Un grupo de familiares que recibieron las notificaciones positivas de la identificación de los restos de sus seres queridos, llegaron a las islas Malvinas.
En un viaje relámpago de 18 horas, un grupo de 60 familiares, la mayoría adultos mayores provenientes de diferentes partes del país, quienes recibieron las notificaciones positivas de la identificación de los restos de sus seres queridos en el último año, llegaron días atrás a las islas Malvinas.
Partieron de Ezeiza a las 4.30 de la madrugada a bordo de un avión MD83 de la empresa Andes y aterrizaron cerca de las 8 en la base militar de Mount Pleasant, donde funciona el aeropuerto de las islas. La emoción, para entonces, ya estaba a flor de piel.
Desde allí, atravesaron 35 kilómetros en micro hasta el cementerio de Darwin, donde Geoffrey Cardozo enterró en 1982 a los soldados argentinos.
Los familiares desplegaron la bandera argentina en el Cementerio de Darwin (Foto: Víctor Bugge)
Durante la guerra, que duró 74 días, Argentina perdió 649 hombres entre conscriptos, voluntarios y militantes. En las tierras que fueron escenario de combate hay hoy 230 tumbas con una cruz que guardan los restos de 237 caídos. 114 excombatientes fueron identificados, pero 123 NN esperaron más de tres décadas por recuperar su nombre.
Nadie más que la familia de un joven enviado a Malvinas puede describir lo que debe sentirse al pisar ese suelo lejano 37 años después. Esta vez el viaje tuvo un ingrediente especial: por primera vez volvió a desplegarse la bandera argentina en las islas. “Fue desplegar el amor”, dijeron Aro y Cardozo.
Al llegar, algunos necesitaron sillas para mantener la compostura. Lágrimas mezcladas con las primeras sonrisas en años, un shock emocional atravesado por el tiempo y la historia personal. Fotos, cadenitas, cruces, flores, el frío, las preguntas sin respuestas, el silencio, el duelo, el honor, el dolor.
Geoffrey Cardozo, junto a Cata Ferrau, hermana de José Ramón. Foto: Víctor Bugge.
Julio Aro y Geoffrey Cardozo acompañaron este nuevo viaje atravesado por la emoción y la tenacidad en torno a este acuerdo humanitario entre Argentina y el Reino Unido para identificar a los soldados caídos y devolverles el nombre y el honor para evitar el olvido.
Horas antes de partir había pasado algo que volvió a sacudir al grupo. La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación informó que dos nuevos casos de identificación habían dado resultados positivos. Se trataba de los soldados Eduardo Antonio Vallejos y Carlos Alberto Frías. Los familiares de estos caídos fueron notificados mientras esperaban el embarque. Ya son 112 soldados localizados y solo quedan diez casos por identificar. Julio y Geoffrey, juntos, dicen convencidos: “Lo vamos a lograr”.
–“Ya tenemos un premio muy noble que nos da paz: el abrazo de las familias”