonar) que son un riesgo para algunas de las personas que permanecen inmóviles en viajes largos.
Fuentes de IATA detallan que la trombosis venosa y la embolia son trastornos que pueden estar asociados con la inmovilidad, en particular tras una cirugía, una lesión en una extremidad o bien, a veces, después de estar sentado mucho tiempo durante el viaje, pero ocurre generalmente cuando esa circunstancia se suma a otros factores de riesgo preexistentes.
Entre estos factores figuran embarazos, anticonceptivos orales, ciertos cánceres, sobrepeso, venas varicosas y trastornos subyacentes del sistema de coagulación. Los casos que se producen en viajes de larga distancia (aéreos, ferroviarios o por carretera) suelen ocurrir porque hay factores previos como estos y, cuando son conocidos, se pueden recetar medicamentos para reducir su riesgo.
No hay trombosis como reacción a las vacunas de ARNm
Por último, las afirmaciones que corren por internet advierten contra el riesgo de trombosis por “el suero experimental de ARNm”, pero ni los preparados que se inoculan son experimentos (todos ellos cuentan con la aprobación de las agencias del medicamento de los países donde se administran) ni se han identificado casos de trombosis entre los efectos adversos de las vacunas de ARN mensajero.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) confirmó el 7 de abril que la trombocitopenia debía incorporarse a la lista de reacciones adversas de la vacuna de AstraZeneca como efecto secundario “muy raro” y el 20 de abril también identificó ocho casos de trombosis como reacción muy infrecuente a la inmunización con Janssen, pero ninguna de las dos son vacunas de ARN mensajero.
El comité de seguridad (PRAC) de la EMA vigila estrechamente si pudiera haber también trombos como efectos secundarios muy raros de las vacunas de Pfizer/BioNTech y de Moderna, basadas en ARNm, pero los casos notificados hasta ahora presentan una frecuencia menor que entre los no vacunados y no siguen el patrón clínico de AstraZeneca y Janssen.
EFE.