"El único recuerdo que tengo es que cuando me desperté un 4 de julio tenía un espacio vacío. Me agarró un ataque y llamé a las enfermeras desesperada", relató.
Una joven de 31 años denunció que, tras permanecer diez días en coma, tuvieron que amputarle una pierna a causa de la infección generalizada que le provocó una liposucción y adelantó que iniciará un juicio por mala praxis contra el médico que la operó.
“El único recuerdo que tengo es que cuando me desperté un 4 de julio tenía un espacio vacío. Me agarró un ataque y llamé a las enfermeras desesperada, no podía creer que me faltaba media pierna”, relató la joven a Télam.
Mariela Ayala, quien vive en el partido bonaerense de Quilmes, contó que había decidido “regalarse” la cirugía estética de liposucción de abdomen con transferencia a glúteos para su cumpleaños número 31.
La joven aseguró que, luego de ser intervenida, pasó dos días con fiebre y un intenso dolor en las lumbares. Fue entonces que fue derivada a la guardia del Hospital Médico Provincial Churruca, donde entró en coma y despertó a los diez días sin su pierna derecha.
“Cumplí años el 6 de junio y este doctor fue el único que encontré por internet que tenía la fecha más próxima para operarme, el 13 de junio. Tuve la entrevista en su consultorio privado pero me operó en el Instituto Quirúrgico Láser. Me hizo hacer análisis de sangre y un electrocardiograma un día antes y salió todo bien, pero a los dos días de la operación estaba mal, con fiebre, se me hincharon las piernas y me dolía mucho la parte lumbar”, recordó la joven.
Ayala contó que fue el propio médico quien le recomendó “que fuera a una guardia para atenderme lo más rápido posible” cuando lo llamó para consultarle por los dolores que sufría luego de la operación.
Como ella está desempleada y su papá es policía retirado, decidió concurrir al servicio de urgencia del Hospital Churruca.
Según le contaron sus familiares, al llegar a la clínica tuvo un shock séptico por una infección generalizada y de allí fue trasladada a terapia intensiva. “Estuve 10 días en coma”, aseguró.
“No había posibilidad de vida, les dijeron a mis padres que me despidieran porque no pasaba la noche, hasta que encontraron un medicamento que alivió la infección pero como no bajaba la de mi pierna derecha tuvieron que amputarla”, detalló Ayala a la salida de su tratamiento de rehabilitación en el centro médico, quien además se encuentra con asistencia psiquiátrica y psicológica.
“Solo quiero que si otra persona sufrió mala praxis con este hombre que no tenga miedo de denunciarlo y que se fijen dónde se operan, que no busquen por internet o lo hagan porque es económico”, dijo Ayala.
La joven agregó que pagó 30.000 pesos por la operación y que su madre la había acompañado al centro médico para conocer al médico. “Me fui a vivir con mi novio, lejos de la casa de mis padres porque recordaba todo el tiempo como era antes”, dijo.
Por su parte, el abogado de la joven, Gabriel Van Kemenade, informó que iniciaron “una mediación civil sujeta a secreto” contra el médico porque “no posee una clínica a su nombre sino que alquila las instalaciones del Instituto Quirúrgico Láser en el barrio de Colegiales adonde operó a mi clienta”, informó a Télam.
El letrado detalló además que realizarán una denuncia penal contra el médico por “lesiones gravísimas” por la amputación sufrida del miembro inferior de la joven, luego de que los médicos legistas confirmaran que se trató de un claro caso de “mala praxis”.
Con respecto a las responsabilidades que pudieran caberle al instituto privado donde fue intervenida o al Hospital Churruca, consideró que eso derivará de la investigación y del descargo que realice el doctor.
“Tengo que velar primero por la integridad psíquica de mi clienta, es duro revivir el episodio traumático que vivió, pero en estos días radicaremos la denuncia en la Justicia”, indicó.