Los familiares realizaron una movilización en el Puerto para exigir que buzos especializados desciendan al lugar donde fue encontrado el casco y podrían estar los restos de los marineros.
Al cumplirse tres meses del hundimiento del pesquero Rigel, los familiares de los tripulantes se movilizaron ayer por las calles del Puerto.
La marcha, que partió desde la Base Naval, pasó por la sede de Prefectura y finalizó en la Banquina Chica, reflejó un pedido claro de los familiares: que se autorice a buzos especializados a bajar al lugar donde fue hallado el casco.
Esa sería la única posibilidad de entrar al casco del pesquero y poder encontrar los restos de los marineros desaparecidos en el hundimiento.
El pesquero marplatense, con nueve tripulantes a bordo, había desaparecido el 9 de junio en una zona cercana a la ciudad de Rawson. El 1 de julio, Prefectura encontró el casco del barco a 93 metros de profundidad.
“Nuestro pedido prioritario es que autoricen a bajar a los buzos para que los busquen y entren al casco. No queremos más marchas, queremos que el juez se expida y autorice una empresa y bajen los buzos”, le dijo a LA CAPITAL Graciela Godoy, madre de Nahuel Navarrete.
Además de reiterar el pedido para que bajen los buzos, los familiares expresaron su descontento porque consideran que el buque Seabed Constructor, que actualmente busca al ARA San Juan en la zona, podría ser utilizado para bajar en el lugar donde se halló al pesquero.
“Está ahí trabajando, a un par de millas y tienen equipo para bajar. Están a 93 metros y pasan por ahí. Entonces, uno se pregunta ¿Por qué no?”, cuestionó la familiar.
“No es por los chicos del ARA, pero todos tienen el mismo derecho. Todos salieron a trabajar y todos querían volver. Debería haber igualdad de derechos y que los busquen a ellos también”, consideró.
Durante la manifestación de ayer, los familiares de los tripulantes del Rigel estuvieron acompañados por los familiares de los marineros del Repunte, pesquero desaparecido, mientras que también se sumaron representantes del SOMU.
“Lo único que exigimos hoy es que bajen los buzos a buscarlos. Yo vine hace tres meses a buscar algo de mi hijo y es lo único que quiero para poder encerrarme en mi casa a llorar tranquila”, subrayó Graciela.
“Que nos escuchen”
Por su parte, Soledad Sequeira, esposa de Nahuel Navarrete, destacó que el objetivo de la marcha fue que los “escuchen y atiendan nuestro reclamo”.
Soledad destacó que para que bajen los buzos al lugar, sólo hace falta que se tome decisión. “La posición donde está el buque la tienen, las condiciones en las que está, también. No hay nada que impida que puedan bajar los buzos”, señaló.
Además, la esposa de Nahel Navarrete aseguró que actualmente no cuentan con ningún tipo de apoyo ni contención por parte del Estado. “Estuvieron la primera semana cuando fue el auge del drama pero después desaparecieron”, dijo.
También, remarcó que otro de los objetivos de su lucha es que mejoren las condiciones de los barcos que salen al mar.
“Nadie está exento. Nos pasó a todos y estamos tratando de que no vuelva a pasar”, puntualizó.
El Rigel zarpó del puerto marplatense el 5 de junio tripulado por el capitán, Salvador Taliercio, el segundo patrón, Rodrigo Sanita, el jefe de máquinas, Néstor Rodríguez, el auxiliar Cristian Osorio y los marineros Rodrigo Blanco, Amadeo Jonatan, Nahuel Navarrete, Carlos Daniel Rodríguez y Pedro Mierez, para realizar la temporada de pesca del langostino.
El último contacto que tuvo con las autoridades fue alrededor de las 23 del viernes 8 de junio.
En las primeras horas del sábado 9, Prefectura Naval Argentina inició las tareas de búsqueda. Ese mismo día fue recuperado el cuerpo del capitán, Salvador Taliercio, de 46 años, por el buque José Américo.
Al cuarto día de búsqueda, Prefectura informó que el pesquero Don Gaetano había encontrado material perteneciente a uno de los tripulantes del Rigel. Halló una caja de herramientas, cuatro rieles y elementos de pesca dentro de una bolsa celeste con el nombre de Fabián Rodríguez, jefe de máquinas de la embarcación.
El 1 de julio Prefectura confirmó el hallazgo del casco a 93 metros de profundidad y aguas adentro del mar Argentino, a kilómetros de la ciudad de Punta Tombo.