La cifra registró un aumento de 2,5% en relación con mayo, 25,3% desde que comenzó el año y 50,6% en los últimos doce meses, según el Indec.
Una familia integrada por dos mayores y dos niños necesitó en junio $31.934,44 para cubrir la Canasta Básica Total y no quedar por debajo de la línea de la pobreza, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Esa cifra registró un aumento de 2,5% en relación con mayo, 25,3% desde que comenzó el año y 50,6% en los últimos doce meses, según el organismo.
Ese mismo núcleo familiar requirió $12.773,78 para adquirir la cantidad mínima de comida que integra la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y no caer por debajo de la línea de indigencia.
El valor de esa Canasta en junio aumentó 2,9% con relación a la de mayo, 25,3% en el primer semestre y 57,3% respecto a junio del año pasado.
El último registro del Indec, correspondiente al segundo semestre del año pasado, dio cuenta que 32% de los habitantes estaban debajo de la línea de pobreza y, entre ellos, 6,7% eran indigentes.
Para el 30 de septiembre, el Indec tiene previsto informar los datos de la medición del primer semestre del año, signado por una caída de 2,6% del Producto Bruto Interno (PBI).
Un estudio realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad de La Plata y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dio cuenta que la reducción de la pobreza extrema en la Argentina puede llevar hasta 20 años.
Para eso es necesario que el país se mantenga en un sendero de crecimiento económico de 3% constante, y que además, se combine con políticas activas del Estado, escenario que generalmente no se produce en Argentina.
Según el estudio, para que Argentina pudiera volver a tener niveles de pobreza comparables que los que había en la década del 70, previos a que entrara en crisis el modelo de crecimiento endógeno basado en sustitución de importaciones, se demoraría 20 años creciendo a tasas razonables de 3%, compatibles con un modelo macroeconómico sustentable.
Según el trabajo, “con un crecimiento del PBI per cápita de 1%, la pobreza caería a 27% en cinco años (con respecto a 2018); a 24,5% en diez años y a 20% en 20 años”.
“Una tasa de crecimiento de 3% anual permitiría reducir la pobreza de 30% a 25,8% en 5 años, a 16% en 10 años y a 9% en dos décadas; con una tasa de crecimiento económico muy alta (5% anual), la pobreza podría caer de 30% en 2018 a cerca de 20% en 2023”, agregó.
Y afirmó que “si esos valores se mantuvieran un lustro más, la pobreza podría caer a alrededor de 10% en 2028, y con una década adicional de crecimiento, la pobreza podría reducirse a menos del 4%”.
“Sólo en un escenario de crecimiento sostenido a tasas altas durante dos décadas, la pobreza de ingresos quedaría reducida a un grupo poblacional pequeño”, agregó el informe.
Además, concluye, “la mayoría de los adultos que se encuentran en situación de pobreza crónica trabaja; sin embargo, su inserción en el mercado laboral se da en condiciones más precarias: 35% declara no tener un trabajo fijo y pocos tienen un empleo con derecho a jubilación (33%) y seguro de salud (36%)”.