El 2 de noviembre de 2017 un joven y su novia sufrieron un salvaje ataque el boliche "Wallace". Dos hermanos y un amigo, todos hinchas de Peñarol, fueron reconocidos como los autores por testigos.
Tres simpatizantes del club Peñarol de esta ciudad afrontarán un juicio por atacar a golpes a un joven y a su novia en un boliche de la calle Alberti.
Los hermanos Patricio y Rafael Di Martino, y Patricio Hernández están imputados de haber causado lesiones graves a un joven frente a la puerta principal del bar “Wallace”, el 2 de noviembre de 2017 a las 3.30 de la madrugada.
De acuerdo a lo que consta en el expediente instruido por la fiscal Andrea González y avalado por la Justicia de Garantías, los hermanos Di Martino y Hernández habían protagonizado incidentes dentro del local nocturno por su condición de hinchas de Peñarol. Horas antes el club Quilmes, su clásico rival, había sido goleado por San Lorenzo.
Lo cierto es que Luis Vargas llegó al lugar para encontrarse con su novia y en esos momentos los tres ahora imputados arrojaban botellas como parte de esos actos vandálicos iniciados en el sector principal del boliche.
Bajo esas circunstancias, Vargas intentó interceder para evitar heridos (“había muchas mujeres”) y por eso fue atacado. La fiscal logró reconstruir que Vargas fue arrojado al piso y comenzó a ser golpeado con gran violencia lo que le provocó traumatismo de cráneo sin perdida de conocimiento con alteración del sensorio, hematoma bipalpebral izquierdo, herida frontal, lesión contusa en pierna derecha, hemorragia conjuntival izquierda, fractura temporal bilateral, fractura maxilar izquierdo, fractura arco cigomático izquierdo. Informes médicos recientes acreditan daños neurológicos con afectación del habla.
Uno de los momentos más siniestros del ataque atribuido a los tres jóvenes hinchas de Peñarol fue aquel en el que la novia de Vargas observó como uno de los agresores rompió una botella de vidrio. Acto seguido se la clavó en la cabeza a la víctima lo que llevó a la mujer a arrojarse como escudo humano, pero entonces recibió golpes que le provocaron lesiones.
El próximo martes 16 el juicio se desarrollará ante el juzgado correccional a cargo del juez Pedro Hooft y, según el Código Penal, la pena para el delito de lesiones graves asciende a los 6 años de prisión.