Por María Cristina Murray (*)
Hoy se está hablando de una “nueva normalidad” ante la proximidad de la reapertura de servicios de atención a turistas. En la jerga profesional ya hemos incorporado la palabra “protocolo” para comunicar la prestación del servicio de manera sanitaria segura. Protocolos que contemplan el cuidado del personal del establecimiento como de las tareas que conllevan el cuidado del turista.
El turismo accesible e inclusivo no es un tipo o modalidad de turismo como cuando hablamos de turismo cultural o de turismo rural. Es un objetivo a lograr para todos los tipos de turismo. Es un concepto que debería estar inmerso en cada modalidad turística. Es un turismo que aspira a que todas las personas puedan disfrutar de propuestas turístico-recreativas sin distinción de capacidades o discapacidades.
Nunca se había presentado una oportunidad semejante para que empresarios y funcionarios piensen en estrategias inclusivas en la gestión turística, estrategias que tengan en cuenta los protocolos COVID-19 pero que, a su vez, puedan incorporar las pautas para la atención de personas con discapacidad establecidas internacionalmente y las Directrices de accesibilidad para servicios turísticos del Ministerio de Turismo y Deporte de la Nación
“La accesibilidad es un elemento crucial de toda política de turismo responsable y sostenible. Es una cuestión de derechos humanos y es también una extraordinaria oportunidad de negocio. Por encima de todo, debemos darnos cuenta de que el Turismo Accesible no solo es bueno para las personas con discapacidad o con necesidades especiales, es bueno para todos”. (Taleb Rifai, Secretario General de la OMT)
La temática de la accesibilidad turística ha llegado en nuestro país para quedarse y todo lo que debería estar normatizado ya es Ley. A nivel nacional existe la Ley 25.643/2002 de Turismo Accesible y la Ley 26.378/2008 por la cual se aprueba la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo. Solamente se deben concretar en la realidad. Y el gran fantasma que sobrevuela sobre nuestra sociedad es el desconocimiento.
La integración de este tema en la educación pública es relativamente reciente. Su visibilización en el ámbito turístico me atrevo a decir que es casi nula. Por ende, la capacitación del personal en atención a personas con movilidad o comunicación reducida es una necesidad acuciante. Tengamos en cuenta que la población de personas con discapacidad ha aumentado notablemente en las últimas décadas por envejecimiento, por accidentes de diverso tipo y por la aparición de nuevas enfermedades. En resumen, un colectivo que crece y que reclama por su derecho a disfrutar de su tiempo libre.
Desde la Universidad Nacional de Mar del Plata y en el marco de la carrera de Turismo se está trabajando en proyectar conocimiento por fuera de nuestra institución educativa. A través de la Secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales se dicta en forma virtual el curso de Turismo Accesible e Inclusivo con el propósito de sensibilizar y concientizar sobre la importancia de considerar la accesibilidad en la planificación, gestión y comunicación de los servicios de empresas y destinos turísticos.
Sobre este tema encontrarán información y propuestas de capacitación en el siguiente link https://eco.mdp.edu.ar/turismoaccesible
(*) Magister en Desarrollo Turístico sustentable