El inolvidable gol de Francescoli en el River 5 -Polonia 4 de 1986, con tres tantos en los últimos ocho minutos. La historia de ese partido y el recuerdo de algunos protagonistas.
Por Juan Miguel Alvarez
Enzo Francescoli inmortalizó uno de los mejores espectáculos contemplados en la ciudad. Su formidable chilena para el inolvidable 5 a 4 de River sobre la por entonces poderosa Selección de Polonia, en el estadio Ciudad de Mar del Plata, es la figura que mejor ilustra los 50 años del fútbol de verano.
La definición escultural ocurrió un 8 de febrero de 1986 en el ahora denominado José María Minella. Fue un final digno de un cuento de Roberto Fontanarrosa para un partido de nivel superlartivo, con lindos goles y vuelcos impensados en el marcador.
Polonia, River y Boca protagonizaron ese triangular. El seleccionado europeo, tercero en el Mundial de España 1982, estaba en la última etapa de su preparación para México 1986. Ostentaba futbolistas de imponente porte físico y muy veloces, especialmente aptos para el contraataque.
Por impedimento de sus clubes, no viajaron a Mar del Plata dos de sus estrellas: el arquero Jozef Mlynarcyk (Porto) y el mediapunta Zbigniew Boniek (Roma), considerado uno de los mejores jugadores de la historia de su país, con la particularidad que tenía mejores rendimientos en los partidos nocturnos (por eso lo apodaban “El bello de noche”). En su presentación no le sobró nada, pero Polonia venció 1-0 a Boca con gol de Dziekanowski.
Si bien la Copa de Oro se disputó en medio de la competencia oficial, River llegó con la tranquilidad de ser el líder del torneo local con diez puntos de ventaja. Ese fin de semana tuvo fecha libre, tras cinco victorias consecutivas: una de las más recientes, también un 5-4 sobre Argentinos Juniors.
Por eso, Héctor “Bambino” Veira puso lo mejor a disposición para el choque contra Polonia, disputado un sábado, en la primera noche de carnaval, con las tribunas cubiertas al setenta por ciento de su capacidad.
El partido se jugó muy fuerte, pese a tener carácter de amistoso. Norberto Alonso, de media distancia, adelantó al elenco riverplatense en un primer tiempo que no salió de la normalidad. Claro que el complemento fue mucho más atractivo. Dziekanowski empató con un tiro libre y River se puso al frente nuevamente mediante una lujosa jugada colectiva que culminó Francescoli. Desde entonces, los polacos mostraron una enorme efectividad y concretaron cada vez que llegaron al arco de Nery Pumpido, quien en esa jornada no mostró la seguridad habitual. Dziekanowski igualó de penal tras una mano de Oscar Ruggeri, Wojcicki lo dio vuelta luego de una falla del arquero y Buncol hizo el cuarto con un perfecto remate “bombeado”.
Ricardo Centurión se anticipa a Josef Wandzik. Fue el gol del 4-4.
Remontada increíble
La función de verano ya había pagado la entrada. Por eso, con Polonia arriba 4-2 muchos comenzaron a retirarse del estadio. Norberto Alonso, incrédulo, no paró de alentar a sus compañeros. Para el árbitro Abel Gnecco la historia ya estaba resuelta, según comentó posteriormente a este medio. Mientras, Veira no se resignó y le pidió airosamente a los jugadores que vayan al ataque.
Un futbolista clave para la remontada, más allá de Enzo, fue Ramón Centurión. El delantero ingresó pasada la media hora del complemento para hacer su debut en River, dispuesto a hacer olvidar rápidamente su reciente paso por Boca. A los 38′ inició una réplica veloz y, al ingresar a la medialuna del área, de taco le dio la pelota a Héctor Enrique, quien abrió a la izquierda para el ingreso de Francescoli, cuyo zurdazo ingresó al ángulo.
Seis minutos después, tras un tiro de esquina, Centurión se anticipó al arquero y de cabeza marcó el empate 4-4. “Esa fue una de mis noches más alegres en el fútbol. Algo que no viví más“, expresó entrevistado por LA CAPITAL quien ese año experimentó los momentos más felices y tristes de su carrera: resultó el goleador “millonario” en la consagración de la Libertadores y fue suspendido por doce meses tras un doping positivo por consumo de metanfetamina. “Yo recién había llegado a River, al que considero mi segundo equipo después de Unión, del que soy hincha. Me habían recibido bárbaro en Mar del Plata y estaba en el banco en ese partido ‘picante’ contra Polonia. Nosotros queríamos ganar, por más que era un torneo de verano. Entré y pude intervenir en varias jugadas y goles. Fue increíble, lo máximo”, relató Centurión.
Francescoli se retira acompañado por los alcanzapelotas. El que está a su izquierda es Mariano Mignini (tenía 10 años), el marplatense que llegó a Primera y hoy es DT. Y a su derecha aparece Damián García (11), otro reconocido entrenador de la ciudad.
Para la historia
Todavía no se había visto todo. Faltaba la mejor obra del “Príncipe”. A los 46′ Gallego sacó un tiro libre corto, Alonso envió el centro pasado y Ruggeri cabeceó la pelota hacia el centro para el ingreso de Francescoli. El uruguayo infló el pecho para elevar el balón, giró, arqueó el cuerpo en el aire y ejecutó la bella chilena que se repitió tantas veces los años posteriores. “La preparó, la midió, la dejó para la historia”, narró Carlos Asnaghi, el relator principal de Canal 13. “Fue, probablemente, el gol más bello que la Selección de Polonia haya recibido alguna vez”, describió tiempo después el diario polaco Polsat Sport.
Entre los testigos más cercanos había dos alcanzapelotas que después hicieron un nombre en el fútbol. Uno es nada menos que Mariano Mignini, quien tenía 10 años y jugaba en las inferiores de Kimberley. “Tuve la posibilidad de estar atrás del arco y aparezco en un video de ‘River inolvidable’ cantando el gol. Tengo recuerdos imborrables. El hecho de estar al lado de los jugadores y sacarme fotos, es todo lo que uno sueña desde chico”, manifestó el ex mediocampista (hoy DT de Kimberley), quien años más tarde, jugando para Chacarita en Primera División, se enfrentó a otras tantas figuras dentro de la cancha.
Otro pequeño que vio a muy pocos metros el gol fue el actual entrenador Damián García. “Es algo inolvidable para mí. Tenía once años y estaba detrás del arco donde Enzo hizo esa maravilla. Estar tan cerca de los jugadores que marcaron mi infancia, en un partido que quedó en la historia riverplatense y ver, en el mejor palco posible, un gol inmortal, fue hermoso. El sueño del pibe cumplido por un hincha“, contó quien actualmente dirige Independiente de San Cayetano.
Las miles de almas que presenciaron la proeza desde la tribuna tampoco podrán olvidar esos instantes de felicidad plena. “Estaba en la platea descubierta. Terminé como diez escalones más abajo, abrazándome con gente desconocida. Fue tal el festejo que perdí la radio de mi suegro y mis anteojos”, contó Roberto Ganguzza. Pero no sólo lo disfrutaron los hinchas riverplatenses. “Fue la primera explosión de un estadio que recuerdo. Tenía 10 años. Pude ver en línea recta cómo entró la pelota al arco”, detalló Andrés Ellena, santafesino hincha de Unión que, como tantos otros, pasaba sus vacaciones en “La Feliz”.
Los que decidieron irse antes, todavía lo lamentan. Lo cierto es que River y Polonia ofrecieron un espectáculo mayúsculo, inolvidable. Y la chilena de Enzo Francescoli enamoró a todos. Dicen que los amores de verano son los más recordados. Y algunos, como en este caso, son eternos.
* La entrevista especial a Francescoli por los 5o años del fútbol de verano.
* Para leer el testimonio del arquero de Polonia sobre el gol de Francescoli ingresar aquí: