Se dividen en dos espacios antagónicos y un tercero que se encuentra entre ambos extremos y oscila según la temática. Todos los distritos comparten la necesidad del giro de recursos.
Los intendentes peronistas del conurbano bonaerense, que se relacionan en una forma muy dispar con los gobiernos nacional de Mauricio Macri y provincial de María Eugenia Vidal, han creado en el esquema de poder del peronismo municipal dos espacios antagónicos y un tercero que se encuentra entre ambos extremos y oscila según la temática en discusión frente a los gobiernos de Cambiemos, aunque en todos los distritos comparten la necesidad del giro de recursos, lo que modera sus posiciones.
A tres meses de la asunción de Vidal en la Provincia luego de 28 años de gobiernos peronistas, el conglomerado homogéneo que configuraban los intendentes como fuerza de apoyo territorial del Frente para la Victoria (FpV) ya no existe más y se encuentra dividido en tres espacios con límites muy endebles y un cuarto que estaría conformado por aquellos jefes comunales que pertenecían al FpV y en 2013 se fueron al Frente Renovador de Sergio Massa.
Todavía golpeados por la derrota electoral pero con un panorama más claro que al momento de discutir el Presupuesto bonaerense en los primeros días del año, los líderes municipales que aún bregan en el peronismo se dividen en tres sectores: el kirchnerismo, los dialoguistas críticos y los justicialistas.
En el kirchnerismo, el espacio que propone una oposición más dura al Gobierno y reafirma la conducción de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, se encuentran los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda), Patricio Mussi (Berazategui), Walter Festa (Moreno), Mario Secco (Ensenada), Ricardo Curutchet (Marcos Paz) y Aníbal Regueiro (Presidente Perón).
En la vereda de enfrente, con una posición de apertura y diálogo responsable ante los gobiernos de Cambiemos, varios intendentes peronistas del Conurbano optaron por distanciarse del kirchnerismo sin irse del PJ y tener una postura cercana a los diputados nacionales del bloque Justicialista y a la que impulsa el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey.
En ese espacio justicialista cercano al macrismo, se encuentran varios intendentes peronistas como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Juan Zabaleta (Hurlingham), Gustavo Menéndez (Merlo), Gabriel Katopodis (San Martín), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Mario Ishii (José C. Paz) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas).
A pesar de que en el inicio del año, este grupo contaba con el apoyo de los intendentes de mayor peso en el PJ como Alberto Descalzo (Ituzaingó), Julio Pereyra (Florencio Varela), Alejandro Granados (Ezeiza) y Verónica Magario (La Matanza) junto al ex jefe comunal y titular del PJ bonaerense Fernando Espinoza.
Con el paso del tiempo y los efectos de las primeras medidas del gobierno nacional y Provincial, Magario y Espinoza abandonaron las declaraciones contra el macrismo y pasaron a la acción territorial contra el aumento de las tarifas eléctricas, lo que marcó un camino para parte de ese sector que si bien abandonó una posición de equilibrio permanente tampoco se unió a la oposición férrea que propugna el kirchnerismo.
La última demostración de que cada uno de los intendentes atienden su propio juego y cada vez existen más diferencias entre ellos según las urgencias de las arcas municipales fue la reunión del pasado jueves de la Federación Argentina de Municipios (FAM) en Formosa, donde Magario y Pereyra asistieron mientras que en paralelo, en la Capital Federal, otro grupo encabezado por Insaurralde se reunió con la ministra de Desarrollo Social de la nación, Carolina Stanley.
En ese mismo momento, Ferraresi, uno de los portavoces actuales del kirchnerismo, recibía a ex funcionarios nacionales para continuar con los preparativos del plenario del FpV el próximo 19 de marzo en Avellaneda.
El esquema atomizado del peronismo en el Conurbano se completa con los massistas Joaquín de la Torre (San Miguel), Luis Andreotti (San Fernando), y Julio Zamora (Tigre).
En las últimas elecciones, el frente Cambiemos logró arrebatarles bastiones históricos al peronismo como Tres de Febrero, Lanús, Quilmes, Berisso, La Plata, General Rodríguez y San Vicente y ahora ya están avanzando para disputar el poder desde la institucionalidad en una FAM paralela.