Por el atraso en la tarifas y la demoras en los pagos de las obras sociales, muchos transportistas dejaron la actividad y no se llega a cubrir la demanda. Buscan modificar una regulación local para aliviar la situación.
La problemática del transporte para personas con discapacidad se agudizó en los últimos tiempos en Mar del Plata. No sólo por el atraso en las tarifas y en los pagos, sino porque muchos transportistas dejaron la actividad y otros mantienen sus vehículos inactivos por la situación económica.
En la Asociación de Transportistas de Personas con Discapacidad (Atpcd) señalaron que en Mar del Plata hay un 40% menos de vehículos que los que había antes de la pandemia. De ese porcentaje, un 30% directamente abandonó la actividad y un 10% está con si transporte detenido.
En Mar del Plata hay cerca de 300 licencias habilitadas para transporte de personas con discapacidad pero en la actualidad estiman que no son más de 150 las que están en actividad.
Como en muchos otros rubros, la pandemia agravó una problemática que ya existía. Una de la raíces del conflicto puede encontrarse en el atraso en los pagos que mantienen muchas obras sociales con los prestadores lo que ha motivado múltiples reclamos en los últimos años. Además, la tarifa por kilómetro recorrido que fija el gobierno nacional quedó atrasada según los prestadores lo que vuelve “inviable” la ecuación económica.
Esta situación genera innumerables inconvenientes para las personas con discapacidad: muchos directamente no pueden ir a hacer sus actividades.
“Hay chicos que no consiguen transporte. El teléfono nos estalla, pero no da la capacidad para hacerlo”, explicó el dirigente de la Asociación, Juan Goldart y agregó que la situación tiende a agravarse porque “no hay chances de recuperar el capital”. “La mayoría de los transportistas tenemos dos trabajos porque con esto sólo no alcanza” graficó.
La tarifa por kilómetro que fija el gobierno “está atrasada”. “Si bien se van dando aumentos por la inflación, el valor viene retrasado desde hace mucho tiempo por lo que siempre corremos de atrás”, indicó Goldart.
Ante esta situación, el transportista resaltó que para sobrellevar esa situación, piden un “reajuste de emergencia”.
En tanto, el atraso en el pago de muchas obras sociales agrava el problema ya que “cada una tiene tiempos diferentes”.
Capacidad reducida
Esta problemática no es exclusividad de Mar del Plata ya que sucede en gran parte del país. Sin embargo, una regulación municipal complica aún más la rentabilidad de los transportistas. La ordenanza que reglamenta la actividad indica que tiene que haber una entrada y una salida con algunas características para las sillas de ruedas que reduce mucho la capacidad del vehículo. “En un transporte, hoy podés llevar cuatro butacas ya que la capacidad es muy reducida”, contó Goldart.
En ese sentido, confirmó que se está trabajando con el municipio para lograr una modificación en la ordenanza. “No es una solución pero sí una luz de esperanza”, resumió.
Por último, consideró que si no hay una solución de fondo o algún paliativo, la situación “se va agravar” y pronosticó que para fin de año habrán un 10% menos de transportistas