Los 30º4 fueron la temperatura máxima registrada ayer y, de acuerdo al pronóstico climático, el calor continuará hoy hasta la tarde. Para la noche se anuncia descenso de la temperatura, pero se podrá disfrutar de un domingo a pleno sol.
Con más de 30º, ayer fue la jornada más calurosa del mes y de lo que va de la primavera, ya que el viento del sector norte aumentó la sensación de agobio que invadió a la ciudad. Pero, a diferencia de otros puntos geográficos, los habitantes de Mar del Plata tuvieron el remanso del mar y muchos se instalaron en la playa desde temprano.
Así las cosas, el sábado se convirtió en la jornada más calurosa de noviembre y de la primavera aunque hoy puede superarse la marca térmica ya que el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), anunció “nublado, caluroso y húmedo, con viento del cuadrante noroeste rotando al sur hacia la tarde, y una máxima estimada en 30º”. Sin embargo, para la noche dominguera se espera descenso de la temperatura debido a la rotación del viento hacia el sur, con probables tormentas y marcado descenso de la temperatura para el comienzo de la semana laboral.
Durante la mañana, la perspectiva de un sábado caluroso se anunciaba al mirar el termómetro que, con el correr de las horas, determinó que 30º4 fuera la temperatura máxima a las 15.40, de acuerdo al SMN.
Así, como sucede los fines de semana el sector costero se pobló de deportistas que poco a poco se fueron cruzando con aquellos que directamente optaron por bajar a la playa, muchos de ellos cargados con sombrilla, sillitas y hasta heladeritas, tal como una imagen de pleno verano.
La postal se repitió en diversos sectores costeros, de norte a sur, como también la instalación en los toldos de los balnearios que, en la mayoría de los casos, están terminando de armar los sectores de alquiler de sombra.
“Ya debutamos -dijo Marta- aunque no estén listas las piletas ni terminadas de armar las carpas, pero el día está especial y además tenemos que empezar a amortizar el alquiler”. A su lado, sus nietos Nicolás y Leo se reían mientras juntaban fuerzas para volver al mar debido a que “está un poco frío”, según las descripción de los chicos.
A pocas carpas de distancia, pero sentados alrededor de la mesa que albergaba a las fichas de dominó, Oscar y su amigo Gerardo contaron que “nosotros venimos cada vez que el clima lo permite”, mientras sus torsos bronceados parecían dar fe de los dichos.
“Esperemos que se estabilice -señaló Graciela, esposa de uno de ellos- porque la semana pasada tuvimos que andar con campera y hoy volvimos a meternos en el mar. Es una cosa de no entender”.
Descanso soleado
Con una sillita playera en cada mano, Manuel se retiraba de uno de los balnearios de La Perla cerca de las 18 seguido en fila india por parte de su familia, con quienes había pasado el sábado al sol. Uno de los chicos llevaba la heladerita mientras la mujer transportaba una sombrilla recién estrenada.
“Acá -contó Jésica, mientras enfilaba hacia la escalera- todos colaboramos, si no tenemos que bajar a la arena con un carrito porque hay que traer de todo para pasar el día”.
El peregrinaje hacia el mar se pudo observar de norte a sur. Mientras que la mayoría de los balnearios de Punta Mogotes vieron poblarse sus estacionamientos vehiculares, y en algunos casos no pudieron albergar a sus clientes en los toldos porque no estaban terminados de armar todos los pasillos, en los distintos sectores de Playa Grande el lleno fue casi total después del mediodía.
Situación similar se vivió en Varese y en las playas céntricas, en tanto que los distintos balnearios de La Perla vivieron una ocupación bastante similar a la ostentada durante el verano.
“Con un día como hoy -aseguró uno de los concesionarios de La Perla- vienen todos, los clientes y los que van al sector público. Esperemos que se mantenga la temperatura y que dure todo el verano, porque el clima es fundamental para nosotros”.
Perspectiva
Los adolescentes Manuel, Joaquín y Sebastián mostraban las marcas del sol en su cuerpo que, ante la ausencia de protector, los había dejado colorados y hasta había tapado las marcas de las mangas de las remeras.
“Quedamos como camarones -describió uno de ellos- pero es que nos pasamos el día al sol y hasta nos metimos en el agua. Mañana (por hoy) pensamos cuidarnos más”.
El mar, en tanto, mostró poco oleaje como consecuencia del viento del sector norte que no propició la práctica de deportes acuáticos como el surf, aunque los amantes del SUP disfrutaron de esas condiciones, especialmente en sectores como Varese.
El cuarto creciente de la luna ya se dibujaba en el cielo pero las chicas igual permanecían sobre la arena. “Ya tomamos mate, ahora ya va siendo hora de algo más espirituoso”, bromeó Lorena mientras posaba para la “selfie”.