La Ciudad

Toma de terrenos en Las Heras: “Solo pedimos un pedazo de tierra para vivir”

Más de 30 familias, muchas de ellas con menores, cercaron lotes e instalaron carpas y casillas en un predio de cuatro hectáreas en Fortunato de la Plaza entre Vignolo y Olazar, cerca de donde el año pasado ocurrió un hecho similar. Desarrollo Social realizó un relevamiento. El gobierno municipal está en contacto con la Fiscalía.

Un predio de cuatro hectáreas en el barrio Las Heras fue tomado en las últimas horas por más de 30 familias que aseguran no tener vivienda, y comenzaron a demarcar lotes y montar carpas y casillas para instalarse en el lugar y construir viviendas: “Solo pedimos un pedacito de tierra para vivir”, señalaron.

La ocupación, que hasta el momento se desarrolla de manera pacífica, se produce nuevamente sobre la avenida Fortunato de la Plaza (ex 39) entre Vignolo y Olazar, a unos 700 metros de donde el año pasado ocurrió una toma similar. En este caso, sin embargo, participan más familias y el predio tiene una dimensión mayor.

La situación comenzó el miércoles, cuando un grupo de personas “de la zona”, muchas de ellas a cargo de menores de edad, empezaron a demarcar lotes con hilos y a instalar carpas, casillas y hasta sombrillas en estas tierras que no tendrían dueño. Según fuentes municipales, el propietario habría fallecido.

El predio luce abandonado, con altos pastizales. Este jueves a primera hora, los ocupantes comenzaron a desmalezar con bordeadoras varios lotes de los cuatro terrenos que componen este predio, con la intención de instalarse en el lugar.

“Somos todos gente de laburo. Muchos somos fileteros pero el trabajo está muy mal y se volvió imposible pagar el alquiler. Estos terrenos están abandonados hace un montón de años, no son de nadie, no tienen dueño. Solo queremos un lugar para vivir y construir nuestras casitas, no una villa, sino una casa para nuestra familia”, le contó a LA CAPITAL uno de los integrantes de la toma, junto a su pequeño hijo y su esposa.

Cerca de las 11, personal de la Secretaría de Desarrollo Social del Municipio, específicamente del área de Asistencia Crítica y Urgencias Sociales, se acercó al predio, tomó contacto con las familias y realizó un relevamiento de cada persona.

Según pudo saber este medio, el personal municipal constató la presencia de “más de 30 familias” que “vienen de distintas zonas”, algunas del barrio Las Heras y alrededores, pero otras que “vienen de más lejos”.

En general, es gente que “no tiene techo” o bien “no pudo seguir pagando el alquiler”. Muchos de los grupos familiares tienen niños pequeños que este jueves corrían por los terrenos mientras sus padres clavaban maderas y lonas en el predio.

Adrián tiene dos hijos a su cargo y con su pareja tienen una situación habitacional “muy compleja”. Afirmaron ser “laburantes”, pero reconocieron que “es imposible acceder y pagar un alquiler con nuestros ingresos”.

Según contaron, conocen “a casi todas las personas” que participan de esta toma y “es toda gente de laburo”, dijeron.

“Por ahora nos dijeron que podemos quedarnos, así que vamos a ver si podemos construir. Esto está así lleno de pastizales hace años, no es de nadie, queremos un lugar para vivir”, comentó.

Mariano, un filetero y padre de cuatro hijos, delimitó su lote en el predio y ya lo desmalezó e instaló unos palos y una lona. “Acá no voy a hacer un rancho, sino una casa para mi familia. Y también quisiera que tengamos una canchita de fútbol para todos los pibes del barrio que en muchos clubes no tienen la contención que necesitan y no pueden acceder a pagar las cuotas, un lugar para promover el deporte y contenerlos”, dijo.

Hasta el momento, en la zona se mantiene la calma, aunque la toma generó casi inmediatamente molestias en algunos vecinos del barrio, que ya notificaron a las autoridades.

De hecho, ni bien comenzó la toma, los vecinos dieron aviso a la policía y el gobierno comunal anotició al Ministerio Público Fiscal, concretamente al fiscal Juan Pablo Lódola, el mismo que actuó frente a la toma de octubre de 2022. En aquella oportunidad, la Cámara de Apelaciones ordenó el desalojo, que terminó siendo pacífico, bajo la custodia de 200 agentes de la UTOI.

La UFI 12 convocó por otra parte para mañana a una audiencia de mediación, prevista en el protocolo que establece la Suprema Corte de Justicia provincial para intervenir ante grupos vulnerables, antes del dictado eventual de alguna medida cautelar como un desalojo.

Fuentes policiales aseguraron que la actual no es la misma situación del año pasado, debido a que en aquella oportunidad eran tierras municipales y ahora corresponderían a un fallecido.

Los terrenos donde se desarrolla la toma.

“Estamos al tanto de la situación, siguiendo el tema de cerca”, confiaron a LA CAPITAL fuentes municipales.

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