Unas 20 mil personas participaron de la 63° edición de la tradicional bicicleteada. Como todos los años, hubo música y rodados decorados especialmente para darle la bienvenida a la nueva estación.
La 63° Caravana de la Primavera “inundó” de color y alegría este domingo las calles de Mar del Plata, con unas 20 mil personas que participaron de la tradicional bicicleteada para darle la bienvenida a la nueva estación.
Como ocurre habitualmente en esta fiesta popular, además de la impactante postal que generó la multitud que participó del evento, fueron un espectáculo aparte las decoraciones de las bicicletas con flores y guirnaldas, como así también los ciclistas de todas las edades que fueron más allá y se vistieron especialmente para la ocasión con sombreros o pelucas estridentes.
Este año se celebró “la primera caravana desde que somos campeones del mundo”, en clara alusión al título obtenido por la selección de fútbol en Qatar 2022, por lo que no faltaron las banderas y las camisetas de Argentina.
La concentración para la bicicleteada fue en Matheu y Salta, donde se encuentra ubicada la sede del Oratorio Juvenil Pequeño Mundo, el ente encargado de la organización de este tradicional evento, y allí desde las 7.30 comenzaron a llegar los ciclistas.
A pesar de que la mañana estuvo algo fresca y que el cielo se tornó nublado, quienes participaron de la actividad le pusieron color a la jornada y le hicieron honor al lema que este año tuvo la Caravana: “Seamos ola de entusiasmo que transforme lo cotidiano”.
“Fueron tres meses trabajando para una nueva Caravana de la Primavera, para que la gente pase un día especial, un día distinto. Tratamos de ser positivos y ponerle color y entusiasmo a la vida”, le indicó uno de los jóvenes organizadores, Lautaro Spadavecchia, a LA CAPITAL.
“Tuvimos cerca de dos mil inscriptos, que es el número habitual, pero la asistencia fue de unas 20 mil personas”, agregó Spadavecchía.
Lautaro Spadavecchia, uno de los organizadores de la Caravana.
Cabe recordar que la inscripción les permitía a los ciclistas acceder a un “solapín”, que este año costaba 800 pesos e incluía un vaso de gaseosa, un helado, la chance de participar en el sorteo de una bicicleta y acceso a micros.
Parte de la historia
Entre los presentes en la largada de la Caravana se encontraba el intendente Guillermo Montenegro, quien llegó con su bicicleta y sostuvo que este evento es “parte de la historia de la ciudad”.
“Me divierte venir, lo hacía con mi viejo, así que me encanta participar. Habitualmente lo comparto con mis hijos, pero esta vez estaban engripados”, contó Montenegro.
Además de considerar que la Caravana es “parte de la historia de la ciudad”, el jefe comunal destacó que “también es un evento muy solidario, con lo que hacen los chicos de Pequeño Mundo”. “Además te reencontrás con amigos que quizás veas una vez al año. Es todo bueno”, añadió el intendente con entusiasmo, previo a la largada y a sumarse a una impactante columna de ciclistas que participó de la iniciativa.
Montenegro volvió a participar de la Caravana de la Primavera.
El recorrido
La histórica bicicleteada realizó el mismo recorrido de todos los años. Los ciclistas salieron cerca de las 9 desde Matheu y Salta, para doblar por Independencia hasta Juan B. Justo y dirigirse por esa avenida a la costa y, desde ahí, hasta el autocamping “El Faro”, en el sur de la ciudad, donde descansaron y disfrutaron de la música de bandas en vivo.
Para que la “marea humana” que participó del evento pueda trasladarse con tranquilidad, intervino Tránsito municipal, realizando los cortes pertinentes, como así también participó Defensa Civil, Policía y personal de SAME y la Cruz Roja, en caso de que se requiere su accionar ante cualquier incidente.
Sin embargo, el recorrido fue una fiesta con animadores que arengaban a la multitud, como así también con música alegre que sonaba por altoparlantes en vehículos que guiaban a la Caravana.
El regreso se realizó por el camino costero, hasta la avenida Luro, para recorrerla en sentido contrario al tránsito vehicular -que estuvo cortado- para llegar hasta el monumento a San Martín, donde se leyó una documento final en el marco del acto de clausura.
De esta forma, grupos de familias, amigos y ciclistas de todas las edades disfrutaron de una jornada amena, pedaleando por las calles de la ciudad y recibiendo a la primavera en un evento tradicional de Mar del Plata.