Por diferentes circunstancias, la expansión del virus los encontró en distintos países. La cancelación de los vuelos, los reclamos y la espera de que aviones argentinos les permitan regresar.
Van a los aeropuertos, preguntan y esperan. Las respuestas por lo general no son concretas ni satisfactorias. Se contactan con compatriotas en la misma situación y buscan alternativas. Tratan de comunicarse con familiares para llevar tranquilidad. Los recursos económicos en muchos casos se agotan y el futuro tiene nombre de preocupación. A todos los une una necesidad: volver a casa.
Los casos de argentinos varados en distintos lugares del mundo se multiplican y entre ellos están los de muchos marplatenses que viajaron por vacaciones o en plan de aventura y que ahora afrontan un problema inesperado: no tienen manera de regresar.
Las aerolíneas cancelaron los viajes a la Argentina y la expectativa está puesta en vuelos de Aerolíneas Argentinas o de la Fuerza Aérea que los puedan devolver a sus hogares.
Cuando Belén y Homero se fueron a Colombia la situación era distinta a la actual. Las restricciones sólo alcanzaban a países en riesgo por lo que en principio, el viaje no presentaba mayores trastornos. Pero el avance del coronavirus en todo el mundo cambió el escenario: se cerraron las fronteras y se suspendieron los vuelos.
“Nos gustaría estar en Mar del Plata, al resguardo de casa por lo que desde hace unos días empezamos a intentar adelantar la vuelta y finalmente nos informaron que el vuelo que teníamos para el 6 de abril fue cancelado”, relató Belén, periodista marplatense.
Además explicó con claridad el trastorno que significa intentar comunicarse con las empresas y hacer los trámites correspondientes.
“Es imposible la reprogramación porque Latam Airlines tiene todas sus vías de comunicación interrumpidas y colapsadas. No hay teléfono que suene y los chats se cortan luego de esperar en colas de más de 2.200 personas”, señaló desde Taganga, un pueblo cercano a Santa Marta y el Parque Tayrona.
En medio de la tensa espera, consideró “increíble cómo los réditos económicos son prioridad en este contexto”.
“Hay muchos argentinos y argentinas en nuestra misma situación. Pero apelamos a la solidaridad de quien pueda tener algún contacto o vía de llegada a la empresa o en Cancillería para ver si esto puede agilizarse de alguna forma, dado que las medidas restrictivas se siguen intensificando”, pidió.
En México
Brenda y Marcos que están en Cancún y por estas horas luchan, como muchos argentinos, por conseguir la manera de regresar a la Argentina.
“Aeroméxico nos canceló el vuelo. Vinimos a preguntar cuando era la reprogramación y nos dijeron que se habían cancelado hasta el 31 de marzo”, relató y agregó que “entienden que no pueden volar con argentinos”.
En medio del trastorno, Brenda contó que “nos quisieron cobrar 750 dólares a cada uno por la reprogramación al 1 de abril porque entienden que no fue por voluntad de ellos”.
Los marplatenses no son los únicos en esa situación en México. “Nos encontramos con varios argentinos en nuestra situación. Sólo hay una reprogramación probable pero eso dependerá de la decisión de ellos de volar”.
Asilado en Cuzco
Roberto, nacido en Nicanor Otamendi, lleva bastante tiempo como mochilero en Sudamérica y la expansión del coronavirus lo encontró en Perú. “Somos unos 400 argentinos en Cuzco y muchos están en situaciones complicadas con necesidad de medicamentos”, relató.
“Se armó un grupo de Whatsapp con todos argentinos y estamos tratando de difundirlo por todos los medios. El principal problema nuestro es que tenemos que viajar de Cuzco a Lima y no hay ni transporte aéreo ni terrestre”, contó.
Además, remarcó que “el gobierno peruano limitó los vuelos a cuatro por día lo que nos complica mucho porque ya no depende de la presión que pueda ejercer el gobierno argentino”.
Por último, pidió que “nos vengan a sacar de Cuzco”. “Escuchamos que iban a mandar dos aviones de la Fuerza Aérea Argentina. El gobierno se está moviendo pero necesitamos que agilicen”, enfatizó.