El Sivara -gremio que los agrupa- comenzó a hacer gestiones en ese sentido. Asimismo, consiguió otros logros para sus 300 afiliados.
Para los aproximadamente 300 vendedores ambulantes afiliados al Sivara de General Pueyrredon (tiene su sede en 25 de Mayo 3342), durante los meses de otoño e invierno, salvo en el receso escolar de julio y los fines de semana prolongados -siempre y cuando las condiciones meteorológicas sean benignas- ganarse el sustento diario no resulta una tarea sencilla.
Y es que a partir del momento en que con la anterior gestión municipal acordaron dejar de desarrollar su actividad en inmediaciones de Luro e Independencia -adonde ahora pretenden volver- y ubicarse en sectores costeros en los que, a raíz de que en los días hábiles la afluencia de público es muy reducida, sus ventas cayeron significativamente.
El hecho de no tener la posibilidad de desarrollar un trabajo continuo durante todo el año constituye un impedimento para poder cubrir los gastos que les demanda el diario vivir.
Al referirse al tema en cuestión, el secretario general del gremio, José Alberto Lencina, explicó que “estamos haciendo gestiones para que se nos permita volver a trabajar en el tramo de la avenida Luro comprendido entre España y La Rioja adonde supo haber unos 40 puestos. Lo resolvimos al tomar en cuenta la buena predisposición puesta de manifiesto por el actual gobierno municipal en el sentido de permitir que los choripaneros puedan instalarse en sectores que consideran apropiados, lo cual apoyamos plenamente”.
Tras recordar que “los vendedores ambulantes hasta ahora hemos cumplido con el acuerdo al que arribamos con la anterior administración”, Lencina dijo que “vemos que la situación no da para más. Hace mucho tiempo que venimos reclamando la sanción de una ordenanza que también a nosotros nos autorice a trabajar en la vía pública”.
Logros
Respecto de los logros obtenidos por el gremio en los últimos tiempos, Lencina destacó que “a quienes desarrollan tareas para el concesionario en el interior del estadio “José María Minella”, y que, entre otras cosas se ocupan de la venta de hamburguesas, panchos y gaseosas, les conseguimos una cobertura en materia de seguro de vida y de riesgos de trabajo y su incorporación como monotributistas. De todos modos, el grueso de nuestros afiliados son los que trabajan en la feria ubicada en la parte de abajo de la Rambla y en un tramo del paseo Jesús de Galíndez. En esta época lo que más se ofrece son elementos de abrigo tales como bufandas, guantes, medias y gorritos”, afirmó.
En otro orden anticipó que “estamos ultimando los detalles para que nuestros afiliados, que hasta ahora tenían la cobertura médica de una prepaga, pasen a tener la de la OAM, que es una obra social importante. Es algo que pensamos anunciar públicamente en los próximos días”.