El pequeño había sido diagnosticado el defecto congénito antes de nacer. Los médicos habían anticipado que sería muy difícil que el niño lograra desplazarse por sus propios medios.
Roman Dinkel, de dos años, fue diagnosticado con espina bífida en la semana veinte de gestación, por lo que esperaban que no pudiera caminar. Gracias al apoyo de sus padres, el pequeño logró superar la dificultad.
“Esperábamos escuchar las cosas normales, este es el tamaño de la cabeza, este es el tamaño de sus pies, todas esas cosas divertidas, pero lo que escuchamos fue que tenía un exceso de líquido en el cerebro y un exceso de líquido en la columna vertebral.», explicó la madre de Roman, Whitney Dinkel.
Esta malformación provoca distintos efectos, entre ellos debilidad en las extremidades inferiores, atrofias de la pierna o pie y dificultades con los reflejos.
A pesar de esto, sus padres no se dieron por vencidos. De esta manera Roman fue sometido a una operación antes de nacer para aumentar sus posibilidades de poder caminar. Además, le compraron a su hijo unas muletas, para que tuviera un suporte con el que intentar desplazarse.
«Tuve que dejarlo caer un par de veces para que él supiera que no estaría allí para cogerlo, y tuvo que aprender a recuperarse», dijo Whitney.
Tras muchos intentos y caídas, el niño logró superarse. En el video de 24 segundos se puede ver a Roman, emocionado, al lograr caminar, persiguiendo a su perra Maggie para mostrarle lo que podía hacer.
Los padres del niño compartieron el video en Facebook, donde se puede ver al niño caminando por el pasillo de su casa.
Tal vez por eso, cuando finalmente caminó después de días de practicar, Roman estaba tan emocionado que quiso mostrar a su perra Maggie, lo que podía hacer. La madre de Roman también estaba emocionada. Publicó el video en Facebook y en solo unas horas, personas de todo el mundo compartieron la alegría de Roman. Con más de 24 millones de reproducciones el video ya fue visto en todo el mundo.