Recuerdos deportivos // por Raúl Ramírez
En todos los órdenes de la vida es bueno recordar a quienes alcanzaron primeros planos en su actividad y ya no están entre nosotros. Y como en estas páginas se habla de deportes, no podemos olvidar que un día como hoy, 28 de julio, nacía en 1955 el gran Ubaldo Néstor “Uby” Sacco, el máximo exponente en la historia del boxeo marplatense.
Corría el año 1985, y el 21 de julio en Campioni D’Italia, “Uby” se hacía el mejor regalo de cumpleaños una semana antes de llegar a los 30, al vencer categóricamente por KOT en el noveno round al norteamericano Gene Hatcher, para coronarse campeón mundial de la categoría semimediano liviano de la Asociación Mundial de Boxeo.
Conquistaba allí un nuevo galardón para el pugilismo argentino que lo ubicaba entre los grandes campeones que ha tenido nuestro país a nivel internacional.
La vida de “Uby” tuvo distintas facetas, pero en lo estrictamente deportivo alcanzó lo máximo a que seguramente aspiró. “Uby” fue campeón argentino como aficionado en 1978 e inmediatamente ingresaría al profesionalismo debutando el 22 de abril del mismo año en nuestra ciudad venciendo en 4 asaltos a Luis Garay. A partir de allí y hasta el 15 de marzo del ’86, cuando dejó el cetro mundial ante Patrizio Oliva, en Montecarlo, “Uby” realizó 52 encuentros como rentado, logrando 47 victorias, 1 empate y perdiendo en 4 ocasiones.
Fue campeón argentino desde el 23 de mayo de 1981, cuando en el Luna Park superó con claridad al mendocino Roberto Alvarado en 12 asaltos y un año después, el 15 de mayo del ’82 y ante el mismo rival se alzó con el cetro sudamericano también en el Luna Park. “Uby” realizó en Mar del Plata 24 combates, la mayoría en el CEF Nº 1, donde lo vimos en acción, por última vez, el 18 de febrero 1983 venciendo por abandono en el 8º al correntino Juan Antonio Merlo que había sido campeón argentino de los welter junior.
Habría mucho más para decir sobre el gran campeón que fue “Uby” Sacco -considerado uno de los más completos entre los argentinos campeones del mundo. Pero el espacio no lo permite. Sólo diremos que nos quedó grabada en la mente la respuesta que nos dio al término de la pelea con Horacio Saldaño en el Luna, tras su triunfo por abandono en 5 asaltos. “No te vi festejar la victoria”, le dije. “¿Sabés lo que pasa? Saldaño fue mi ídolo desde que empecé a andar en el boxeo. No podía alegrarme de verlo así”. Cabe agregar que tras esa derrota, Saldaño decidió su retiro del ring luego de una larga y exitosa campaña.
Vaya esto como un cierre para esta breve reseña de un boxeador que nos dejó físicamente el 28 de mayo de 1997 y que quienes lo vieron combatir no podrán olvidarlo jamás.