En la villa balnearia se forja una historia educativa muy especial, donde pese a las distancias que la institución de la zona urbana, un grupo de maestras sigue adelante brindándoles lo mejor a los niños.
MIRAMAR (Corresponsal).- Entre campos, médanos, a pocos metros de los acantilados y las particulares playas de Centinela del Mar, emerge la pequeña escuela rural N°16 “Alfonsina Storni”, que sin dudas cuenta con una historia muy especial la cual merece ser contada.
Todos los días, alrededor de las 11.30, la directora de primaria y maestra de grado, Anahí Taboada, junto con la responsable docente del jardín n°2, Silvia Francistegui y la auxiliar Cintia Russo, parten desde Miramar para luego recorrer los 70 kilómetros para nada sencillos hasta la remota villa balnearia.
El camino es complejo ya que hay que dejar atrás la siempre peligrosa ruta 88 para luego retomar hacia el lado de la costa por un trayecto de tierra cuyas condiciones dependen de las condiciones climáticas.
“Pasamos el paraje San José hasta llegar a un silo de cemento, y de ahí, hacia la izquierda, comenzamos el camino de tierra. Es muy difícil transitar la ruta todos los días, más ahora con las reformas que se están realizando. Es realmente angosta y se desplazan muchos camiones pero con alegría hacemos el sacrificio”, indicó a LA CAPITAL, la docente Anahí Taboada.
“El sector de tierra se vuelve intransitable en algunos sectores cuando llueve. En esos casos se trabaja con un proyecto que prevé estas contingencias brindándoles a los alumnos el material para trabajar en sus casas. Junio fue extraordinariamente lluvioso, por lo que la comunicación con las familias se realizaba mediante internet, por mail o WhatsApp”, agregó la directora de primaria.
Tras ese intenso periplo automovilístico, en medio de un silencio donde sólo se escucha el sonido del viento, el mar y los pájaros, está la pintoresca escuela de Centinela del Mar. Allí esperan los tres alumnos que componen la exigua matrícula, Joaquín (12) quien concurre a 6to.año, Lautaro (7) que atraviesa el 2do.año y su hermana Ainara (4), única integrante del jardín n°2, a cargo de la señorita Silvia.
“La modalidad de trabajo es de plurigrado, articulando permanentemente con el JIRIMM. Tenemos proyectos en común adaptados a los niveles de nuestros alumnos. Por ejemplo, en prácticas del lenguaje comenzaremos con cuentos de brujas como tema central, adaptando los textos al jardín, cuentos tradicionales para Lautaro y Harry Potter y la Piedra Filosofal, que leerá Joaquín”, sostiene Taboada.
Además, el plantel docente de la EP 16 se completa con la profesora de inglés, Noelia Cuatroccio y el profesor de Educación Física, Facundo Armenteros, quienes concurren al establecimiento una vez por semana.
Radio y patrimonio cultural
Pese a la lejanía, nuevas inspiraciones educativas van aumentando el valor de la institución, por ejemplo la interesante iniciativa denominada, “Radio Centinela, las voces de la escuela”, emitido a través de la aplicación WhatsApp.
El establecimiento está tan bien provisto como cualquier otro de la región urbana, y además, cuenta con un museo que rescata el patrimonio histórico – cultural encontrado en la zona.
“Centinela del Mar posee un reservorio paleontológico y arqueológico muy importante, por eso desde la escuela apoyamos el proyecto de declarar la zona como Reserva Natural. Fue en este marco donde, al estudiar en ciencias naturales biodiversidad y ecosistema, decidimos con Joaquín (alumno) realizar un video difundiendo algunos de los sectores de las inmediaciones”, afirmó la maestra.
“Él eligió mostrar el ecosistema del arroyo El Pescado, en su trayecto por la zona de la escuela”, amplió.
En ese sentido, Taboada destacó la motivación del niño en este proyecto. “Trabajamos desde prácticas del lenguaje con el guion, éste y la música fueron total autoría y elección de Joaquín que egresa este año. Estamos muy orgullosos de este trabajo porque cumple con nuestro objetivo de mostrar el lugar y apoyar una causa a la cual adherimos”.
Necesidades y futuro
Los chicos que concurren a la escuela viven en estancias de la zona. La matrícula varía por los egresos ya que hay familias que se mudan a la ciudad por distintas razones. Para el 2017 se espera el arribo de dos nenes más a la primaria y una niña que se sumará al jardín de infantes, por lo que año tras año va variando la cantidad que en 2015 era de siete alumnos.
“Es nuestro objetivo brindarles a los chicos la oportunidad de trascender del lugar donde está ubicada la escuela que se encuentra bastante aislada, para que nos conozcan y reconozcan como parte de la comunidad de General Alvarado. Para ello, necesitamos imperiosamente mejorar el tema de conectividad, no tenemos teléfono ni internet porque un temporal derribo la antena. Esperamos con muchas ansias poder solucionar este problema”, expresó ilusionada la maestra rural.
“Queremos invitar a todas las familias de la zona a que conozcan la escuela y consideren la posibilidad de enviar a sus hijos aquí. Serán muy bienvenidos”. Esas fueron las palabras finales de Anahí, que junto a Silvia y Cintia volverán a subirse al auto hoy cerca del mediodía para viajar a Centinela del Mar y continuar brindando una educación sin fronteras.