Opinión

Un golpe al corazón del gobierno municipal

por Sebastián Cangiano

La detención de Emiliano Giri, el funcionario más fuerte del gobierno del intendente Carlos Arroyo, es el golpe más duro que afronta el jefe comunal que, a la luz del reciente caso del titular del Emvial, Miguel Angel Guzmán, quien fue echado por el papelón de la camioneta, no tuvo otra alternativa que pedirle que de un paso al costado.

En realidad, se informó que fue Giri el que pidió renunciar, según un comunicado oficial difundido anoche por la comuna.

Tras los dichos del fiscal del caso, y los trascendidos que surgen desde el juzgado de La Plata, no aparece como sencilla la situación de Giri, el referente del PRO en Mar del Plata y verdadero hacedor de la candidatura de Arroyo para intendente. Fue él quien convenció a la actual gobernadora María Eugenia Vidal de presentar dos candidatos en las PASO, y así el doctor Arroyo terminó no solo ganando esa interna desplazando a Vilma Baragiola, sino finalmente ungido intendente. Giri tenía tres dependencias a su cargo, con un ente autorizado por el Concejo Deliberante solo con los votos del oficialismo. El hombre que hoy aparece en todos los noticieros del país manejaba hasta ayer el Deporte, la Cultura y el Turismo de la ciudad.

El desconcierto, ni bien se conoció la noticia, se apoderó de todos en el palacio municipal. De hecho, fue un papelón la comunicación oficial. En un comunicado a media mañana se indicó que Giri se había trasladado a La Plata a “interiorizarse sobre una causa en la cual lo involucran”. En ese mismo instante, el fiscal de la causa confirmaba la detención en diálolgo con María Delia Sebastiani por LU6, Radio Atlántica. En la provincia también todo era sorpresa, mientras en las redes sociales se difundía aquel video del Mundial de Brasil en el cual Giri se ufanaba de esquivar a la AFIP.

Giri se convirtió en el primer procesado de Cambiemos. Su detención tuvo repercusiones inmediatas tanto en el gobierno provincial como nacional. “Es un golpe duro para el PRO”, aseveró anoche un legislador nacional cercano a Mauricio Macri.

Un sueño truncado

Emiliano Giri, quien construyó parte de su carrera política a caballo de una campaña para trasladar la cárcel de Batán, soñaba con ser el sucesor de Carlos Arroyo. “Voy a ser el próximo intendente”, le confiaba a sus allegados, entre ellos a José “Pepe” Scioli, ex compañero de ruta política y en ese marco ya construía su porvenir desde la función pública.

Ayer se escucharon las versiones más disparatadas a la hora de analizar lo que estaba sucediendo. El desconcierto se apoderó de los principales funcionarios que intentaban contactarse con el mismo Giri para saber que hacer. Guillermo Arroyo, concejal e hijo del intendente, iba y venía desde el despacho del jefe comunal al Concejo como interlocutor trayendo las malas noticias: el pedido de renuncia era unánime. Ya por la tarde se señalaba que el mismo Giri había presentado su renuncia. Pese a haberle señalado a LA CAPITAL que era inocente, y que nada tenía que ver con el caso, el funcionario se quebró al recibir noticias desde Mar del Plata donde el tema acaparaba la atención de todos los medios. Todo parece haber llegado a su fin en estas horas. Los partidos políticos locales pidieron su renuncia a coro. Ver la foto de Giri esposado tiene un impacto político conmovedor. En menos de cien días de gobierno se convirtió en el tercer funcionario de Arroyo que se va. Arrancó con el secretario de Seguridad, Julio Razona, continuó con el papelón del titular del Emvial, Miguel Angel Guzmán, y ayer Giri puso el corolario. Es sin dudas un hecho de gravedad institucional. Más teniendo en cuenta que el doctor Carlos Arroyo tuvo como bandera de campaña la honestidad.

La imágen de Mar del Plata fue manchada en la víspera. Todos los noticieros y medios del país se ocuparon de esta triste situación.

Debe primar la sensatez y desde el gobierno municipal superarse este golpe al corazón de un gobierno que pierde a uno de sus pilares. Un funcionario que a la vez tenía línea directa con la gobernadora y con las máximas autoridades del PRO, el partido gobernante. Para él se terminó la carrera política, Para el intendente, a quien anoche se veía “muy golpeado” por la situación, arranca una nueva etapa.

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