Las actividades en honor a la la deidad yoruba del agua de mar se desarrollarán el domingo 5 de febrero. Se espera una gran convocatoria para la procesión hacia la Playa Popular.
Mar del Plata volverá a ser escenario la semana próxima de la celebración de la festividad de Iemanjá, la deidad yoruba del agua de mar que los últimos dos años no recibió los tradicionales y multitudinarios homenajes en su día por las restricciones que impuso la pandemia.
Según las previsiones del organizador de la celebración de Iemanjá en la ciudad, el baba (padre) Hugo Watenberg, “después de esta interrupción de dos años va a asistir muchísima gente y vamos a estar muy acompañados en esta ceremonia que es muy aceptada por la comunidad entera”.
En Mar del Plata, por disposición municipal y como cada año, las actividades se desarrollarán el primer domingo de ese mes, que en este caso toca el 5 de febrero.
En este sentido, se recuerda que durante las mismas está prohibido beber alcohol, hacer fuego y acampar, así como arrojar elementos no biodegradables, contaminantes o peligrosos a las aguas, como metales o vidrios.
El domingo 5, a partir de las 19.30, se realizará la procesión partiendo desde el playón del Hotel Provincial hacia la Playa Popular.
La ceremonia estará encabezada por una imagen de Iemanjá traída desde Nigeria, a la que custodiarán los diferentes iconos africanos -como las bahianas, ialorixás y babalorixás de culto- “portando vasijas con flores y barcas con ofrendas” mientras todos danzan y rezan al ritmo de “toques de instrumentos de percusión”.
A partir de las 20 tendrá lugar la “roda”, una enorme rueda humana formada entorno al altar con lemanjá para “pedir energéticamente su protección”.
“Luego vamos a entregar las ofrendas, las barcas al mar con la ayuda de Prefectura y guardavidas, un rito al que las personas pueden asistir pertenezcan o no a esta religión e incluso llevar cartas con pedidos que también se van a entregar al mar”, dijo Watemberg.
Producto del tráfico de esclavos, la cultura y religión yoruba se expandió fuera de África y en particular en el continente americano fue adoptando diferentes formas sincréticas según las particularidades regionales.
A Iemanjá, protectora de los navegantes, del hogar, de la fertilidad, los embarazos, los partos y los recién nacidos, se la venera especialmente en Brasil, Uruguay y Argentina.