La historia detrás de los crímenes en el barrio Centenario.
En julio de 2014 fue atacado a tiros un joven llamado Bruno Binasco (17) en cercanías del barrio Centenario. Después de permanecer internado varias semanas, el 26 de agosto falleció.
La autoría del crimen fue adjudicada al entorno de los Pili y las represalias no ser harían esperar. Binasco conocía a otros menores del barrio y se juntaban habitualmente en la zona de Chile y San Lorenzo, algo alejado del radio de acción de los Pili que es Alvarado hacia el sector de Teodoro Bronzini. Pero en el barrio Centenario nada queda lejos.
Los Pili, un clan familiar conocido por estar vinculado al delito y a la venta de drogas desde hace años, ya habían perdido a un integrante en 2013. El 4 de marzo de ese año Alberto Pili murió de un disparo en el pecho y entre su vestimenta los forenses encontraron dinero y pequeñas dosis de cocaína para comercializar.
Lo cierto es que las aguas estaban divididas en el Centenario. Y por ello fue que mientras el cuerpo de Bruno Binasco era velado en una casa fúnebre alguien se dirigió hasta la casa de los Pili y asesinó José Manuel, de 42. El crimen fue el 27 de agosto y días después fue detenido Mauricio Binasco, el padre de Bruno.
Binasco, que había cumplido condena por participar de un violento asalto en Tandil donde fueron asesinados dos custodios de seguridad, fue desvinculado del crimen de Pili, pero el enfrentamiento de los amigos de su hijo con ese clan familiar quedó sellado hasta estos días.
Entre esos amigos estaba el menor que en septiembre del 2015 interviniera en el asesinato del taxista Rubén Cufré (52), quien recibió un tiro en el pecho cuando transitaba con su automóvil por Tierra del Fuego casi Alvarado. Frente a la casa de los Pili.
Otro de los amigos de Bruno Binasco era el adolescente al que se lo conoce como “El menor de las 40 causas judiciales”, quien se hizo célebre en el mundo del hampa juvenil por su violencia, determinación para delinquir y precocidad. Hoy cuenta con 16 años y está preso porque apenas alcanzó la edad de imputabilidad cometió dos hechos. Al menos dos que le pudieron probar: un asalto en la zona de Parque Luro en la que hirió a un niño de un disparo y el ataque a otro hombre por la espalda. También a los tiros y en el barrio Centenario.
Ese hombre atacado a fin del año último resultó ser Carlos Pili (26), hermano de los otros dos asesinados anteriormente y del que murió en la madrugada de ayer. Carlos Pili suele utilizar un cuatriciclo adaptado ya que es discapacitado.
En las últimas horas, la muerte de Marcelo Pili fue adjudicada al menor que participó en el crimen del taxista Cufré, y el círculo vuelve a cerrarse. Aunque se trata de un círculo que tiende a abrirse cada tanto.