La falta de pago a trabajadores que acomodan los residuos desató el conflicto. Camioneros aprovecharon para solicitar mejoras en los caminos internos.
La recolección de residuos parece haberse convertido en un servicio inconstante. Si no es por los reclamos de los recicladores informales, se ve a afectada por conflictos gremiales. Así sucedió en la madrugada de ayer, cuando por falta de pago de la quincena los trabajadores que acomodan la basura iniciaron una medida de fuerza.
La consecuencia fue que no hubo recolección. Es que los camiones habían quedado repletos de residuos de la recolección nocturna del miércoles y no podían descargarlos.
El conflicto se originó porque la empresa Los Mallines, subcontratista de la operadora del predio, Tecsan, no terminó de abonar la primera quincena a los trabajadores que realizan tareas dentro del predio, según explicó a LA CAPITAL Jorge Trujillo, secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), el sindicato al que responden.
“Sabemos que este tipo de medidas son ingratas, pero la tuvimos que tomar para que no nos falten el respeto”, sostuvo Trujillo.
No es la primera vez que la Uocra entra en conflicto con esa empresa. Ya sucedió el año pasado en diversas oportunidades en las que, tras demorarse los pagos, los trabajadores realizaron quites de colaboración.
A principios de mes, el predio ya había sido cortado por recicladores informales, que reclamaban mejores condiciones para realizar su actividad. En otras palabras, que el Ente Municipal de Servicios Urbanos (Emsur) asegurara el mantenimiento de los caminos internos del predio y de los playones de descarga.
Para el Sindicato de Choferes de Camiones, cuyos trabajadores también sufren las condiciones del predio, esa tarea no se cumplió. “Cada vez que llueve tratamos de buscar un lugar para descargar. Ayer (por el jueves) el área era un desastre”, dijo a este diario Juan Carlos Vargas, secretario adjunto del gremio.
A su entender, el acceso, los caminos y los playones deberían pavimentarse. “Es la mejor manera en que se podrían garantizar los desplazamientos de los camiones sin poner en riesgo la integridad física de los trabajadores”, apuntó Vargas.
Todo sucede cuando aún está pendiente la ampliación del predio. El gobierno municipal no definió cómo financiará la licitación que planea convocar a partir de un pliego de bases y condiciones que envió a principios de año al Concejo Deliberante. Las tareas previstas incluyen la construcción de los sectores B y C del módulo 1, la operación y mantenimiento del predio y el diseño y operación de una planta de tratamiento de líquidos lixiviados.