Son unos 500.000 litros mensuales, según datos de la Cámara de Cervecerías de Mar del Plata. Promueven proyectos para declararla capital provincial y evalúan beneficios impositivos para alentar la producción.
Con una producción mensual de 500 mil litros, que representa un tercio de la nacional, Mar del Plata es la ciudad del país que mejor refleja el auge de la cerveza artesanal, según datos de la Cámara de Cervecerías local.
Unas 20 fábricas, 35 locales gastronómicos que la tienen como principal atractivo y cerca de 1.000 empleados componen un sector que no para de crecer. Esa perspectiva ya empezó a ser reconocida por el poder político, que comenzó a esbozar alternativas para impulsar la producción y proteger la calidad de los productos.
“La cerveza artesanal tiene un crecimiento exponencial no solo en Mar del Plata sino en Argentina, y ha sucedido lo mismo en muchos lugares del mundo. Es un cambio en el hábito de consumo de la gente, que refinó su paladar hacia la cerveza artesanal”, explicó en una jornada de trabajo que se realizó en el Concejo Deliberante el titular de la Cámara, Pablo Rodríguez, quien en 1998 fue uno de los fundadores de Antares.
A su entender, las 20 fábricas que hay en la ciudad representan “un número dinámico” porque “todos los meses hay cuatro o cinco proyectos nuevos”.
El mercado de la cerveza artesanal representa en el país el 1% del total del mercado de la cerveza, según cifras de la Cámara. “Pero en Mar del Plata podemos pensar que más del 5% del consumo de cerveza es cerveza artesanal, y si miramos la explotación gastronómica, ese porcentaje de participación es mucho mayor”, diferenció Rodríguez.
Una recorrida por la tardecita de la ciudad basta para apreciar ese crecimiento: en las zonas de Güemes, Alem, Yrigoyen e incluso Constitución son cada vez más los locales nocturnos que tienen como vedette su propia cerveza artesanal. Y que se llenan incluso los días de semana gracias a sus promociones: en la mayoría impera el “happy hour” entre las 19 y las 21, es decir, la consumición de dos pintas al precio de una.
Otros, en cambio, prefieren llevar su botellón (previamente adquirido) y recargarlo para compartirlo en casa, una tendencia que ya se impuso en Mar del Plata.
“Todo esto da trabajo a aproximadamente 900 personas y mucho más si contamos a los que trabajan en calderería, sanitarios, metalúrgicos, nuevos proyectos de producción de lúpulo e insumos para cerveza”, comentó Rodríguez.
Un signo de la afirmación del sector se aprecia en la cantidad de miembros de la cámara: de las ocho cervecerías iniciales (la entidad se formó hace 12 años) pasarán a ser este año “17 o 18”, estimó Rodríguez. Y acotó: “Los objetivos de la cámara son ayudar a mejorar la calidad de la cerveza de todos los productores, proteger la actividad del emprendedor cervecero y promover la categoría en nuestra ciudad”.
¿Capital provincial?
Aunque los empresarios del sector están convencidos de que Mar del Plata es la “capital nacional” de la cerveza artesanal, en los hechos hay que ir por partes. Por eso los diputados del Frente para la Victoria Juan Manuel Cheppi y Alejandra Martínez presentaron un proyecto para declarar a Mar del Plata “Capital Provincial de la Cerveza Artesanal”.
Entre los argumentos, los legisladores precisaron que el 20% de la cerveza que se consume en bares y restaurantes locales es artesanal y que dos de los principales fabricantes de equipos y proveedores de servicios de ingeniería para el desarrollo de la actividad están radicados en la ciudad.
Martínez explicó que Mar del Plata ya es el principal polo productor de cerveza artesanal de la provincia de Buenos Aires, “lo que la convierte en una referencia a nivel nacional y la deja a la altura de liderar las acciones que pongan un cauce a la demanda creciente”.
El proyecto, según comentó, busca favorecer la creación de espacios de encuentro entre los productores para el intercambio de experiencias y capacitación, instrumentos fundamentales para garantizar un crecimiento conjunto.
El auge del sector, acotó Cheppi, se traduce en “más trabajo, más producción y más industria”; en otras palabras, en “lo que Mar del Plata necesita”.
Impuestos que complican
Rodríguez explicó que la cerveza paga un 8,7% extra de impuestos internos. “Es un impuesto muy alto y hemos visto que algunas categorías, como la de los vinos espumantes, fueron recientemente eximidos de impuestos internos para promover su producción”, indicó. Y dijo que la cerveza artesanal tiene que ir en esa dirección. Lo mismo que con el 5% de impuesto a los ingresos brutos, “ya que todas las actividades productivas de la provincia están exentas”.
La presidenta del bloque radical en el Concejo Deliberante, Cristina Coria, percibió el florecimiento del sector y presentó un proyecto de ordenanza para crear un programa de promoción a la producción local.
“La idea es fortalecer a un sector productivo que genera actividad y empleo, y contribuye con el desarrollo del perfil turístico de la ciudad, trabajando la comuna con los microcerveceros en la elaboración de un plan estratégico
sectorial, en pos de la creación de una marca artesanal marplatense”, fundamentó.
La intención es que los beneficiarios directos sean todas las empresas de capital local radicadas e inscriptas en el distrito, que acrediten dos o más años de residentes, y cuyos procesos de elaboración se realicen íntegramente dentro del distrito.
El primer paso legislativo fue dado por el Concejo a fines del año pasado, a través de la ordenanza 22532, impulsada por Coria y el entonces concejal Pablo Retamoza (Frente para la Victoria), por la cual se definieron las cinco características que tiene que tener una cerveza para ser considerada “artesanal”:
* Que no se utilicen en su producción aditivos alimentarios.
* Que esté adicionada únicamente con ingredientes naturales.
* Que la elaboración sea de manera manual o semiautomática.
* Que, si llevan jugo o extractos de frutas, éstos sean previamente pasteurizados.
* Que la carbonatación sea de origen natural o con gases autorizados por el Código Alimentario Argentino.
Difusión y promoción
Si en algo coinciden políticos y empresarios cuando hablan del auge de la cerveza artesanal es que Mar del Plata necesita una fiesta o un festival para promocionar el producto, lo que se convertiría en un atractivo más en el de por sí variado calendario turístico local.
“Nos parece que tenemos que armar un calendario cervecero local anual, que tenga por lo menos un par de festivales grandes, puede ser uno en invierno y otro en verano. Y otras tareas como los tours cerveceros, las visitas a las fábricas”, mencionan en la cámara.
En una recorrida por cervecerías se pueden distinguir los insumos clave de la elaboración, como la malta y el lúpulo, así como las máquinas que permiten el proceso de fermentación y cocción hasta su embotellado.
Con todo esto, según los empresarios, “no es un delirio” proyectar que la cerveza artesanal pueda alcanzar en la ciudad los dos dígitos de participación en el mercado cervecero.