El viernes pasado la Policía Federal Argentina efectuó más de 20 allanamientos en diferentes lugares del país. Uno consistió en requisar una celda de la UPN°15 de Batán, donde un preso de origen peruano fue notificado de la investigación.
La celda de un recluso de nacionalidad peruana que se encontraba cumpliendo una condena por drogas en la cárcel de Batán fue requisada la semana pasada en el marco de una investigación por venta de estupefacientes por mensajería telefónica.
Se trató de uno de los más de 20 allanamientos realizados por la Policía Federal Argentina en diferentos puntos del país, como la cárcel de Senillosa, en Neuquén, la localidad de Virrey del Pino, en los barrios porteños de La Boca y Balvanera, en el partido de Avellaneda.
Según pudo determinar LA CAPITAL, la pesquisa se inició el año pasado luego de que se detectaran grupos de mensajería en la plataforma Telegram desde donde se ofrecía y comercializaban estupefacientes. La investigación se centró en dos hombres oriundos de Perú que estaban dentro del sistema penitenciario, uno de ellos de 40 años en la Unidad Penal N°15 de Batán y otro en la Unidad Carcelaria V de Senillosa.
El viernes por la mañana, con la autorización de la Justicia Federal de Mar del Plata, efectivos policiales llegaron hasta la cárcel de Batán y allanaron la celda número 11 del Pabellón 13. Se encontraron que los tres ocupantes, entre ellos J.R.E.L., estaban fuera y la puerta permanecía abierta. La requisa arrojó el secuestro de un teléfono celular que, en principio, pertenecería a otro recluso.
Armas secuestradas en los demás allanamientos.
Mientras esto sucedía en Batán, en los demás allanamientos la policía lograba secuestrar 23 plantas de marihuana, 522 gramos de marihuana, 486 gramos de cocaína, 50 gramos de pasta base, 0,5 gramos de ketamina, sustancias de corte, una pistola calibre .22, cinco proyectiles calibre .22, un revólver calibre .38, trece municiones calibre .38, un automóvil, tres teléfonos celulares, 456 mil pesos, 420 euros, 742 dólares, tres teléfonos celulares, dos notebooks y una balanza de precisión.
La banda mixta, que combinaba ciudadanos argentinos con peruanos, quedó desbaratada al ser atrapados ocho de sus miembros. Según pudo saberse, quedaron a disposición de la Justicia tres mujeres y un hombre de nacionalidad peruana y otros tres hombres argentinos. En tanto, los dos reclusos también eran peruanos.
La labor investigativa estableció que buena parte de los estupefacientes eran drogas de diseño que luego tenían como destino final fiestas electrónicas celebradas durante la última temporada de verano en Mar del Plata. Por medio de mensajes de Telegram, la banda vendía cocaína y marihuana al mismo tiempo.