Creen que hay prueba suficiente para imputarle el crimen de Elizabet Othondo y que además existe una vinculación directa con el homicidio de María Angélica Rossi. Fue detenido mientras trabajaba.
Un peón de techista de 31 años fue detenido en la tarde de este viernes sospechado de ser el homicida de María Angélica Rossi (74) y Elizabet Othondo (81), las dos jubiladas asesinadas dentro de sus casas a comienzos de mayo y de junio en esta ciudad.
La principal prueba en su contra giraría en torno al crimen de Othondo y por eso fue el fiscal Leandro Arévalo, al frente de la investigación de ese caso, quien solicitó a la Justicia de Garantías la orden de detención contra el ayudante de techista Johnatan Cáceres.
“Podemos estar hablando de un asesino serial en potencia”, dijo una fuente policial.
Personal del Gabinete de Homicidios de la DDI Mar del Plata no solo fue el que aportó toda la evidencia a Arévalo, sino que además se encargó de detenerlo cuando trabajaba en un domicilio de Juana Manso entre Solís y Juan B. Justo.
Jonathan Dario Cáceres con último domicilio legal en Bronzini al 1100 cuenta con los siguientes antecedentes: en 2013 por daño, en 2014 por robo en grado de tentativa e infracción a la ley de drogas, además de otras causas por robo y robo agravado por el uso de arma. También contaba con una condena por robo agravado con privación ilegal de la libertad, dejando el penal de Batán en 2021.
De acuerdo a información extraoficial que recabó LA CAPITAL, el detenido realizó trabajos como ayudante de un techista en el domicilio de Rossi y en el de Othondo, dato por demás elocuente de la posible vinculación. Vale decir que el escenario de muerte de ambas mujeres y la mecánica empleada fue exactamente igual, como también el robo como móvil.
En la noche del último sábado, una vecina y una familiar de Othondo llegaron a su casa de Rodríguez Peña al 2700 ante la ausencia de respuestas a sus llamadas. Apenas ingresar a la vivienda hallaron un gran desorden y rastros de sangre, como también humo saliendo de una de las habitaciones. De inmediato pidieron auxilio a la policía y a los Bomberos, los cuales al arribar sofocaron el incendio y confirmaron la presencia del cadáver.
Un mes atrás, el 7 de mayo, María Angélica Rossi fue encontrada en idénticas circunstancias en su domicilio de Los Chañarez entre Los Calas y Yanquetruz. La diferencia respecto a Othondo es que su cuerpo estaba completamente calcinado.
Ahora la labor recaerá también en la fiscal Florencia Salas, en cuya fiscalía se investiga el asesinato de Rossi, parar develar si esa hipótesis inicial que vincula al detenido con ambos hechos tiene una consolidación probatoria.
La investigación
El sábado último cuando comenzó la investigación lo primero que se hizo fue analizar la vivienda y, en base también a testimonios, se supo que tiempo atrás se habían hecho arreglos en el techo. La DDI local rastreó al techista que había hecho el trabajo y descartó que tuviera alguna responsabilidad, pero le pidió datos de quiénes eran sus ayudantes. Así fue como se identificó a un par de personas, entre ellas Cáceres, quien llamó la atención de inmediato por una cuestión: había cumplido una condena hasta el 2021 en la cárcel de Batán por robo agravado con privación ilegítima de la libertad.
Ese solo “detalle” impulsó a los investigadores a que rastrearan su teléfono y entonces se estableció que había estado el viernes por la noche la señal de su dispositivo había impactado en una antena próxima a la casa de Othondo. Lo próximo fue analizar las cámaras de seguridad y compararla con la fisonomía de Cáceres extraída de fotos de prontuario. La coincidencia fue total.
Para el fiscal Arévalo eso fue suficiente y extendió su hipótesis a la justicia de Garantías que autorizó la detención de Cáceres.
Por otra parte, trascendió que los arreglos a la vivienda de Rossi, la jubilada que fue asesinada en el Bosque Peralta Ramos, también habrían tenido como peón o ayudante al propio Cáceres.