Opinión

Unificación peligrosa

por Emiliano Rodríguez

Había generado cierto ruido político, incluso dentro del oficialismo, la posibilidad de que las elecciones en la provincia de Buenos Aires se desdoblaran con respecto a los comicios nacionales.

Finalmente, Cambiemos resolvió unificar las fechas de la votación y sumar al combo a la ciudad de Buenos Aires, en una decisión que si bien supone nuevos desafíos en la Capital Federal en cuanto a la organización de la compulsa electoral, puede entenderse como una necesidad de fortalecer el camino del presidente Mauricio Macri hacia una eventual reelección.

El Gobierno requiere del caudal de votos que puedan aportar en esta región del país dos de las principales figuras ejecutivas con las que cuenta actualmente el macrismo, como lo son el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y sobre todo la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.

Mantener en la Provincia los comicios unificados con la votación nacional, de todos modos, podría resultar particularmente riesgoso para las aspiraciones de Vidal de renovar este año su mandato en el caso de que finalmente se presente Cristina Fernández de Kirchner como candidata presidencial.

Que Vidal esté dispuesta a inmolarse en pos del proyecto nacional de Cambiemos no significa lógicamente que no tenga posibilidades de ganar, pero el peligro de caer derrotada en octubre próximo frente a un postulante kirchnerista o peronista que acompañe a Cristina en la fórmula se mantendrá latente hasta entonces.

La vara ha quedado bien alta para la gobernadora, ya que no se trata simplemente de una competencia electoral entre dos o más candidatos a un cargo, si no de la cantidad de votos con los que podrían beneficiarse Axel Kicillof, Martín Insaurralde o bien Verónica Magario -por mencionar a los principales nombres en danza- si Cristina decide jugar este año.

Cuarenta puntos como mínimo

El kirchnerismo atesora precisamente su núcleo duro de seguidores en la provincia de Buenos Aires, en especial en el populoso Conurbano, por lo que un triunfo de Cristina sobre Macri en la contienda presidencial allí, en el principal distrito del país, podría significar también el punto final del mandato de Vidal al frente de la Gobernación.

Sería como un efecto cascada.

En este sentido, de acuerdo con la consultora Synopsis, Vidal necesitaría obtener al menos un 40 por ciento de los votos el 27 de octubre próximo para mantener con vida sus esperanzas de reelección, en el caso de que compita Cristina e independientemente de quienes sean los candidatos de la oposición.

En los comicios de 2015, cuando la actual gobernadora venció a Aníbal Fernández, consiguió en las urnas un respaldo del 39,42% -contra el 35,28% del candidato kirchnerista- y es cierto, en 2017 Cambiemos logró vencer en las elecciones de medio término a Cristina en la provincia de Buenos Aires.

Pero claramente el contexto no es el mismo con relación a 2015 y el escenario político ha cambiado en forma significativa para el oficialismo con respecto a la votación de 2017, cuando navegaba en la cresta de la ola y se alzó en ese entonces con una victoria histórica en los cinco principales distritos del país: en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires, más Córdoba, Santa Fe y Mendoza.

Distintas encuestas muestran que en la actualidad, el presidente Macri acumula la imagen negativa más alta de toda su gestión y arrastra consigo a Vidal, en momentos en los que las principales preocupaciones de la población giran en torno de la situación económica y sobre todo, la inflación.

En este sentido, da la sensación de que para el Gobierno es más importante seguir adelante con el plan que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en pos de reducir el déficit fiscal que combatir seriamente el aumento del costo de vida, que sigue en alza y afecta en especial a los sectores de la población de más bajos recursos -según datos oficiales-.

A propósito, esta semana que pasó finalizó la misión que realizaron en la Argentina delegados del FMI antes de autorizar un nuevo desembolso de unos 10.800 millones de dólares, en el marco del acuerdo “stand by” que ambas partes rubricaron y que el próximo Gobierno, de acuerdo con distintos economistas, se verá obligado a renegociar, ya que es poco probable que el país pueda pagarlo -según dicen- en los términos suscriptos originalmente.

Efecto La Pampa

Durante la semana, también, el Banco Central ensayó una serie de retoques a la baja de la tasa de referencia de la política monetaria oficial y el dólar en la “city” porteña se disparó por encima de los 41 pesos por unidad para la venta, por lo que la autoridad monetaria tuvo que aplicar raudamente un freno de mano y dar marcha atrás con sus ensayos.

Se trataban de correcciones que persiguen, como finalidad de máxima, favorecer condiciones que permitan reactivar la actividad productiva en la Argentina, en un año electoral en el que la economía recién comenzaría a mostrar signos vitales alentadores hacia el segundo trimestre o más tarde, según economistas e incluso el jefe de la misión del Fondo que visitó en estos días la Argentina, el italiano Roberto Cardarelli.

En este contexto, comenzaron a alzarse con fuerza en las últimas jornadas voces de especialistas en economía que sostienen que es probable que el Gobierno impulse antes de las elecciones medidas tendientes a subsidiar el consumo, buscando también reanimar el humor social y del sector comercial antes de la crucial votación de octubre.

Pensando en esos comicios, y envalentonado con la reciente victoria de Daniel Kroneberger (UCR) en la interna de Cambiemos en La Pampa frente al “Colorado” Carlos Mac Allister (PRO), un sector del radicalismo agitó en estos días los ánimos dentro del oficialismo al reclamar una compulsa similar, pero en el ámbito nacional entre Macri (como candidato presidencial confirmado) y algún postulante con boina blanca.

Asimismo, el vicepresidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Federico Storani, propuso a Martín Lousteau, afiliado hace menos de tres meses a ese histórico partido, Y además aseguró: “Creo que puede hacer una muy buena elección e incluso lograr un triunfo” en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Consecutivas (PASO) frente a Macri dentro de Cambiemos.

La victoria de la UCR en La Pampa “puede extenderse a todo el país”, se entusiasmó Storani, que mencionó también al actual titular del Comité Nacional del radicalismo, Alfredo Cornejo, y al gobernador jujeño, Gerardo Morales, como posibles candidatos radicales en una eventual interna del oficialismo.

Referentes del PRO dentro de Cambiemos salieron rápidamente a bajarle el pulgar a esta movida impulsada incluso por el ex presidente de la UCR y promotor de la actual alianza gobernante Ernesto Sanz: en la mesa chica de Cambiemos “nunca se ha planteado ningún tipo de discusión interna” con relación a una PASO presidencial, enfatizó el presidente del Consejo Nacional del PRO, Humberto Schiavoni.

El debate, de todos modos, posiblemente continúe.

(*): Noticias Argentinas.

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