El monumento a San Salvador, símbolo del Puerto de Mar del Plata construido por el escultor Emilio Manescau, en realidad nunca fue terminado. Se pondrá en marcha una ambiciosa "restauración" y su nieta reflejará la obra del su abuelo en un documental coproducido con España.
Por Gonzalo Gobbi
Sin que nadie lo sepa, una de las más características piezas escultóricas de Mar del Plata nunca fue terminada. Conocido popularmente como el “Cristo”, el monumento a San Salvador, patrono de los pescadores, yace inconcluso hace más de 40 años en el extremo de la Escollera Sur. La obra de Emilio Manescau, sin embargo, está próxima a finalizarse gracias a una ambiciosa restauración impulsada por su nieta, una realizadora audiovisual marplatense que rescatará el legado de su abuelo a través de un documental con su mirada, para mostrarle al mundo la huella que el escultor dejó frente al mar, en el interior de la Argentina y también en Europa.
Una coproducción cinematográfica argentino-española ideada por Constanza Manescau se propone acompañar el proceso de finalización de la escultura que hace cuatro décadas, sobre un andamio y soportando fuertes vientos, inició su abuelo Emilio.
La idea ya está en marcha. El proyecto fue presentado en el Festival de Cine de Málaga -donde reside la directora de cine marplatense- y próximamente en el de Melilla, donde a orillas del Mediterráneo comenzará en mayo el rodaje, con valiosos testimonios de coleccionistas y una completa tarea de investigación en museos y archivos de España y Argentina.
Mientras Constanza avanza en España paso a paso en completar el sueño de su abuelo, desde Argentina, el productor Rodolfo Cabrera sigue de cerca con entusiasmo la evolución del proyecto.
En diálogo con LA CAPITAL, Cabrera contó que la idea del documental es “presentar a Emilio Manescau como artista para quienes no lo conocen”, pero el broche de oro y leitmotiv es “lograr culminar esta obra que él no pudo terminar y dejarle el legado que soñó para la ciudad”.
El proyecto despertó un fuerte interés. En España, artistas, coleccionistas y críticos no demoraron en entusiasmarse con la idea de Constanza. De hecho, la joven está recibiendo ayuda de la Dirección de Cultura de la ciudad de Melilla. En Argentina, en tanto, también se logró el apoyo necesario. El Consorcio Portuario de Mar del Plata no dudó en brindar su acompañamiento, ya realizó una puesta en valor del monumento y en los próximos meses, luego del invierno, se encarará la restauración definitiva para terminar la escultura tal como Manescau la soñó.
Emilio Manescau
En términos generales, por razones económicas, al “Cristo” de la Escollera Sur que todo marplatense y turista conoce le quedaron pendientes dos importantes pasos. Manescau pretendía que cuando los pescadores llegaran al Puerto vieran a San Salvador de lejos. Por ello, pensó en un revestimiento de toda la pieza con venecitas blancas y, además, el corazón que lleva en el pecho iba a estar iluminado como un faro. Dos generaciones y más de 40 años después, gracias a su nieta, esas obras se harán realidad.
Rodolfo Cabrera anticipó que en mayo comenzará el rodaje de la parte española del documental, mientras que a fines de este año debería iniciarse el rodaje en Mar del Plata, en simultáneo a la puesta en marcha de la restauración -u obra de finalización-, que demandaría entre dos y tres meses de trabajo. Si todo sale como se espera, el próximo verano la obra podría ser inaugurada y en 2023 se estrenaría el documental, que sus realizadores aspiran a presentar en festivales de cine de Europa y en también en el de Mar del Plata.
El legado de Manescau como escultor se encuentra esparcido por Argentina y Europa. En Mar del Plata, además del “Cristo”, creó el busto de Almirante Brown. La producción audiovisual expondrá la historia de vida y el derrotero del artista, contando cómo llegó a darle forma al monumento próximo a ser restaurado y finalizado.
Busto de Almirante Brown, donado a la Escuela Nacional de Pesca | Mujer desnuda. Escayola. Colección de arte Museo Casa Ibáñez, Melilla
“Desde lo estético, lo cultural y lo patrimonial el monumento tiene una trascendencia muy valiosa. Constanza, como artista y directora de cine, en lo que más se apoya es en terminar la obra, que va a quedar hermosa. Encaró este proceso con muchísima pasión y talento y le pone gran empeño y dedicación con el objetivo de que la obra de su abuelo quede terminada como la soñó”, contó el productor.
Así, el documental funcionará como una herramienta de expresión, desde lo artístico y lo humano. Mostrará que la gigante escultura en el extremo de la Escollera Sur es mucho más que una bella pieza de cemento. Rescatará el alma de la obra y el de su creador, permitiendo cerrar el capítulo que Emilio Manescau comenzó a esculpir hace cuatro décadas y que su nieta completará para mostrarle al mundo quién fue su abuelo, y el amor y la pasión que le puso a cada una de sus creaciones.