Policiales

Una marca hallada en la cara de Fernando fue provocada por una zapatilla de Máximo Thomsen

Una de las dos improntas detectadas en el rostro del joven asesinado en Villa Gesell corresponde a una zapatilla "Cyclone", que a su vez coincide con las huellas de pie tomadas al rugbier. No significa que esa haya sido la "patada mortal" o la que produjo la muerte de Báez Sosa.

Una de las huellas de zapatilla que tenía en el rostro Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes de puño y patadas frente al boliche Le Brique de Villa Gesell el 18 de enero último, corresponde a la zapatilla del rugbier detenido Máximo Thomsen, informaron hoy fuentes judiciales.

De acuerdo al resultado de las pericias scopométricas realizadas en el laboratorio de la Policía Federal Argentina (PFA) de Mar del Plata, una de las dos improntas detectadas en el rostro del joven asesinado corresponde a una zapatilla “Cyclone”, que a su vez coincide con las huellas de pie tomadas al rugbier Thomsen, detallaron los voceros.

Había dos improntas en el rostro de la victima: una no se pudo establecer porque era muy chiquita y, la otra, se estableció que coincide con unas zapatillas Cyclone secuestradas y que coinciden con el pie de Thomsen“, dijo a Télam un vocero con acceso al expediente.

Las fuentes dijeron que si bien este dato surgido de los estudios periciales es de suma relevancia en la causa, aclararon que eso no significa que esa haya sido la “patada mortal” o la que produjo la muerte de Fernando.

“La Justicia siempre sostuvo al valorar el caso que se trató de una coautoría funcional, lo que significa que todos los acusados hicieron un aporte indispensable y que cada uno de esos aportes llevó al resultado muerte, al homicidio. No hubo una sola patada mortal sino que todos los golpes fueron mortales”, expresó otro vocero vinculado a la causa al referirse a la responsabilidad de los ocho rugbiers detenidos.

Las pericias scopométricas sobre los calzados de los rugbiers habían comenzado el pasado 29 de mayo en el laboratorio de PFA de Mar del Plata y se conocieron a horas de que se cumplan seis meses del asesinato de Báez Sosa.

El objetivo inicial de ese estudio era precisamente cotejar las huellas de las zapatillas secuestradas en la vivienda que los acusados alquilaban en Villa Gesell con una impronta hallada en la cara de Báez Sosa.

Para poder completar el peritaje, la fiscal de la causa, Verónica Zamboni, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 5 gesellina, ordenó la toma de nuevas huellas plantares de los ocho rugbiers detenidos en la Alcaidía de Melchor Romero, para determinar el tipo de pisada y precisar cuál de ellos es el dueño del calzado que impactó la cara de la víctima.

Por el crimen de Fernando se encuentran detenidos y ya procesados por el juez de Villa Gesell, David Mancinelli, los Thomsen (20), Ciro Pertosi (20), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (21), Enzo Comelli (20), Matías Benicelli (20), Blas Cinalli (19) y Ayrton Viollaz (21), considerados coautores del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.

Además, están acusados como “participe necesario” Juan Pedro Guarino (19) y Alejo Milanesi (19), quienes fueron excarcelados.

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