La Ciudad

Vecinos de Sierra de los Padres denuncian que bajan aguas servidas desde la cumbre

Cansados de los charcos nauseabundos y el foco de contaminación, reclaman que se deslinden responsabilidades y se resuelva la problemática ambiental.

 

El boom de construcciones y el crecimiento de los emprendimientos comerciales están generando un impacto negativo en la zona de Sierra de los Padres. Un grupo de vecinos, residentes desde hace décadas en la zona, está denunciando que, desde la zona más alta del barrio, conocida como la cumbre, están bajando aguas servidas, que generan un impacto sanitario en el sector.

“Está bajando agua sucia y con olor”, aseguró Norma, una de las vecinas que ha realizado numerosas gestiones, averiguaciones y pedidos de notas a distintas oficinas del gobierno municipal y la cooperativa de servicios de Sierras, con el objetivo de poner un freno a la situación y evitar que se siga contaminando el sector.

Sierra de los Padres es una zona de reserva forestal, paisajística y residencial, que en los últimos años ha tenido un gran desarrollo de construcciones y que no cuenta con la infraestructura sanitaria apropiada. En ese contexto,

Norma recordó que “el sector es una zona de piedras, no hay absorción de los líquidos y hay dos sectores especialmente, en los que se han realizado grandes construcciones y emprendimientos, pero no hay ninguna prueba de que, para autorizarlos, se hayan presentado los correspondientes informes de factibilidad”. En concreto, la vecina indica que “hay construcciones que desaguan las aguas grises, las aguas del baño a través de unos caños o piletones que terminan en el pasto, pasan por el sector del cañaveral y siguen bajando por cualquier lado, provocando mal olor, proliferación de ratas, bichos y los problemas sanitarios que de ello se derivan”.

“Los paseos utilizan un sistema de tanques de depósito de aguas servidas que deberían ser vaciados por camiones atmosféricos regularmente. Como esto implica un elevado costo, sospechamos que los vacían y las aguas caen desde la cumbre a las calles que están abajo. Durante meses, por la noche comienzan a correr las aguas por las calles que están en la parte baja (ejemplo Bautista) y cuando los vecinos nos quejamos, dejan de correr las aguas”, aportó Claudia, otra vecina de la zona.

“El problema es grave”, indicó Norma, quien ejemplificó que “una señora que vive hace años, tuvo que hacer una acequia en el fondo de su casa para desviar el líquido que le viene desde arriba, sin tratar y se mete en su terreno”.

Armando, otro de los vecinos preocupados por la situación señaló que “los problemas son cada vez mayores en la cumbre dado el crecimiento comercial y, en especial, gastronómico, de forma descontrolada, no teniendo en cuenta que la falta de cloacas y el piso rocoso de nuestro barrio, no permiten el escurrimiento natural o la construcción de pozos de gran volumen. Esto genera la aparición de aguas grises y aguas negras, por las calles y cunetas, que se hacen notar por el olor y la presencia de insectos”.

En tanto Horacio, aseveró que “el agua corre por caños ocultos por los pastos crecidos” y apuntó que “respetar la Reserva Forestal, controlar el estado del medio ambiente son funciones determinadas por los organismos de control, al no cumplirlos, los vecinos nos vemos en la obligación de denunciar. El código clasifica a nuestro barrio como zona de zonificación baja”.

Los vecinos han presentado notas y pedido respuestas a la Delegación de Sierra de los Padres, a la cooperativa de servicios del barrio, a Obras Sanitarias, que se comprometió a tomar muestras de las aguas para analizar su composición y al área de Ambiente del Emsur.

“Necesitamos que se resuelva esta problemática, las aguas servidas se están acumulando en el sector en el que está el principal tanque de agua de la zona -conocido como el tanque de un millón de litros-, con el peligro que ello conlleva. Necesitamos una normativa a la realidad de las características del barrio y que esa normativa se aplique, se respete”, indicaron.

Según pudieron establecer los vecinos y consta en algunas de las notas presentadas “las aguas servidas bajan por la avenida Lía, hacia Abel, circuito General San Martín y calle Bautista”.

Asimismo indicaron que sobre la calle Abel, “debajo de la pared de la Gruta de los Pañuelos, se forma una laguna debajo del nivel de la calle”, que constituye un foco de proliferación de mosquitos. “Pedimos que se rellene para evitar que continúe el foco de contaminación”, apuntaron. Los vecinos aclararon que “no estamos en contra de las actividades ni los emprendimientos comerciales, pero pedimos que se desarrollen de una manera adecuada. No sólo no tienen la infraestructura sanitaria adecuada, generando este problema, sino que se promueve el turismo en un sector que no tiene sanitarios, ni espacios de estacionamiento apropiado para el caudal de gente que viene los fines de semana”.

Además, Norma aportó que “en algún momento, se taparon los desagües primitivos, lo único que encauzaba las aguas, que ahora bajan por cualquier lado. No hay planificación, no hay reforestación adecuada, no hay infraestructura de servicios, esto con el calor del verano, va a colapsar”.

Con copias de las notas y gestiones presentadas, los vecinos señalaron: “Estamos cansados de no obtener respuestas o de que las respuestas sean justificaciones, que no resuelvan la problemática. Nos derivan de una oficina a la otra, mientras, la situación sigue siendo un desastre”.

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