Pueblos originarios, ruta del vino, trekking, cabalgatas, mountain bike y deportes náuticos se conjugan en un escenario dominado por la yunga, las sierras, ríos y un increíble espejo de agua.
En cualquier reunión familiar o de amigos en Mar del Plata suele surgir el tema a la hora de hablar de viajes. “¿Fuiste al norte? Es una locura” se escucha a menudo. Para quienes nacieron y disfrutan del mar en el día a día, los paisajes montañosos o selváticos tienen ese encanto que entrega lo distinto. Tucumán, Salta y Jujuy son los puntos infaltables para los viajeros que parten desde aquí hacia el norte del país en plan turístico.
San Miguel, la capital, y Tafí del Valle, son las paradas elegidas por la mayoría que pasa por Tucumán en esa ruta de colores y postales que ofrece la región. Pero Tucumán también entrega otras alternativas, quizás menos conocidas para el resto del país pero igual de encantadoras. El increíble Dique Celestino Gelsi, una mágica cabalgata o bicicleteada hacia un refugio en la sierra de San Pedro de Colalao o el sorprendente crecimiento de Tafí Viejo con sus particularidades, no dejan de llamar la atención.
Gracias a una invitación de Tucumán Turismo, LA CAPITAL pudo adentrarse en esa zona de la yunga para conocer la oferta de turismo aventura, productos locales y atractivos naturales de la región. Un recorrido rico en sabores, desafíos y experiencias que no hacen más que invitar al visitante a comenzar a proyectar un nuevo reencuentro.
A poco más de 90 kilómetros de San Miguel de Tucumán y muy cerca de la frontera con Salta, San Pedro de Colalao comenzó a sumarle en los últimos años el atractivo del turismo de aventura al religioso, que ya tenía desde la fundación de la pintoresca Gruta de Lourdes.
Es que esta réplica de la original gruta francesa, se inauguró en 1982 a partir del gran esfuerzo del pueblo local, particularmente devoto de la Virgen de Lourdes.
Está ubicada al pie del cerro, en el ingreso a la pequeña localidad de no más de 3.000 habitantes, que recibe a miles que llegan en la primera quincena de febrero para la tradicional ceremonia del día 11, cuando artistas y lugareños recrean la obra del Milagro de la Virgen de Lourdes. Pueden congregarse allí hasta 30.000 personas.
San Pedro de Colalao tiene una fuerte impronta de los pueblos originarios, preserva una pintoresca plaza colonial en el centro del casco urbano y las aguas del río Tacana se convierten en uno de los principales atractivos para los capitalinos de San Miguel durante la temporada de verano. Tanto que en los últimos años muchos levantaron sus propias casas de fin de semana en las cercanías.
Los amantes de la aventura encuentran allí, además, la posibilidad de practicar mountain bike, trekking o cabalgatas subiendo el cerro hasta llegar al refugio de montaña Dos Pozos, que ofrece como alternativa pernoctar y disfrutar del encanto del paisaje y de los sabores regionales. La exigencia de dichas excursiones es a medida del turista ya que desde la agencia local Turismo Activo Dos Pozos (@refugiodospozos) diagraman la experiencia con distintos grados de dificultad.
Tafí Viejo se encuentra a unos 12 kilómetros de la capital tucumana y tiene un par de atractivos singulares como la hostería Atahualpa Yupanqui o el coqueto mercado recientemente inaugurado, ambos emprendimientos bajo la tutela municipal.
En efecto, la hostería es un increíble complejo hotelero (se mantuvo en el nombre la palabra hostería para respetar la historia del lugar) de cuatro estrellas, con 25 habitaciones de distintos niveles, spa, una gastronomía de primer nivel y precios accesibles. Tan buena es la relación calidad – precio que cuesta conseguir lugar sin una reserva con bastante anticipación.
Son tres hectáreas en medio de la yunga, con una cava de vinos, un pequeño pero moderno museo que recorre la historia de los pueblos originarios de la zona, pileta y todo el confort necesario para disfrutar una estadía soñada, todo marcado por una fuerte impronta estatal, con empleados municipales, precios inclusivos y un superávit que genera el crecimiento permanente de la oferta de la hostería.
En el centro de Tafí Viejo, el remozado Mercado Municipal conjuga una amplia oferta de productos regionales, cultura y servicios regulados también por el estado. Pueden encontrarse delicias locales, buenos precios y experiencias particulares, como las de un perfumero que tras trabajar 30 años en el diario La Gaceta de Tucumán dejó la profesión para seguir contando historias a través de sus fragancias, pasión que heredó de su abuelo francés. O la del mecánico que alterna sus horas en el taller con una empresa que hace quesos, yogures y otras lácteos artesanales. El yogurt de limón es la vedette del lugar.
El limón, claro, está presente en cada rincón del mercado, ya que Tafí Viejo está considerada la capital nacional de dicho cítrico, siendo la principal región productora y exportadora del mundo.
Iltico, una empresa local, fue un poco más allá y apostó a exportar valor agregado a partir del limón. Así generó un limoncello ya reconocido fuera de las fronteras, gin y está próximo a largar una línea de whisky. La empresa salió al mercado a la par de la pandemia, sorteó la extrema dificultad con ingenio y hoy tiene un presente óptimo, con alianzas internacionales por delante que permiten avizorar un futuro aún mejor.
También en cercanías de la capital, Yerba Buena, San Javier y El Cadillal ofrecen paisajes de ensueño y la posibilidad de disfrutarlos a través de la aventura y la gastronomía.
La Primera Confitería, recientemente reconstruida mediante una fuerte inversión privada luego de 33 años en ruinas, es ícono del lugar. Tiene restaurante con platos de primer nivel y muy buen precio, patio cervecero, distintos espacios y niveles para para fiestas o reuniones familiares y está por sumarle a su oferta un hostel de primerísimo nivel internacional. Parate obligado en la hermosa ruta de ascenso al cerro para recargar energías en medio de la yunga.
A unos metros de allí se ubica Raki, el parque aéreo más grande del norte argentino, con juegos dispuestos para todas las edades, en donde el objetivo no es más que desafiar los propios límites. Cada persona hace hasta donde cree que puede aunque en el camino surge el desafío interno de ir por más.
El Dique Celestino Gelsi es un lugar encantador. Con un espejo de agua de 11 por 4 kilómetros, rodeados de sierras, tiene múltiples actividades para pasar el día entero. La vista panorámica desde la Aerosilla es inolvidable. Pero también se puede hacer kayak, SUP, un paseo en catamarán, tirolesa, trekking con distintos grados de dificultad o simplemente sentarse en el restaurante o disfrutar de las remozadas instalaciones externas de la zona de servicios.
La ruta del vino tucumano, las empanadas y los platos típicos de la región son otros imperdibles que harán más amena la estadía.
Con el objetivo de aumentar esas dos o tres noches que el turista dedicaba a Tucumán en su viaje al norte, la provincia trabajó para ampliar la oferta de atractivos. La combinación de historia, sabores, paisajes y aventuras hacen que los viajeros agreguen días a su estadía en la provincia. Por eso hoy, desde el área de turismo tucumano aseguran con orgullo que ese trabajo está dando sus frutos.