El escritor Esteban Prado cuenta la transformación de la librería El gran pez a sello editorial: por qué decidieron no dar a conocer la identidad del autor o autora de la primera novela publicada, lo que viene y la apertura de un concurso literario.
“Es probable cualquier cosa: esa ha sido siempre la idea de la librería ahora editorial: saber que algo va a pasar a continuación, pero no saber qué”, señaló el escritor Esteban Prado, uno de los gestores de la librería El gran pez sobre el crecimiento que tendrá este espacio y sobre lo incierto y lo inquieto, que parecen ser dos conceptos que entrelazan la impronta del lugar.
Con la publicación de “Todos se escondieron ya”, novela del enigmático autor Yuri V, la librería sumó otro rol y es ya una editorial que buscará “mantener el diálogo, de Mar del Plata hacia afuera y viceversa”, tal como manifestó Prado en una entrevista con LA CAPITAL.
“Queríamos encontrar una narrativa que fuera al mismo tiempo popular y experimental”
Novela coral, los personajes están unidos por la Autovía 2. Aparecen un padre divorciado que decide mejorar la relación con su hija de la peor manera, viejas amigas que se encuentran por circunstancias que tienen que ver con la muerte y los amantes, quienes entienden que no son dueños de sus cuerpos.
El libro tiene la particularidad de haber enmascarado el nombre del autor, autora o autores. Nada se sabe de Yuri V. “En el universo literario y en el artístico, la figura autoral tiene mucho peso. Tal vez haya que reinventar otra vez ese universo”, indicó Prado sobre la estrategia desarrollada en el lanzamiento.
“Comenzar así, con un libro potente, tan representativo de la ciudad, abrir una colección y una editorial desde esa negación (la del nombre real del autor o autora) nos parece un gran puntapié para que se entienda lo que viene”.
“A medida que la idea de convertirnos en editorial empezó a ganar fuerza, paramos la oreja y un día la charla se convirtió en un sobre con un texto impreso que nos pasamos con entusiasmo”
Este flamante texto de ficción abre la colección La novela del verano. Y será a través de un concurso -cuya apertura será próximamente- que este apartado se nutrirá de su próximo título. “Vamos a estar buscando la novela para diciembre de 2023”, agregó. Y detalló el objetivo del sello: “Vamos a publicar libros que nos divierta hacer y leer”.
Además, contó que el nuevo sello literario prepara un libro en torno a la primera edición de “Invierno. Feria de editoriales y cultura gráfica” que se realizó en el Teatro Auditorium durante julio.
-¿Por qué decidieron dar este paso y convertirse en editorial?
-Cuando abrimos la librería, allá por 2017, un librero amigo entre consejos y predicciones nos dijo que en la trastienda siempre iba a estar pasando algo. Y así fue, en los seis años que El Gran Pez lleva abierta en ningún momento dejamos de inventar cosas y nos gusta que la librería sea un espacio de encuentro, de diálogo creativo, de intercambio con la comunidad artística y lectora que pasa por nuestro local. Este año, apareció Todos se escondieron ya de Yuri V, el primer libro que publicamos. Ese fue el motivo para dar el paso, encontrar un gran libro para comenzar la colección “La novela del verano”.
-¿Cómo les llegó “Todos se escondieron ya”?
-Teníamos la idea de un concurso y una colección bajo un enigmático y obvio “La Novela del Verano”. Pero nos costaba darle forma, porque queríamos encontrar una narrativa que fuera al mismo tiempo popular y experimental, que tuviera algo de lo que caracteriza a nuestra ciudad y que fuera una gran novela. A la librería siempre llegan personas con ganas de publicar, nos preguntan por las editoriales que la fundaron o por otras. A medida que la idea de convertirnos en editorial empezó a ganar fuerza, paramos la oreja y un día la charla se convirtió en un sobre con un texto impreso que nos pasamos con entusiasmo. Así empezó todo.
-¿Quién es Yuri V, es un seudónimo, qué pueden decir del autor o autora?
-Es un seudónimo y por pedido explícito del autor no podemos decir mucho más. Sí podemos decir que la novela encontró su forma definitiva en el trabajo colectivo, en el intercambio de lecturas y en el montaje de los capítulos. Fue un trabajo de orfebrería en el que participaron más personas de lo habitual.
-¿Por qué decidieron llevar adelante esta estrategia de marketing y enmascarar al autor o autora?
-Decidimos hacerlo porque la novela es lo suficientemente buena como para prescindir de un nombre propio. De todas maneras, más que una estrategia fue una decisión personal. Desde El Gran Pez la aceptamos y pensamos el libro así. Es una condición que nos entusiasma porque reivindicamos el trabajo colectivo, nos parece que se juega demasiado en la firma y su ausencia es un gesto pertinente para inaugurar nuestra editorial. En la primera circulación que está teniendo la novela, nos llama la atención el morbo que genera. También, no pecamos de ingenuidad, sabíamos que el morbo se iba a expandir al haber escritores dentro de la librería. Yuri V lo entendió, nosotros también. Y ahí empezó la historia, después, como siempre: cada lector encuentra lo que quiere en el libro. Las referencias que damos en torno a Yuri V son parte de un juego. Y la literatura es un juego también. A alguien podrá parecerle extraño. Tanto para el autor como para nosotros, el señalamiento está claro: vamos al frente con una novela increíble, que llevó mucho trabajo, que fue escrita y reescrita para llegar a su mejor versión y en las lecturas que va teniendo: juega, gusta, emociona y gana.
-Hay una imagen que se me aparece cuando pienso en esta modalidad de no decir nada del autor/a/e, más que su supuesto nombre: el subcomandante Marcos con su rostro cubierto por un pasamontañas. En este caso, el rostro tapado tenía un sentido: era para unir una lucha digna a un colectivo y quitar la individualidad de todo liderazgo. ¿Hay algo de esto, salvando las distancias?
-Sí, salvando las distancias. La resistencia zapatista y las vidas dedicadas a mostrar que las cosas pueden ser de otra manera son motivo de admiración. En nuestro caso, comenzar así, con un libro potente, tan representativo de la ciudad, abrir una colección y una editorial desde esa negación nos parece un gran puntapié para que se entienda lo que viene.