Uno a uno ante Universidad Católica. Fue un tiempo para cada uno. El empate dejó en una situación complicada al equipo de Aguirre.
San Lorenzo quedó muy complicado anoche en el Grupo 4 de la Copa Libertadores de América porque dejó pasar un primer tiempo muy favorable y la Universidad Católica, que reaccionó, le empató 1-1 en el Estadio San Carlos de Apoquindo.
Por la tercera fecha de la zona, el equipo del uruguayo Diego Aguirre se impuso en el parcial 1-0, por un aporte de Nicolás Blandi, a los 19 minutos, pero, a poco de comenzado el segundo período, niveló el santafesino Diego Buonanotte.
La situación preocupante en la tabla la tiene San Lorenzo porque se trata del único punto que cosechó, puesto que había perdido 4-0 como visitante de Flamengo y 1-0 en su propio estadio ante Paranaense.
El “ciclón” le dio forma en el primer período a una producción interesante porque alcanzaron niveles importantes el conductor Néstor Ortigoza y futbolistas desequilibrantes como Ezequiel Cerutti y Fernando Belluschi.
Pero sólo convirtió una vez por intermedio de Blandi, quien cabeceó de modo descendente, hacia la derecha de Cristopher Toselli, tras un centro lanzado por Cerutti.
Los de Boedo ganaron constantemente por el lado derecho de su ataque porque Cerutti prevaleció con amplitud en su duelo personal ante Alfonso Parot.
En definitiva, San Lorenzo se fue al descanso con una ventaja inferior a sus merecimientos.
Pero el segundo capítulo tuvo un comienzo completamente distinto, porque, tras un saque de banda hacia el interior del área, el uruguayo Santiago Silva puso el cuerpo, surgió un rebote y Bounanotte metió un zurdazo rasante que ingresó junto a la base del poste izquierdo de Sebastián Torrico, quien reaccionó tarde porque estaba tapado.
A San Lorenzo ese impacto lo afectó y a su vez creció el rendimiento de los locales, con individualidades que levantaron su nivel, como las del lateral izquierdo Parot, el mediocampista creativo Buonanotte y un delantero con oficio como Silva.
Fue un tiempo para cada uno, pero el punto, que es valioso para la Católica, a San Lorenzo lo dejó con la necesidad de ganar prácticamente todo lo que le queda por delante para no tener que despedirse de la Copa en forma prematura.