Navegan bajo el control del Centro de Coordinación Conjunta, establecido en Estambul el 22 de julio entre Rusia y Ucrania, con Turquía y la ONU como mediadores y que habilita la exportación de grano ucraniano bloqueado desde la invasión rusa del 24 de febrero.
Tres nuevos buques con cereales zarparon de Ucrania gracias al acuerdo negociado con mediación de la ONU y Turquía para que el Kremlin levante el bloqueo de puertos, mientras que en territorio ucraniano continuaron los ataques, principalmente en los alrededores de la central nuclear de Zaporiyia, donde fuerzas ucranianas y prorrusas se acusaron mutuamente de bombardear la zona.
Cuatro días después de la salida del primer carguero desde el inicio de la invasión rusa, el Ministerio de Defensa turco anunció que otros tres barcos cargados de maíz partieron de puertos ucranianos con destino a Irlanda, Reino Unido y Turquía.
“Nuestro principal objetivo es aumentar el volumen de transbordo en nuestros puertos. Tenemos que procesar 100 transbordos al mes para poder exportar la cantidad necesaria de productos alimenticios”, declaró el ministro de Infraestructuras ucraniano, Oleksandr Kubrakov.
El convenio, que intenta aliviar la crisis alimentaria global provocada por la guerra, contempla que los barcos que salen de tres puertos ucranianos del mar Negro naveguen por corredores seguros hacia el mar Mediterráneo a través del estrecho del Bósforo, que divide ambos mares.
Todos los navíos son inspeccionados conforme a las exigencias de Rusia, que exige supervisar el cargamento de todos los barcos procedentes de Ucrania, uno de los mayores productores mundiales de cereales.
La partida de los tres buques se dio en paralelo a una reunión en el sureño balneario ruso de Sochi entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su par turco, Recep Tayyip Erdogan, quien busca traducir el éxito diplomático en conversaciones de tregua en Estambul entre el jefe del Kremlin y el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski.
Durante el encuentro, Putin agradeció a Erdogan su rol en la firma del acuerdo para la exportación de cereales ucranianos y alimentos rusos vía el estrecho del Bósforo, mientras que el jefe de Estado turco se mostró confiado en “abrir una nueva página” en sus relaciones bilaterales.
En tanto, en el terreno, continúan los combates.
Ucrania informó de bombardeos rusos contra varias localidades, entre ellas Nikopol y Kryvyi Rig en el este, y también se produjeron intensos bombardeos sobre la segunda ciudad del país, Jarkov, en el noreste.
Las autoridades ucranianas anunciaron además un toque de queda en la ciudad de Mikolaiv, en el sur del país, y anunciaron el cierre de la zona durante al menos dos días en el marco de los ataques registrados recientemente por parte de las fuerzas rusas.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania anticiparon que tienen previsto llevar a cabo una operación con el objetivo de liberar la región de Jerson, controlada por Rusia, lo que reduciría el número de ataques contra Mikolaiv, según informaciones de la agencia de noticias ucraniana Ukrinform.
Varios misiles cayeron también durante la noche en Zaporiyia, en el centro del país, donde Kiev acusó a Rusia de haber realizado bombardeos cerca de un reactor nuclear de la central homónima, bajo ocupación rusa desde el inicio de la guerra.
“Se registraron tres bombardeos el viernes por la noche cerca de uno de los reactores nucleares”, afirmó en Telegram la compañía estatal ucraniana Energoatom, que administra las centrales nucleares del país.
Una línea de alta tensión resultó dañada en el ataque, lo que provocó la parada de uno de los reactores de la central, la mayor de Europa, de acuerdo con ese informe.
“Existen riesgos de fuga de hidrógeno y de diseminación de sustancias radiactivas. El peligro de incendio es alto”, según Energoatom, que hasta ahora no informó que hubiera víctimas.
Ucrania “condena enérgicamente las acciones de las tropas de ocupación en la central eléctrica de Zaporiyia”, expresó un comunicado de la Cancillería en Kiev.
Sin embargo, las autoridades prorrusas de la ciudad de Energodar, ubicada en la región de Zaporiyia y donde se encuentra la central nuclear homónima, acusaron a las tropas ucranianas de atacar las instalaciones.
Según denunció la Administración militar-civil, como resultado de la ofensiva se tuvieron que cortar dos líneas de transmisión de electricidad “necesarias para el suministro de energía y el funcionamiento seguro” de la central nuclear.
“Unidades armadas ucranianas realizaron tres bombardeos en el área de la central nuclear de Zaporiyia y de la ciudad de Energodar”, afirmó, por su parte, el Ministerio ruso de Defensa, que acusó a Kiev de practicar “el terrorismo nuclear”.
La parte rusa cree que el Ejército ucraniano ha atacado deliberadamente las líneas eléctricas en el territorio cercano a la planta de Zaporiyia con la intención de crear una amenaza para la población de la zona.
En Donetsk, en la región oriental del Donbass que concentra actualmente los combates, las fuerzas prorrusas denunciaron hoy que 290 civiles, entre ellos 17 niños, murieron y casi 2.900 resultaron heridos en ataques ucranianos desde el principio de la guerra.
Las fuerzas de Kiev efectuaron, desde entonces, unos 7.300 bombardeos que resultaron en el impacto de unos 59.300 proyectiles en el territorio controlado por las fuerzas separatistas, según las autoridades regionales leales al Kremlin.
En tanto, Zelenski rechazó un informe de Amnistía Internacional (AI) publicado ayer, que acusa a las tropas ucranianas de violar el derecho internacional al utilizar infraestructura civil como bases militares, argumentando que la organización humanitaria “traslada la responsabilidad a la víctima”.
“Vimos hoy un informe completamente diferente de Amnistía Internacional, que lamentablemente intenta amnistiar al estado terrorista (por Rusia) y trasladar la responsabilidad del agresor a la víctima”, dijo Zelenski en su discurso diario, difundido en redes sociales.
En el informe que se conoció ayer la organización señaló incidentes en 19 localidades donde las fuerzas ucranianas habrían puesto a civiles en peligro, al establecer bases en zonas residenciales y lanzar ataques desde zonas pobladas.