La historia de Matías y Lucía Martínez: ella tiene 15 y acompaña a su papá en recitales. Cómo empezó a funcionar este dúo original y sensible, que canta canciones que abrevan en el detalle y en los matices.
Para ella, que tiene 15 y transita el secundario, cantar es un hobbie. Para él, a sus 41, es otra cosa: más bien una actividad que lo llevó a tener varias bandas, mudanzas de ciudad, estudios en conservatarios y escuelas de arte, la grabación de discos y a desarrollar la autogestión como bandera de la música independiente de Mar del Plata.
Ella es Lucía, una adolescente entusiasmada por el rock nacional y por las músicas de Nicki Nicole, Rosalía y otras artistas de su generación. El es Matías Martínez, su papá, un músico que tiene a Spinetta como prócer y que atesora un amplio camino recorrido: fue parte de la banda “Heurística”, por ejemplo.
Las voces de este dúo:
“Me conecto con la gente a través de la música, soy como un lisiado social, como dice Spinetta o Charly o Dolina, no recuerdo quien de los tres dice eso. Los músicos solo servimos para la música, se llena nuestro disco rígido con música y con el pensamiento continuo de hacer música. Eso impide poner atención en algunas cosas: vas al supermercado y solo ves las góndolas, no sabés qué necesitás”, reveló Matías, en una entrevista con LA CAPITAL. “Conexión”, una palabra a la que aluden para explicar el disfrute.
En febrero de 2020 se presentaron juntos por primera vez: la hija tenía entonces 11 y una voz más infantil. Fue en la despedida que llamaron “Adiós Hurística”, como el célebre “Adiós Sui Generis”. Y aquella experiencia de cantar juntos demostró la potencialidad de ambos.
“Todo empezó en pandemia”, evocó él. Juntos idearon un ciclo virtual que se llamó “No me hagas reír”: prendían la cámara y se pedían no tentarse. Se presentaban como padre e hija y sonaban las canciones de él. Más tarde siguieron los streaming y, de la mano de esas propuestas, aparecieron los ensayos.
Ya pasó el tiempo de encierro. En la actualidad, Lucía y Matías Martínez decidieron seguir como dúo en escenarios locales: ella aporta dulzura y acentuación a las composiciones de tono poético de su papá. El guía con la guitarra y con un estilo de cantar que pondera la letra y los matices y que siempre se alimenta del silencio de quienes los escuchan. Logran una propuesta intimista y sensible.
“Conectamos en los ensayos”, siguió él, más acostumbrado a historiar el acercamiento. “También tengo un bebé de dos años que toca la batería, le compré la batería antes de que naciera”, contó y aseguró que es el juego y la exploración voluntaria del instrumento los elementos que cosen su pasión musical con su manera de ejercer la paternidad.
Lucía canta desde los “tres o cuatro años”, también se formó en comedia musical. “Cantar es lo que más me gusta, después toco el piano, pero lo que más me gusta cantar son los temas de Heurística, me encantan”, dijo.
Lucia y Matías preparan el nuevo recital para el 29 de junio.
-¿Qué les pasa a nivel emocional cuando cantan juntos en un espectáculo?
Lucía: -Yo estoy concentrada en lo que hago. Antes me ponía más nerviosa, pero ahora estoy más cómoda y disfruto cantar. Estoy disfrutando más.
Matías: – Es muy variado y depende mucho del público, por lo general se hace mucho silencio, será porque ven a una niña (por Lucía) y tienen ganas de escucharla. El silencio me conmueve. En los shows somos un dúo de voces, después cuando pasa te emociona lo que quedó del show. Y disfrutamos del ensayo, ella es muy constante, ensayamos todos los días cuando tenemos que tocar. Cuanto más ensayás más lográs esa conexión y se pueden manejar mejor las intensidades y los matices de la canción.
Ambos preparan un recital para el 29 de junio a las 21 en el escenario de Alvarado 2222, oportunidad en la que se también se presentarán las cantautoras marplatenses Evelyn Garrido y Peperina.